Darién & Serena

Cuando nadie ve

Todo el mundo piensa que la única que da afecto en mi relación con Darién soy yo, que él es un antipático , que él jamás me demuestra su afecto en ningún momento.
Déjenme decirles a esos chismosos: están muy equivocados.
Para deshacer todos los rumores de que mi novio no me valora les contaré cómo es una semana más para mí.

Lunes

7:45 a.m

Me despierto por el molesto ruido que taladra mis oídos y no es precisamente la alarma o Luna que maulla por la puerta; se trata nada más que  10 mensajes de texto y una llamada perdida de Darien.

     Buenos días princesa 💕
 

                                           7:15 a.m.
    
     Lista para comenzar tu semana?
                                              7:16 a.m.
                    
     Estás dormida?
                                              7:20 a.m.

    No puede ser, te dije que no debíamos
    ver el otro capítulo de la serie ;(

                                               7:25 a.m.  
    Serena, mi rosa, por favor tienes que
    despertar.
                                                7:28 a.m.

    Ya está, paso por ti en diez minutos
     espérame en la puerta, sí?
                                                 7:30 a.m.

    Ya llegué, ábreme estoy afuera :)
                                                  7:41 a.m

    Serena, despierta por el amor al pastel

    Princesa llegarás tarde si no te das
    prisa.

    :)
                                                  7:44 a.m.

Asustada por la hora del último mensaje observo que es reciente y que si me apresuro lograre alcanzarlo antes de que se vaya. Me levantó veloz intentando vestirme y peinarme al mismo tiempo lo cuál solo da como resultado más desastre. Luna ayuda un poco mientras me regaña por hacer esperar a Darien de esa manera.

Bajo por las escaleras de manera exprés al tropezar con una de mis coletas mal hechas. Los libros me caen en la espalda y eso hace más pesado el golpe, claro que por la adrenalina no me da tiempo de esperar a que me duela.
Salgo por la puerta gritando un "adiós" a mi madre que parece contestarme algo pero no alcanzo a escuchar con claridad que me dice.

Lo observo a él recargado de la moto con el casco en su mano y una bolsita de papel en la otra.
Me sonríe entre divertido y aliviado por verme correr hacia él con grandes saltos.
Me saluda con beso en los labios y me entrega la bolsa de papel. La abro ansiosa de pensar que es un peluche o algo por el estilo pero me encuentro con un cajita de jugo y un emparedado sencillo. Lo miro confusa por el contenido a lo que con un poco de risa me responde:

— Apuesto mi billetera a que saliste tan rápido que ni siquiera desayunaste —
Ante la revelación me siento completamente apenada y expuesta pues tiene la total razón.
Me quita mi mochila para meterla en el compartimento de debajo del asiento y sacar mi casco rosa con flores. Me lo coloca con cuidado de no despeinarme más mientras yo le pongo el popote a mí juguito de naranja. Estando listos ambos sobre la moto, la enciende y avanza con velocidad en dirección a mi escuela.