Malos entendidos

904 48 3
                                    

Técnicamente no había nada de malo, no, pero algo no cuadraba : Rei y Darién platicando animadamente en la cafetería que solía frecuentar con él, no tenía motivos para estallar en celos, sobretodo porque ellos habían sido novios y su amiga aún no tenía pareja. Decidió mejor ir al Crown para desestresarse de la pesada semana de escuela que había tenido.
– Serena, ¡Buen día! – la alegre voz de Andrew la hizo sonreír por inercia. Esa amable sonrisa era una de las cosas que le había gustado de él en un principio.
– ¡Hola Andrew!– Con ánimos renovados comenzó a platicar con él y, ¿Por qué no? Jugar un par de videojuegos. Sin duda lo que necesitaba.

Darién estaba saliendo de la cafetería después de encontrarse con Rei para pedirle un par de consejos para el regalo de cumpleaños de Serena, ¿Quién mejor de su mejor amiga para darle un presente perfecto?
Aunque por un momento llegó a ver a Serena en la calle, observando su plática con Rei, esperaba que llegara y les armara un escándalo. Pero no, ella solo sonrió a alguna pregunta que hizo en su mente y se fue de ahí. Algo raro en ella si se lo preguntan.
No tenía nada que hacer, así que iría con Andrew para pasar el rato, quería ir con Serena pero lo más seguro es que tenía un compromiso importante y posiblemente iba tarde. Se tragó una risa cuando la imaginó corriendo y tropezando con las personas que se cruzaban en su camino, o más bien ella se interponía en el de ellas.
Grande fué su sorpresa al verla tan sonriente y llena de alegría jugando su videojuego favorito con Andrew.
¿Ese era el compromiso tan importante? ¿Andrew? Sintió una incomodidad creciendo en su pecho al ver que ella reía y festejaba su victoria en el juego. Jamás había visto esa faceta tan infantil, al menos no cuando él estaba presentando. ¿Qué estaba pasando?
Deseaba irse y ya no sentir aquella incomodidad de ver a su rubia tan sonriente con alguien que no era él.
–¡Darién! ¡Amigo! – El castaño se sentía alegre de ver al peli-negro por ahí, lo hizo pasar, ajeno al ambiente tenso entre la pareja.
–Andrew, ¿Cómo has estado? –
Serena estaba confundida ¿Darién acaba de ignorarla? No, seguro que solo no la había visto. Sí, debía ser eso
– Hola Darién–
«Desaparecer» ese era el deseo del ojiazul. Llamenlo inmaduro pero no quería enfrentar aquellos ojos hechizeros que harían: se olvidara de todo lo que sentía y vió hace un momento.
–Serena, no te había visto– Solo le había mentido una vez y todo había salido mal. Solo esperaba que está ocasión fuese diferente.
– Entiendo...– "Ahora o nunca" pensó con determinación – Por cierto, ¿Que hacían Rei y tú en la cafetería? –
No admitiría que estaba celosa de su mejor amiga y colega, No. Se compraba la idea de que era simple curiosidad.
– Nada, nos encontramos y decidí invitarle un café – "Mentiroso" le reclamaba su conciencia, era por una buena causa, si decía la verdad la sorpresa se arruinaría.
– Ah –
Su respuesta fue monótona, sabía que su excusa no la había convencido pero ya nada podría hacer. La voz de Andrew contando su divertida historia reciente con un cliente que hizo un berrinche por perder un juego de carreras, lo sorprendió de sobremanera ¿En qué momento se fué?.
– Me tengo que ir, Andrew después vendré a volver a vencerte –
Su mirada volvió a iluminarse cuando se dirigió al castaño, miró por última vez a Darién y se fue a su casa pensando en todo lo que pasaba. Primero Darién y Rei conversando en la cafetería, luego el "despiste" de Darién cuando llegó al Crown y por último la mirada nerviosa que tenía él cuando le mencionó lo de Rei...«Rei»
Cambiando de dirección, tomó el primer autobús que llevará al templo. Llegaría al fondo de esto Si o si.
Darien no estaba mejor, aun sentía aquella incomodidad pero ahora sumando el hecho de que ni siquiera sé despidió de él "Hipócrita" le volvía a molestar su conciencia el la había ignorado cuando entró al Crown.
– Oye Darien – levantó la vista para mirar directamente al castaño –¿ Todo está bien con Serena? Su cumpleaños es mañana y no quisiera verla triste – Andrew preocupaba por serena como se preocupa un hermano. No negaría qué antes estuvo a punto de ceder ante la insistencia de la rubia pero todo cambió cuando ella conoció a su amigo y él a Lita.
– Creo que sí... La verdad es que nunca la he podido entender por completo ¿Sabes? Jamás la había visto tan feliz como en ese videojuego, parecía una niña –
Omitió el "la ví feliz contigo" por supuesto pero la risa de Andrew solo logró confundirlo más.
– Creí que te habías dado cuenta –
¿De qué hablaba? No perdió tiempo y le hizo saber su duda ganando otra risa del castaño.
– Ella jamás se muestra de esa forma con las chicas ni contigo porque fué lo primero que le criticaste cuando se conocieron –
Definitivamente no se esperaba aquella confesión de su amigo. Aunque él tratase de negarlo lo que había dicho Andrew era cierto, le había dicho que era una inmadura y otras cosas que disminuían sus posibilidades de gustarle a Andrew en ese entonces. La comprendía en cierto modo pero le dolía que ella le ocultara una faceta suya ¿No eran acaso confidentes?
Se despidió del castaño y se fue a su departamento no queriendo pensar más en su situación.

Darién & SerenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora