Capítulo VIII

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Yoichi PoV 

Íbamos los tres juntos caminando, ya que planeábamos ir a buscar algún lugar donde comer y pasar un rato con nuestro pequeño hijo, Mikey por su parte miraba el cielo con una gran sonrisa, parecía como si fuera la primera vez que saliera de ese lugar, tras durar muchos años encerrado. 

—Papis ¿como se llaman? 

—Yo soy Toranosuke, tu papá tigre, y el lobo es tu papa Yoichi.—respondió Toranosuke con una sonrisa. 

—Si, y desde hoy, vamos a cuidarte ¿a donde te gustaría ir a pasear?—pregunte viéndolo con una sonrisa.

—No lo se, a pasear, en el orfanato casi nunca nos llevaban de paseo a algún lado.—respondió y se puso a pensar un poco. —¿Podemos ir a un lugar donde pueda jugar?—su estomago gruño muy fuerte, a lo cual ambos nos reímos levemente.

—Mejor busquemos donde alimentarte, para que seas un lobo grande y fuerte como tu papá tigre.—dijo Toranosuke riendo. 

Mikey asintió sin borrar su sonrisa del rostro, caminamos un buen rato hasta que llegamos a un restaurante de comida rápida, donde había una zona de juegos, pero los precios del menú que podíamos ver desde algunos carteles pegados en los vidrios del local, casi nos daban un infarto, pero al ver a nuestro pequeño ver como con su mirada deseaba una hamburguesa, decidimos por esta vez hacer el sacrificio por concederle el deseo a nuestro pequeño. Lo bajamos al suelo y le indicamos que fuera a la zona de juegos a divertirse un poco mientras Toranosuke iba a pedir nuestro alimento, por mi parte decidí buscar una mesa donde pudiera vigilar a Mikey por si le sucedía algo. Por fortuna encontré una mesa que estaba medianamente cercas del área infantil. 
Lo miraba muy feliz y a la vez sorprendido por el lugar, no sabía que hacer, pero al final solo observe como se acercaba a los juegos para después comenzar a divertirse. Unos minutos después Toranosuke llego con la comida, por lo cual con un grito llamo a Mikey, dirigió la mirada a todos lados y notábamos la mirada de algunas familias que nos juzgaban, cosa que yo me sentí incomodo, pero Toranosuke mantuvo su postura seria sin importarle los demás. Nuestro pequeño cachorro llego emocionado y se sentó a mi lado esperando su comida.

—Tengo mucha hambre.—dijo con un tono de voz muy tierno. 

—Toma pequeño.—Toranosuke le dio su bandeja, donde había una pequeña hamburguesa con bastantes papas fritas. 

—Y aquí esta lo nuestro amor.—dejo las bandejas de nuestra comida, donde había lo mismo que Mikey comía, pero esto era para adultos. —Y tu tranquilo, no te dejes intimidar por lo que digan los demás, nadie tiene derecho a decirnos como debemos ser.

Me relaje un poco para después comenzar a comer junto a Toranosuke, Mikey por su parte disfrutaba su comida con mucha felicidad, parecía que era la primera vez que comía algo así, por lo cual lo dejamos disfrutar su alimento. Mientras teníamos nuestro momento familiar, Mikey nos pregunto muchas cosas sobre nosotros, el como nos conocimos, nuestras edades, nuestro trabajo, la familia que tenia que conocer y así, lo típico que un niño curioso le pregunta a sus padres. Respondimos a todas sus interrogantes  y conforme paso el rato, los tres terminamos nuestros alimentos.

—Creo que deberíamos buscarle una escuela ¿no crees amor?—pregunte.

—Si, ahora que están de vacaciones de verano, seria buena idea.—respondió mi amado tigre para después dirigir la mirada hacía Mikey. —¿Hasta que año de primaria estudiaste? 

—Según la señorita Rose, acabe el primer año de primaria.—respondió en un tono inocente.

—Esta bien, entonces te buscaremos donde estudiar toda tu primaria.—respondí con una sonrisa.

—¿Y que sigue de la primaria?—pregunto mirándonos fijamente moviendo su cola.

—Pues sigue la secundaria, el barchillerato y si lo deseas, estudiarías la universidad para especializarte en lo que mas te guste.—respondió Toranosuke. 

—Genial, me gusta.—dijo con una sonrisa  para después bostezar.

