Why don't you see me? [Taekook/Jikook]

Capítulo 35

La noche parecía haberse convertido, para Kim Namjoon, en algo a lo que tenerle especial respeto.

Había hecho todo lo posible por no volver a compartir habitación con la misma persona que se había llevado todo el día tratando de vengarse por haber interrumpido su sueño, pero todos a los que le preguntó si podía dormir con ellos, le salieron con la misma excusa: "Deberías solucionar las cosas con Yoongi. No quiero que por esto vaya a terminar yo también en pelea con él."

"Menuda panda de cobardes." Pensó el líder en el camino de vuelta, cosa que le resultó graciosa porque él también entraba en el grupo de cobardes teniendo en cuenta que estaba buscando la manera de huir del mayor.

Se detuvo frente a la puerta, no siendo capaz de dar el paso y entrar de una vez dándole vueltas a la cabeza para encontrar una solución a alguna nueva disputa con el mayor.
Soltó un intenso suspiro y giró el pomo para abrir la puerta, encontrándose con Yoongi que, para su sorpresa, estaba recostado sobre la cama.

— Ya creía que tendría que ir a buscarte.
Namjoon arrugó el entrecejo y se dispuso a ignorar al contrario, yendo directamente hacia su "cama" sin dejar de mirarlo de reojo al otro que aún no hacía su movimiento para atacarlo.
Fue entonces cuándo se percató de que cierta cosa faltaba en el lugar que él dormiría.

— ¿Y mi almohada? —Nada más realizar la pregunta, sus ojos ya estaban enfocados en el rostro pálido del otro hombre allí, quién lo miró de vuelta como si nada hubiese pasado.

— ¿Qué almohada?

Namjoon entendió de inmediato la situación, no sólo por cómo el mayor le había respondido, si no porque vio que Yoongi tenía dos almohadas bajo su cabeza ahora.
No pudo evitar mirar con mala cara a la persona que parecía querer hacerle la vida imposible de repente.

— No puedo dormir sin almohada, así que devuélvemela, Yoongi.

— ¿Devolverte qué? —Nuevamente se hizo el que no entendía y el más alto no le siguió la corriente, yendo directamente hacia donde Min Suga se encontraba— Ni lo intentes. Estas dos almohadas son mías, búscate la tuya.

— Sabes que esa es la mía, esta mañana solo tenías una.

— ¿Me estás llamando mentiroso?

Evidentemente, lo que Yoongi quería era una excusa para empezar una nueva pelea y luego poder decir que Namjoon volvió a molestarlo no dejándolo dormir y teniendo algo nuevo que poder recriminarle, sin embargo, Namjoon no le siguió el rollo, simplemente lo miró mal y se dirigió de vuelta al lugar en el que dormiría nuevamente, dejando a un Yoongi ansioso por pelear sin ningún motivo aparente por el que hacerlo.

— Buenas noches. —Se despidió a regañadientes, maldiciendo al mayor mil veces en su cabeza, sentándose sobre las mantas dispuesto a tumbarse y dejar que el sueño apareciese pronto para que esa noche pasara pronto.
Min Yoongi, por otro lado, se quedó con las ganas de continuar con la pelea comenzada en la mañana.

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Jin acababa de terminar de guardar las frutillas que había estado picando con Hoseok en la nevera, volviendo sobre sus pasos y sentándose nuevamente al lado de la persona con la que mejor conectaba.

— ¿Crees que Jimin esté sintiéndose más a gusto? ¿Crees que habrá servido de algo que se le haya dado un toque de atención?

El menor se encogió de hombros no sabiendo bien cuál era la situación exacta ahora entre esos tres y la verdad era que le preocupaba bastante.

— No pienses mucho en eso ahora, estamos aquí, todos juntos. Creo que solo con eso, podemos conseguir avanzar mucho, al menos yo siento que me hace demasiado bien pasar tiempo con vosotros. Sobretodo contigo, hyung.

Jin no supo cómo su corazón no se salió de su pecho justo después de oír algo como eso, pudo jurar que lo sintió escaparse de su cuerpo.

— El sentimiento es mutuo, Hoseok. —Sus labios se estiraron en una tímida sonrisa de agradecimiento que mostraba lo mucho que había valorado tales palabras.

— En cuando a lo de Namjoon... Él nos ha preguntado a todos si podía dormir en nuestras habitaciones... Adivino que a ti no te ha hecho esa misma pregunta.
Seokjin rió, pero no de una forma en la que mostrara que algo le había resultado gracioso, no. Había sido más como una risa irónica que en cierto modo había demostrado que aquello le había dolido.

— Él y yo apenas hablamos actualmente —Comenzó a desahogarse en cuanto a aquel tema—. Sé que debo ser paciente, pero me cuesta darle todo ese espacio y no poder acercarme a él como normalmente haría.

— Supongo que no es tan fácil olvidar al "Worldwide handsome", ¿no?

Su expresión fue una lo suficientemente divertida como para no animar al contrario, por lo que no se reprimió en demostrar que aquel comentario lo había animado con el tema del líder.

— ¿Crees que estará bien con Yoongi? Ya sabes que él puede ser muy peleón cuando se le mete algo en la cabeza, sobretodo si se trata de algo tan importante para él como haberlo despertado.

Hoseok sonrió y asintió tratando de calmar la preocupación del mayor.

— Creo que van a estar bien. Seguro que Namjoon no va a darle más motivos a Yoongi para estar molesto. Ya verás como mañana los vemos como de costumbre, todo de vuelta a la normalidad.

— Espero que tengas razón.

Jin se levantó primero del sofá, girándose primero hacia Hobi.

— ¿Nos vamos ya a dormir?

— Sí, claro. Vámonos.

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Mientras todos dormían en aquella casa, Kim Namjoon no era capaz de conciliar el sueño. No sólo le estaban haciendo dormir en el suelo cuando había espacio suficiente para dormir, sino que encima le fue arrebatada su almohada y ahora disfrutaba de ella ese pálido gruñón y molesto el cual había terminado por salirse con la suya.

Por un momento se pensó el irse a uno de los sofás que había por la casa pero, por otro lado, le parecía injusto el que tuviera que irse de la habitación y lograr que su compañero de habitación ganara la batalla por lo que lo pensó mejor, se puso en pie para verlo dormir unos segundos, teniendo en su mente un sin fin de pensamientos relacionados con la injusticia, y se dispuso a acostarse sobre la cama para meterse entre las sábanas, teniendo el cuidado que jamás había tenido en su vida con el fin de no despertarlo. Con suerte, a la mañana siguiente no se daría cuenta de que había dormido allí, justo a un lado de él.