Pasaron unos cuantos minutos para que finalmente el padre de Mikey y Ryuichi llegaran a la oficina de la directora, por parte del lobo de pelaje blanco había llegado su padre Yoichi, aquel lobo de pelaje gris con blanco, venía un poco molesto y era evidente que cuando dirigió la mirada a su hijo lobo, este sintió un profundo temor; mientras que por parte de Ryuichi, se presento como su padre un dragón de escamas rojas y ojos amarillos. Yoichi al mirar de reojo a aquel reptil enorme comenzó a preguntarse muchas cosas y a tener recuerdos de su infancia.
¿Realmente se podría tratar de Kousei? ¿Podría ser que uno de los bravucones que alguna vez le hizo la vida imposible al lobo padre y al tigre estaba de vuelta?
Ambos padres se ubicaron detrás de las sillas donde sus hijos estaban sentados, Yoichi sujeto de los hombros a Mikey y acaricio un poco de los mismo, para poder relajar a su cachorro de pelaje blanco.
—Buenos días profesora ¿puede decirme que sucedió? Tuve que salirme del trabajo cuando estaba algo ocupado —miraba fijamente el lobo padre a aquella leona de edad avanzada, la cual tras quitarse sus lentes miro a los padres y a los hijos—.—Ninguna ocupación debe ser mas importante que su hijo —con un tono de voz serio respondio y dio un pequeño suspiro—, la cuestión por la que los cite es que a las 8:10 am, el señor Michael y el señor Ryuichi comenzaron una riña en la cafetería del instituto.
—¿Y a que se debe eso? —pregunto el dragón de escamas carmesí mirando a la leona de edad avanzada—. Mi hijo siempre es tranquilo, tiene algo de impulso, pero es muy leal con sus amigos.
—Señor Ryuichi, cuénteme su versión de lo sucedido.
—Esta bien —dio un suspiro aquel dragón de escamas verdes—, estaba con mis amigos en la cafetería cuando el llego con sus amigos a molestarnos, y si que yo le dijera nada, me comenzó a golpear.
—Me cuesta creer eso —dijo la directora para después mirar al lobo de pelaje blanco—, puede hablar usted, señor Michael.
—Bien —suspiro el chico en un tono de voz deprimido, por lo cual su padre acaricio un poco sus orejas para calmarlo—, todo comenzó en la mañana, Ryuichi, Connor y los otros dos que siempre los acompañan, me habían acorralado en plena entrada del hall, donde recibí dos puñetazos en el estomago, me llevaron a la fuerza al baño y me quitaron mis pantalones que llevaba.
—¿O sea, te violaron hijo? —pregunto un poco preocupado el lobo padre—.
—No, solamente me los robaron, Ryuichi me tomo una fotografía estando yo en ropa interior y evidentemente la compartió en todo el internet, y la pelea que sucedió en la cafetería, fue por que el comenzó a hacerme burla e insultos por ser hijo de dos padres, si quiere mas testigos de confianza, mande a llamar a Hikaru y a Sam, ellos dos puede corroborar lo que dije —dio un suspiro para después mirar de reojo al dragón de escamas verdes.
Ambos padres molestos de escuchar las versiones de sus hijos y comenzar a debatir con la directora, la misma decidió llamar a los dos chicos mencionados por Mikey, los cuales unos minutos después llegaron; ambos al dar su testimonio y encima, Sam le regresara los pantalones que Mikey había perdido ya que su hermano Connor los tenía, la directora decidió suspender a ambos chicos infractores por su comportamiento. Los padres de los chicos molestos aceptaron la decisión de la leona anciana y ambos decidieron irse.
Los amigos del lobo de pelaje blanco se retiraron a su salón, mientras que este se quedo con su padre lobo fuera de las oficinas de la dirección.
—¿Por que no me dijiste que tenías problemas? —pregunto el lobo padre poniendo una mano en el hombro de su cachorro—.—No quería preocuparte a ti o a mi padre Toranosuke —respondió bajando la mirada y las orejas—, ya de por si siempre están agotados en sus empleos y como para darles yo problemas preferí encargarme yo mismo.
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Looking Be Myself II (Furry/Yaoi)
Science FictionTras varios años desde que Yoichi y Toranosuke contrajeron matrimonio y lograron conseguir un buen hogar, con una economía estable, ambos deciden adoptar a un lobo de pelaje blanco llamado Michael (de apodo Mikey), el pequeño de 7 años al entrar a...