—No te duermas aun, pequeño, vamos a buscar la escuela.

—Mejor vamos a casa y tu te quedas con el, lobito.—dijo Toranosuke. —Yo me encargo de todo.

Asentí, Toranosuke se puso de pie y cargo a Mikey, el cual tenia sueño, que se reflejaba en su mirada. Me puse de pie y nos retiramos del restaurante, pedimos un taxi para que nos llevara a casa, durante el camino, Mikey miraba por la ventana con sus ojos azules entreabiertos, ya que el sueño lo consumía demasiado, llego un punto en el que fue derrotado por el sueño  y se dejo llevar por los sueños.
Lo acariciamos un poco y después de un rato llegamos al edificio donde vivimos, tras pagar la cuota del viaje y bajarnos del edificio, nos dirigimos a dicha construcción para subir a nuestro departamento. Entramos y Toranosuke llevo al pequeño a su habitación, por mi parte yo me fui  a la sala a descansar un poco en el sofá, esto de caminar demasiado para encontrar donde comer, me provoco un dolor  en las patas. Toranosuke llego a la sala y se sentó en el otro sofá.

—Voy a salir a buscar su escuela, ese pequeño tiene que ser alguien en la vida.—dijo mi amado tigre pensando.

—Y lo será, pero me da miedo que lo molesten por ser hijo de dos  padres gays.—dije con un tono preocupado.

—¿Y por que les tiene que importar? Mientras Mikey reciba el cariño de una familia, todo es normal, como si ellos  fueran demasiado normales sin problemas.

—Eso si, pero  ya sabes como son algunos chicos, de ignorantes por parte de sus padres.

—Ya veras que todo saldrá bien, ese lobo se ve que es alguien fuerte y valiente, así como tu.—me sonroje al escuchar esa frase que dijo. —Bien iré a buscar la escuela ¿lo inscribimos en una escuela publica o en colegio? 

—Que mas da, lo importante es que estudie.—respondí. —Pero lo de su barchiller ya se donde debe de estudiar.

—¿Quieres que estudie donde nosotros dos nos conocimos?¿En el Barchiller General Carlson? Pero si es muy exigente, no se como le hice para ser aceptado en el examen de admisión.—se rasco la nuca mi amado tigre.

—Ese examen era fácil,.—dije riendo. —Pero bueno, Mikey cuando vaya a entrar ahí sera un sabelotodo.

—Y un semental como  yo ¿te imaginas que salga alguien rudo y semental como yo,  pero con una inteligencia enorme y unos hermosos sentimientos como tu? 

—Solo el tiempo lo dirá, mi amor.—sonreí.

El asintió, se acerco a mi para acariciarme un poco y después salio del departamento para ver  que lograba encontrar.
Podrán pensar que es fácil nuestra vida, pero por azares del destino, se nos complico mucho, ya que cuando iniciaron las clases de Mikey su segundo año, cuando todos sus compañeros se enteraron que era hijo de dos hombres, evidentemente comenzaron los problemas de bullying y de discriminación, al principio fueron simplemente burlas, pero tomamos medidas drásticas al ver que lo comenzaban a golpear, por obvias razones lo cambiamos de escuela, pero se repitió la misma situación una y otra vez, Tora y yo hartos de todo, no sabíamos que hacer, sinceramente, pero teníamos que hacer que nuestro pequeño aprendiera a defenderse y que no perdiera  sus  estudios, por lo cual, una tarde donde estábamos los tres en la calle, nos encontramos un lugar donde parecía ser un lugar de entrenamiento de kickboxing, Mikey al ver los pequeños carteles donde daban los informes del lugar y sus precios, se emociono y de inmediato nos pidió y nos suplico que lo inscribiéramos, sin saber como negarnos fuimos a pedir informes, por suerte había curso para pequeños, y el encargado del lugar al vernos, supo el por que estábamos ahí, pero se enfoco mas en nuestro pequeño. 
Lo inscribimos y el entrenador nos dio su palabra de que daría todo para que Mikey se supiera defender, y que a la vez en el mismo área de entrenamiento nadie lo hiciera menos por ser hijo de dos padres homosexuales.
Podía decirse que ese fue un cambio, pero lo mejor estaba por venir, y esta vez solo nuestro hijo Mikey sería el indicado para contarnos todo...

Looking Be Myself II (Furry/Yaoi)Where stories live. Discover now