Looking Be Myself II (Furry/Yaoi)

Capítulo XXXI

A la mañana siguiente, Mikey ya se encontraba en la escuela alrededor de las 7:45 am, adormilado trataba de prestar atención a la clase de Química II; en ocasiones daba pequeños bostezos tratando de no verse muy evidente, para no recibir un regaño por parte de aquel alce de mayor edad, quién impartía la clase ya mencionada.
Luchaba consigo mismo para no cabecear ni cerrar sus ojos, aquellas operaciones para equilibrar que el profesor apuntaba en el pizarrón, era lo único que lo podría mantener despierto, más no concentrado.
Por otro lado, Ryan, aquel puma; miraba un poco serio el comportamiento de agotamiento de Michael, por lo cual en algún momento, decidió por medio de una pequeña nota, tratar de charlar con el.
Dicha nota decía lo siguiente:

"Hey lobo albino ¿Te encuentras bien? Estoy mirando que te cuesta concentrarte."

El lobo de pelaje blanco, frunció el seño aunque internamente sentía un poco de duda... ¿Por qué Ryan le preguntaría o se preocuparía por el? A sabiendas de que es primo de uno de sus bravucones.
Meditó un poco y al final decidió contestar dicha nota, al final ya no tenía nada que perder, se limito a responder con esto:

"Solo tuve una mala noche, no logré conciliar el sueño... No es nada de que preocuparse, gracias."

Tras mandar la nota a su destinatario, miro fijamente al pizarrón, él cuál ya estaba todas la ecuaciones químicas a equilibrar, tomo su bolígrafo y se dispuso a escribir dichos ejercicios. Mientras hacía la actividad, recibió nuevamente la nota del compañero felino, la cuál decía lo siguiente:

"¿Sabes? El hecho de que yo sea familiar de Marcus, no significa que nos podamos llevar bien. No estoy a favor de que te molesten ni justifico el que te molesten, no me gusta meterme en problemas."

Se quedó pensativo el lobo, ¿Realmente Ryan decía la verdad? ¿O simplemente era todo parte de un plan para afectarlo más? Mikey miraba atentamente la nota con la respuesta, en su cabeza divagaba sobre una posible respuesta que no se viera desconfiada. Tras pensar unos minutos, escribió lo siguiente:

"Te soy sincero, no me eres de fiar, pero podíamos intentar charlar un poco a la hora del descanso."

Tras escribir la respuesta en la hoja de papel, la envío al puma y se puso de pie para ir a revisar su actividad al escritorio del profesor.
Al llegar a su pupitre, miro que estaba la nota nuevamente, se sentó y se dispuso a leer la respuesta.

"Entiendo tu desconfianza, pero verás que yo no soy como mi primo o sus amigos, espero poder hablar contigo y tus amigos."

El lobo dio un pequeño suspiro y simplemente se dispuso a esperar a que sonara la campana para ir a la siguiente clase. En su mente pensaba si era correcto confiar en Ryan o mantenerse alejado, se miraba que podía confiar en el, pero algo internamente le decía que anduviera con mucho cuidado.
Finalmente tras la larga espera, sonó la campana anunciando el final de la clase, Mikey simplemente guardo todos sus útiles escolares en su mochila, se puso de pie y con su mochila en la espalda se retiró del salón camino a su siguiente clase.
Notaba que el puma lo seguía, pero su primer pensamiento fue que posiblemente iban a la misma clase o por el mismo pasillo pero a diferentes aulas, entro al aula 23, donde le tocaba su clase de Filosofía II.
Ambos entraron al mismo salón, pero Ryan tomo asiento hasta el fondo del salón, mientras que Mikey se sentaba en los primeros asientos del aula.
Aprovechando que aún no llegaba la maestra encargada de la clase, tomo de su bolsillo su celular y se dispuso a dejarle un mensaje a Sam, para informarle de lo sucedido con Ryan, que aunque no esperaba que le contestara rápido, puesto a qué estaban en clases; después de dejar el mensaje, guardo el celular y preparo sus cosas de estudio para comenzar la clase.
La mañana transcurrió con normalidad hasta las 10:30 am, la hora donde su receso comenzaba, y como era habitual el lobo albino iba en camino a la cafetería para encontrarse con su novio y su amigo.
Tomo asiento en una de las sillas vacías y esperó un poco. Miraba a los alumnos y algún que otro profesor entrar y salir de dicho lugar con sus alimentos, charlando y riendo entre ellos; Hikaru y Sam llegaron a la cafetería y apenas ver al lobo esperándolos, se acercaron a la mesa y tomaron asiento tras saludarlo.