¡Santa Claus le dió un beso a mamá!

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Abrazó con fuerza su conejo de felpa peludito de color rosa, fue el regalo de navidad que había pedido con tanta urgencia desde que lo vió en las tiendas, pero ahora con lo que había pasado esa noche de navidad no sabía cómo sentirse exactamente. Sin embargo, lo que Chibiusagui si sabía era que tenía que hablar con su papá a como de lugar.

Darien preparaba un delicioso, y para nada nutritivo, desayuno familiar. Su propósito era consentir cuanto pudiera a sus dos princesas ese día tan especial, su pequeña hija de seis años fue la primera en recibir su regalo y ahora le tocaba a su dulce esposa que aún dormía en la habitación que compartían.
Escuchó los pasitos cortos y saltarines de su hijita. Traía de la mano aquel peluche rosa por el los volvió locos a él y a su Serena. Subió a la silla de la isla de la cocina hasta que logró acomodarse bien, sus ojitos miraban toda la habitación y cualquiera podría pensar que estaba recién despertando, pero él no era cualquiera, ella estaba nerviosa. -
"¿Todo está bien Chibi-Usa? "pregunta con voz pasiva para animarla a decirle lo que sea que cruzara por su cabecita rosada.
"Papi quiero contarte algo, pero no vayas a enojarte, ¿si? "soltó de repente con la voz temblorosa. Por primera vez desde que entró ella le miraba con sus enormes ojos bermellón, llenos de pura valentía. ¿Pues que rayos iba a contarle?, ¿Alguna travesura? "No te quiero alarmar" él podía ver perfectamente como sus manitas estrujaban a aquel peluche usándolo como un escudo. "Se que mamá es muy buena y por eso me da pena lo que te quiero decir."

»Anoche sentí un ruido muy extraño por la noche, justo donde estaban el árbol los regalos; fui de puntitas hasta tu cuarto a buscarte, pero no estabas en tu cama.

Escuché la voz de mamá en la sala y fui despacito para no hacer ruido y no sabes lo que ví papá.

Pensé que era un sueño, pero era muy real; ¡Santa Claus le dió un beso a mamá!
Y ella estaba de lo más feliz hablándole de mí en el oído. "

Darien mira en silencio y escucha atento las firmes palabras de su hija, contrario a lo que se cree él se estaba riendo internamente de las cosas hilarantes que decía su princesita, hasta que no pudo más y sus risas comienzan a ser oídas por la pequeña conejita.

"¡No te rías!" frunce sus labios en un puchero adorable como solo ella sabe hacerlo. Darien se ve obligado a tomar el vaso de leche que le ofrece ella para calmar sus risas. "Te juro que lo ví papá, hasta tenía tu pelo, tu voz ¡ah! Y tú nariz, también tu ternura,"replica con una cara de total indignación a lo que ella cree un total impostor a su querido padre. "Si no fuera por la barba, papi, creería que eras tú " termina de decir escondida detrás de su conejito rosa, espera ver a su padre triste o enojado con su mami, pero no pasó nada de eso; su papá simplemente se quedó ahí quietecito en su lugar y sonriéndole como siempre. Eso le dió valor para hablar, "sabes, Papi, yo quiero mucho a mi mamá y a tí, por eso te lo estoy contando." explica menos nerviosa, atreviéndose a bajar el peluche hasta su regazo. Darien la observa enternecido por tan sincera confesión, no podía sentirse más orgulloso de su retoño rosa.

"Yo también las quiero mucho, hija."

"Entonces, ¿no estás enojado conmigo? "no pudo evitar reír un poco por esa pregunta llena de temor, así que era eso lo que la tenía tan ansiosa todo el rato.

"Por supuesto que no, Chibi-Usa." Darien la abrazó con cariño para luego agacharse a la altura de su pequeña hija. "Mi amor, no te preocupes los tiempos ahora han cambiado. Los Santa Claus de ahora no son como los de antes."

"¿Por qué Papi?"

"Pues, ahora sabes, los Santa son más listos, "hilaba rápido una explicación creíble que no terminará con la infancia de su hija tan rápido. "Y es que mamá es muy linda, y cuando se perfuma es despiadadamente irresistible.";termina hablando de su esposa que estaba tan despampanante anoche que no pudo evitar besarla y abrazarla toda la noche.

"Mmm... "La pequeña no se veía del todo convencida y eso hizo que el mayor se pusiera algo nervioso por buscar más excusas. "Y Santa Claus seguro pensó que era un ángel, si yo pienso por eso, por eso la besó." Eso era una verdad, realmente su amada rubia parecía un ángel invocado del cielo que él tuvo el deleite de admirar. Sin embargo su emoción se bajó al ver que su pequeña arrugaba el ceño, insistiendo en sus palabras.

"¡No papá, no no! Te juro que lo que ví no era un sueño, era real. Incluso tenía tus ojos y tus manos; sino fuera por el traje rojo y la barba creería que eras tú, papi. "

"¿Quién era quién?" pregunta la mujer rubia que apenas entra a la cocina escucha a su hija y a su esposo discutir algo aparentemente serio.
Darien la mira sonriendo con calidez siendo inmediatamente correspondido, se acerca rápidamente y obstruyendo la vista de la pequeña niña con su espalda, besa fugaz los labios rosados de su esposa.

"Nadie cariño, ¿Quieres desayunar? Hice tu favorito "toma la brillante sonrisa de su amada como una afirmación y la lleva hasta su asiento junto a su hija. Rini está muy callada, no dice nada y se la pasa mirando a su mamá que se ve como si anoche no hubiera pasado nada.

"¿Fue un sueño? No, no, no, mis ojos no son mentirosos, eso fue real. Santa Claus le dió un gran beso a mi mamá"


FIN







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Jelowww mis bellas flores del Edén, andaba media inspirada y ahora les traigo este pequeño corto navideño.
Fue hecho a mitad de la borrachera de año nuevo, así que no hubo tiempo de editar jsksksjs

Espero lo hayan disfrutado.

Los quiero mucho y espero que todos tengan un buen inicio de año.
Felices fiestas!!!!

Darién & SerenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora