Yoichi PoV
Dos meses y tres semanas después
Paso bastante tiempo, no recibíamos respuesta alguna de la señorita Rose sobre nuestra petición de la adopción, Toranosuke durante este tiempo que ha pasado, ha estado demasiado serio, aunque el lo oculte dándome mucho cariño; lo único que nos mantenía distraídos eran nuestros trabajos y las veces que salíamos con Zachary y su novio, el cual es un zorro llamado Luke, ellos dos se habían mudado a la ciudad después de varios años de que mi amigo mapache se fue por su empleo; fue divertido tenerlo de visita de vez en cuando, su novio es alguien agradable, de repente es muy serio pero siempre estaba dispuesto a dar una risa cuando se era necesario compartirla, ahora entendía por que Zachary se enamoro de el. Aunque Luke no se puede comparar con Toranosuke en cuestiones de como son en la relación en privado, aunque Tora es mas territorial y lo demuestra.
En fin, solo seguimos con nuestras cosas, así como se planeo, aunque no perdíamos las esperanzas de que pronto nos llamaran para decirnos que oficialmente teníamos a nuestro hijo.
Una noche, eran las 8:00 pm, Toranosuke había llegado un poco mas temprano de lo habitual de su trabajo, yo estaba en la sala viendo la televisión, me asome por encima del sofá para ver a Toranosuke entrar, no se veía bien, parecía estar molesto, por lo cual me acerque a el un poco. Lo olfatee y note que apestaba demasiado a alcohol.—Amor, dijiste que no volverías a tomar así de exagerado.—lo tome de la mano para encaminarlo al sofá y finalmente sentarlo en el mismo.
—Necesito desahogarme, olvidar los problemas.—respondió de manera seria.
—¿Pero que problemas? Todo esta tranquilo,hasta nuestra relación, si te refieres a lo de la adopción, por favor amor, si te llegan a ver así, perderemos todo el proceso.—me apegue a el con miedo, ya que una vez se había puesto violento conmigo pero por fortuna no hizo nada de lo que pudiera arrepentirse.
—Es eso, que me siento tan mal que quiero olvidar que jamás seremos padres.—suspiro y me acaricio al notar mi miedo. —Se que aun estas asustado por esa vez que te asuste por ponerme violento, jamás me atreveré a levantarte la mano ni la voz.
—Pero por favor, controla la bebida, desde que tu mismo te hiciste la idea de que jamás vamos a ser papás, te dañas tu mismo, solo se mas paciente.—moví la cola y le di una lamida en la mejilla. —Yo también quiero dejar eso de ser padre, pero yo se que pronto vamos a ser padres, vamos mi amor, no te rindas.
El me escucho atentamente y tras un rato en el que se quedo en silencio, escuche como comenzaba a llorar y a abrazarme mas, había hecho que sacara su lado sensible, cosa que a veces me costaba hacerlo; el solo me pedía perdón por su comportamiento, y era normal que se sintiera desesperanzado, por lo cual le dije que no eran necesarias sus disculpas. El simplemente lloro un corto rato hasta que finalmente se calmo. Me tomo del hocico y me acerco a el para darme un beso en la nariz, tosí un poco ya que el olor a alcohol me molestaba demasiado, y desde hace años que no probaba dicha bebida.
—¿Cuanto alcohol tomaste?—pregunte intentando ventilarme.
—Solo me tome 10 botellas de cervezas.—respondió para después eructar.
—Eso es demasiado, amor.—dije de manera seria. —No entiendo como llegaste aquí sin morir en el camino o al subir las escaleras del edificio.
—Lo siento lobito, solo dame una taza de café, bastante comida y ya, yo iré a darme un baño caliente.
Dijo eso y se puso de pie, pero se tambaleaba demasiado, por lo cual me acerque para ayudarlo a mantenerlo en equilibrio, y mejor decidí llevarlo al baño para que tomara su ducha. Al llegar, le quite su uniforme hasta dejarlo completamente desnudo, intente no sonrojarme ni excitarme al verlo desnudo y manosear su corpulento cuerpo; abrí la llave del agua caliente y con cuidado lo metí a la regadera. El se apoyo de la pared con una mano para después por si mismo poder mantenerse de pie; tome su uniforme y sin que se diera cuenta, olfatee un poco su bóxer mientras iba a dejar todo en el cesto de la ropa sucia. Deje todo en su lugar y me fui a la cocina.
