Looking Be Myself II (Furry/Yaoi)

Capítulo XXXII

—¡Oigan! ¡Par de maricas! 

Michael y Sam dirigieron la mirada hacía aquel reptil de escamas verdes, que venia acompañado del bovino Jeff, los cuales sus intenciones eran no muy buenas, la pareja se puso de pie sin retirar la mirada a los matones, en el rostro de Sam se miraba algo de inseguridad, y la de Michael una seriedad pero internamente, tenía el mismo sentimiento que el de su pareja, tal vez un poco mas. 

—¿Se te perdió algo, Ryuichi? —se cruzo de brazos el lobo viendo al dragón, fijando su mirada en este—. 

—¿No les da asco estar dando escenas así en la escuela? —pregunto en un tono burlón—.

—¿A que te refieres con "escenas"? —Sam pregunto confundido pero en su mente se hilaba la respuesta que posiblemente el dragón daría, con sus ideas retrogradas—.

—No se hagan los imbéciles, me refiero a sus escenas de estarse besando y muy melosos en frente de todos —respondió el matón líder—, dan asco, espero ya hayan terminado de darse amor. 

—Imagino que preguntas por que tu también quieres que te bese ¿o me equivoco? 

Ryuichi al escuchar lo que Mikey dijo, enfureció demasiado, apretó sus puños mientras escuchaba la risa de Sam y de algunos que estaban presentes en las gradas, mientras que otros apenas llegaban a disfrutar de sus alimentos.
El dragón por la humillación que recibió con las palabras de Michael, se acerco a este sujetando su camisa con su mano izquierda, mientras que con la mano derecha, formaba su puño y lo amenazaba. 

—Escucha bien, rarito, si no quieres que te de una paliza, mas te vale que te arrodilles junto a tu novia y me pidan perdón.

—No tengo por que pedirte perdón —gruño el lobo sin tener muchas opciones, dirigió su mirada hacía Sam, el cual estaba muerto de miedo, regreso la mirada hacia el reptil de escamas verdes y clavó su mirada en el—, simplemente no debo y no tengo por que pedirle disculpas a nadie por ser como soy, yo solo busco ser yo mismo, y si tengo que defenderme de ignorantes como tu, no dudare en hacerlo. 

Ryuichi gruño y sin pensarlo dos veces propino un puñetazo al rostro de Michael, lo que provoco que el lobo echara un poco de sangre de su nariz, Sam intento meterse en el conflicto, pero fue detenido inmediatamente por el bovino. El dragón miro nuevamente al lobo, el cual estaba aturdido, amenazo nuevamente con su puño al chico de blanco.

—¡¿Quieres otro golpe?! ¡¿O te disculparas?! —interrogo al lobo blanco—.

—¡N-No te pediré perdón! —Michael se recupero  y sujeto la muñeca de Ryuichi y como pudo, logro zafarse, pero eso no impidió que el dragón nuevamente le lanzo un puñetazo, esta vez en la zona del ojo derecho. El lobo se cubrió con una mano la zona del golpe. 

—Insisto, deberías dejarme curarte de esa enfermedad —dijo el dragón en un tono burlesco y seguro de si mismo—. 

—¿Realmente crees que Sam y yo estamos enfermos? —el lobo en tono de molestia pregunto sin quitar la mirada del reptil— ¿Eres idiota o acaso tu familia es son de la misma línea sanguínea directa? 

El poco publico que comenzaba a juntar al  ver la discusión y pelea de ellos dos, comenzaron a burlarse de lo que Mikey había dicho, Ryuichi parecía no entender mucho lo que dijo el lobo. Sin dudarlo, el dragón decidió lanzarse al lobo para comenzar a forcejear. El chico del pelaje blanco en un movimiento ágil logro separarse de Ryuichi y le propino una patada en el estomago, lo que dejo al reptil un poco aturdido por la falta de aire, cuando el lobo quiso darle otra patada al dragón, este logro lanzarse sobre el, donde ambos cayeron en una grada; Ryuichi había quedado sobre Mikey, y aprovechando la gran ventaja que había conseguido, decidió golpearlo tantas veces que el lobo solo intentaba cubrirse y tratar de detener los golpes del rival. 
El publico solo quedaba asombrado de ver el resultado del conflicto, algunos gritaban para que Mikey pudiera reaccionar, Sam simplemente intentaba escaparse de Jeff, pero este le impedía moverse. 
Ryuichi le propino una paliza a Mikey, tras terminar de golpear lo suficiente el rostro de su rival, se puso de pie y miro fijamente a su rival, el cual estaba en el suelo, aturdido y lleno de sangre que provenía de su hocico y nariz.