Looking Be Myself II (Furry/Yaoi)

Capítulo XIII

Mikey Pov

Días después

Llegó el viernes de mi primera semana de clases, resumiendo lo que había hecho en esa semanas, me hice amigo de un chico llamado Hikaru, un chico que era único en la escuela, un zorrillo, pero a su diferencia, el estaba operado para que no oliera mal, pero aun así, siempre era el blanco de burlas y humillaciones de Ryu y su banda. Seguía pensando en el chico de la apariencia desconocida y confusa, por que el se veía que estaba ahí por compromiso o por que alguien lo obligaba a estar ahí, en alguna ocasión intente acercarme a el, pero algo dentro de mi me impedía mínimo saludarlo.
En fin era el viernes a las 10:20 am, la hora del receso, Hikaru me había propuesto ir a almorzar al hall de la escuela, mientras que yo quería ir a las gradas de las canchas para almorzar y ver a los chicos de semestres superiores jugar. No logramos decidir a done y optamos por ir a la cafetería, donde ahí nos conocimos.

Flashback

Recuerdo ese día, era un Miércoles a la hora del receso, estaba yo en la cafetería leyendo mientras almorzaba un sándwich carnívoro con verduras que me preparó mi padre tigre; me metía muy profundo en la trama del libro, por lo cual no me percataba de lo que sucedía a mi alrededor, bueno, por eso y por que estaba escuchando música con mis auriculares. 
Mire de reojo a la zona donde venden algo de comida casera ahí dentro de la cafetería, y al parecer estaba ahí, un zorrillo de unos 15 años, de personalidad tímida formado en la fila para pedir su pedido, pero en ese momento habían entrado Ryu, un tigre de pelaje rojo y un toro negro y noté que inmediatamente se dirigían al chico. Me quite el  auricular izquierdo, ya que estaba viendo a la entrada del lugar, sentado dando la espalda a una ventana; quería escuchar lo que planeaban hacerle al chico. Y al parecer comenzaron a hacerle burlas por ser un zorrillo, llamándolo "apestoso" y entre otras cosas para hacerlo sentir mal, note que el solo bajo la mirada y sus orejas pequeñas ya que lo estaban haciendo sentir mal. Llegó un punto en el que me quite bruscamente los auriculares, deje el libro de manera agresiva sobre la mesa y me puse de pie para dirigirme hacía aquel grupo.

—A ver, trío de idiotas, no se metan con el.—dije molesto mirándolos seriamente y gruñendo.

—Ow, miren, el príncipe vino a salvar a su doncella.—exclamo aquel tigre de pelaje rojo. 

—Tu no te metas, maricón, esto es asunto de hombres, y tu no lo eres.—dijo Ryuichi en tono burlón.

—¿Y como sabes eso? ¿Ya me viste desnudo o que?—me crucé de brazos y se escucho la risa de algunos que estaban mirando la discusión. 

—No te pases de listo con nosotros, no sabes con quienes te metes.—se acerco aquel toro negro a tomarme de la camisa. —Me dan ganas de exterminar a todos los maricones como tu.

—Anda, atrévete a tocarme, inténtalo, si es que puedes.—dije en tono desafiante, y antes de que el pudiera hacer algo, lo sujete del cuerpo, lo encorvé y le di una fuerte patada en el estomagó con mi rodilla, lo que hice que se quedara sin aire y se abrazara a si mismo por el dolor. —¿Quien sigue?—me cruce de brazos viendo al tigre  y a Ryuichi, el cual, uno estaba un poco nervioso y dudaba si intentar pelear, mientras que el otro solo tenia una mirada demasiado molesta. 

—Ya nos arreglaremos, y ya veras como te ira.—dijo Ryuichi y ordeno a sus compañeros que se retiraran los tres juntos.

Me acerque al zorrillo, el cual asombrado y asustado había visto toda la escena. Extendí mi mano hacía el con una pequeña sonrisa. 

—No te había visto por aquí.—dije.

—Soy nuevo en la ciudad, recién me mude aquí con mi madre.—respondió algo tímido y estrechando mi mano. —¿Por que te dicen maricón y todo eso? ¿También eres...?