Paso una media hora mas o menos, y Toranosuke, algo mareado pero con la suficiente fuerza para mantenerse de pie por si mismo, fue a la cocina y únicamente vestía un short de color amarillo.—¿Ya te sientes mejor?—me acerque a el para después dejarle la comida en la mesa del comedor.
—Mañana amaneceré con una resaca muy fuerte.—respondió para después sentarse en la mesa con cuidado. —Ojala ya pronto se cumpla nuestra meta.
—Y veras que así pasará.—le di un beso en su mejilla. —Ahora come antes de que me enoje y te castigue 3 semanas sin tener nada de sexo.
—Oh vamos mi amor.
Ambos reímos tiernamente, y de repente el teléfono de la casa sonó, Toranosuke me dijo que fuera a responder la llamada, y eso hice. Al contestar la llamada y tras escuchar la voz que hablaba, era de una mujer, y se me hacía raro que ha esta hora nos haya llamado la señorita Rose, por lo cual al escuchar todo lo que me decía, no pude contener las lagrimas y simplemente me limite a agradecerle para después terminar la llamada. Dirigí la mirada hacia mi amado tigre, el cual con una mirada confusa mi vigilaba atentamente.
—¿Y quien era?—pregunto.
—Era la señorita Rose, y amor, lo que me dijo te alegrará.—lo mire con una gran sonrisa y mirándolo a los ojos mientras movía la cola.
—No me digas que...,—No termino de decir la frase en plena composición, ya que se levanto de la silla y tambaleándose se acerco a mi para abrazarme.
—Te dije que seríamos padres tarde o temprano, pero que jamás nos quedaríamos con las ganas.—correspondí al abrazo mientras acariciaba su espalda.
—Nunca volveré a dudar de ti, mi lobito listo.
—Jamás debes hacerlo, mi tigresote tontito.—me apegue mas a el.
Así que si, finalmente seriamos padres, nos habían citado para el día siguiente ir al orfanato para ir a recoger al pequeño lobo, y eso hicimos, con algo de dificultad, nos levantamos temprano, estuve en un punto de hacer brujería para quitarle la resaca con la que amaneció, al menos se la pudimos controlar para que no se viera en una situación que no fuera adecuada para presentarse.
Llegamos al orfanato, y tras hacer los últimos papeleos, nos dimos cuenta que el pequeño nunca había tenido un nombre.—Como ustedes serán los padres del cachorro al cual van a adoptar, tienen el derecho de asignarle un nombre, con el cual, sera registrado de ahora en adelante ante la sociedad.—dijo Rose.
—¿Algún nombre? Yo quiero ponerle "Tatsuki" o "Michael".—dijo Toranosuke.
—Pues yo también pensé en ponerle "Michael".—pensé un poco. —Si, que se llame Michael, de cariño le diremos Mikey.
—Bien.—la leona tomo su teléfono del escritorio y le indico a la otra persona de la linea, que trajera al cachorro. —A partir de hoy, y por los poderes que la ley y el estado me concede, el menor reconocido como Michael Itsuki Atsushi, queda al cuidado de ustedes.
Ambos asentimos y firmamos el acta donde ya estaban los datos de nuestro hijo, quien oficialmente ya era parte de nuestra familia. Esperamos unos minutos hasta que finalmente una chica llego tomando de la mano al pequeño, quien cargaba en su espalda una pequeña mochila, y como siempre, llevaba en sus manos su pequeño e inseparable juguete de felpa. La muchacha se fue, Rose se acerco al pequeño, se agacho hasta su tamaño y acaricio al cachorro.
—Mira pequeño, ellos dos de ahora en adelante ya van a ser tus padres, tu familia.
—¡Yupi!—exclamo con felicidad el pequeño lobo, quien comenzó a mover su pequeña cola y dar un pequeño aullido, cosa que por instinto comencé a seguir el aullido.
Finalmente Toranosuke y yo estábamos muy felices al tener a nuestro hijo a nuestro lado, el cual desde hoy seria llamado Michael, el feliz con su nuevo nombre, cuando lo cargamos entre los dos, nos dio una lamida en la cara a cada uno por la felicidad del momento, sin mas, agradecimos todo y nos fuimos del orfanato para tener nuestro primer día como una familia.
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Looking Be Myself II (Furry/Yaoi)
Science FictionTras varios años desde que Yoichi y Toranosuke contrajeron matrimonio y lograron conseguir un buen hogar, con una economía estable, ambos deciden adoptar a un lobo de pelaje blanco llamado Michael (de apodo Mikey), el pequeño de 7 años al entrar a...