Brave (3)

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– Soy yo –
Susurró sorprendida. Tenía los mismos ojos azules y sus facciones eran igual de delicadas. ¡Por Kami! Hasta su peinado era el mismo.

La otra chica la miraba con tristeza, como si estuviera viendo un fantasma de algún ser querido. O eso parecía, sus ojos era lo único expresivo en su rostro.
Quiso iniciar una conversación con ella pero recordó su objetivo ahí, tenía que encontrar la salida de ese lugar para llegar con él; con su querido Darien.

– Disculpa, ¿Tu sabes cómo salir de aquí? Necesito irme –
Preguntó con temor a que aquella chica fuese una ilusión o algún villano enviado por el Negaverso para eliminarla.
Pero por alguna razón, sentía que podía confiar en esa chica.

– ¿Por qué quieres irte? Una princesa no debe arriesgase por otros –
Le contestó con voz pasiva, casi melodiosa. Era agradable de escuchar pero Serena hizo un gesto de enojo por lo dicho.

– ¿Por qué no? –
Pensó que se molestaría por la pregunta pero la chica no hizo nada más que mirarla por un segundo y desviarla de inmediato a algún punto incierto de la nada que las rodeaba.

– No es correcto, una princesa siempre tendrá un caballero que la proteja del peligro –

Eso no era la respuesta que esperaba, su corazón bondadoso le impedía ver más allá de las intenciones de la otra rubia por explicar. ¿Acaso la vida de los demás importaba menos que la suya solo por ser de la realeza? Que tontería más grande. Cada vida es indispensable e igual de valiosa que las demás. Es como las flores de un jardín, ninguna es menos hermosa que otra y no por pensar lo contrario debes cortarlas para acabar con su existencia.

Si, apreciaba las veces que sus amigas recibían heridas por ella porque la hacían tener esperanzas en su amistad. Sin embargo, detestaba que creyeran que su vida valia menos que la de ella. Serena sin las sailors no era la misma. Estaba incompleta.

Estaba por replicar a esa respuesta pero se vió interrumpida por las repentinas lágrimas que mojaron las mejillas de la princesa. La culpa la invadió, ¿Habría hecho algo que la ofendió? No era para tanto discernir de los temas ¿Cierto?

– ¿Por qué lloras? –

– Porque morirá de nuevo por mí –
Exclamó depresiva la otra rubia. Serena por su parte se quedó estupefacta, se negaba a creer en las palabras de esa chica. Podía parecerse a ella en el pasado pero no sé recordaba así de ingenua y cobarde.
Por otro lado, la joven no tenía motivos para mentirle. ¿Que ganaba con eso?

– ¡Mentira! Soy más fuerte ahora, puedo protegerlo –
Declaró con decisión y seguridad, faceta que había desarrollado gracias a Sailor Moon.

– Una princesa no debe arriesgarse por otros, ella siempre tendrá a un -

– ¡Estoy harta de escuchar eso! Yo también puedo pelear, yo puedo protegerlo del peligro también. Ya no quiero quedarme viendo como gente inocente y querida arriesga su vida por mí – se desahogaba con esa versión suya del pasado, ya había fingido por bastante tiempo que eso no le afectaba. Estaba cansada de ser fuerte todo el tiempo frente a todo el mundo.

–  Y, ¿Sabes qué? Eres una cobarde por pensar en eso –
Se giró furiosa para irse lejos de esa persona tan difícil. Es que, ¿No le daba impotencia ver caer a sus amigos solo por salvarla a ella? Las princesas son los seres más imperfectos que existen, de eso estaba más que segura.

– ¡Tu no lo entiendes! Siempre he tenido que ser la princesa perfecta, la que no puede mostrar emociones para ser una buena monarca. Me han criado así, no puedo actuar de otra forma –

– ¿No puedes o no quieres? – le respondió mordaz, la amabilidad había quedado atrás en cuanto supo que Darien corría un grave peligro.
El silencio que hubo después la decepcionó de cierta manera porque en teoría, era ella misma. La cobarde que no quiere aceptar sus sentimientos era ella, en parte.
Se obligó a calmarse para razonar con la princesa, por el momento era la única que podía darle una respuesta sobre la salida de ese lugar que comenzaba a marearla. Respiró profundo un par de veces y se acercó a Serenity.

Darién & SerenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora