Darién & Serena

El cóctel (parte 1)

Era cerca del mediodía, el sol estaba en su punto más alto y ni que decir sobre el calor.
Las chicas se encontraban en el apartamento de Darién disfrutando de su aire acondicionado y un té helado mientras "estudiaban".

— Si aplicas el teorema de Pitágoras en este triángulo, será más fácil saber sus ángulos interiores —
Explicaba Darién con tranquilidad a Ami que sonreía por lo fácil del ejercicio.

— Entiendo, entonces al final saco la inversa de tangente y listo —

— Así es Ami, me sorprende lo rápido que entendiste —
Le aduló Darién a Ami por su esfuerzo.
Una rubia solo veía la escena con celos, pero más que nada: tristeza.
Todos creen que ella no entiende las ciencias e idiomas.
Todos la categorizan como cabeza de chorlito y eso la lástimaba de cierta forma.

Serena tomó un libro de los estantes más altos y leyó su título:  Mecánica Clásica .
Rodó los ojos, ese tema lo sabía de memoria. Últimamente Darién ya no tenía libros nuevos para leer, ella siempre a escondidas, o cuando él dormía, leía todos los libros que le fueran posibles, aunque la teoría le aburría un poco. Disfrutaba más empleandolo de alguna manera en su vida de heroína.

— Serena ¿Sabes algo sobre ese tema? —
La voz burlona de Rei la trajo de vuelta a la realidad.

— La Verdad es que.... No realmente —
Siempre que intentaba  decirles que ella dominaba esos temas, algo la detenía y callaba.

— Serena, deja ese libro en su lugar y escoje uno más sencillo–
El comentario de Darién le atravesó como un cuchillo en El alma. Asintió algo triste e hizo lo que  él le pidió.

— Oye Serena, ¿Me puedes decir cómo planeas leer al revés?—
Después de Rei todos comenzaron a reír, por suerte para Serena el timbre de la puerta sonó.
Ella corrió para abrir con una que otra lágrima que comenzaba a salir.

— Good afternoon young lady —
(Buenas tardes jovencita)
Un señor bien vestido detenido con un bastón.
No lo podía creer, ella conocía a la perfección a aquel magnate americano que daba fiestas a los universitarios, y que estaba completamente solo.

— Welcome to Japan Mr. Lasswell — Le respondió en inglés y con una gran sonrisa.

— Veo que me conoces, Dime Claude. ¿Se encuentra Darién? —
Serena estaba admirada de aquel hombre que le hablaba ahora en japonés y le sonreía con burla.

— Si, pase por favor. Aguarde un momento. Claude —
Lo último lo dijo con una pequeña sonrisa.
Claude no se explicaba como aquella hermosa rubia fuera tan amable con él. Definitivamente esa chica acababa de romper sus estereotipos sobre las rubias.

Serena llegó con los chicos luego de unos segundos, y para gran sorpresa de Claude ella se comportaba muy diferente a la inteligente chica que lo recibió en la entrada. Incluso negaba conocerlo ganándose las burlas de esas chicas.

— Darién, solo he venido para invitarte al cóctel de bienvenida para los alumnos de intercambio–
Lo decía en inglés para colaborar en un plan silencioso con esa rubia de ojos azules.

— Sabes que a mí no me gustan mucho ese tipo de eventos —
Darién y Claude mantenían una fluida conversación ante la atenta mirada de las cuatro guerreras y la ansiosa de Serena.

— Pero quien mejor para recibir a Gissela Powts —
Claude sacó su arma secreta y vaya que le funcionó bien, esa chica era demasiado pedante y soberbia sin embargo logró entablar una amistad con Darién, cuando ella venía como practicante.

— Esta bien, iré para domar a esa fiera —
Unas cuantas risas acompañaron a ese comentario.

— De acuerdo, puedes llevar refuerzos si quieres. Estas lindas señoritas darán buena imagen, sobre todo la hermosa rubia de coletas—
El semblante contrariado de Darién le hizo gracia a Claude. Tal parecía que él tampoco sabía sobre la otra faceta de esa chica.

— ¿Serena? – Claude asintió – Esta bien, veremos qué pasa.

"Nos veremos pronto Serena" pensó Claude y salió del apartamento despidiéndose cortésmente de sus anfitriones involuntarios.

— Oigan, ¿Quién era ese señor?–
Darién casi se va de espaldas ante la pregunta de su novia.
Es que no podía ser tan ajena al mundo.

— Luego te digo Serena, mejor hay que practicar tu inglés para esta noche —
Le comentó Ami, sabiendo ella que Serena no era la mejor en idiomas. Pero que equivocada estaba, Serena sabía más de seis idiomas: inglés, francés, alemán, italiano, portugués, castellano y griego antiguo.
Este último lo aprendió por su papel de heroína.

— No Ami, así estoy bien —
Respondió con la mayor amabilidad que le fue posible, después de todo, Ami solo se preocupaba por sus estudios.

— Pero Serena, todos sabemos que tú inglés es escaso y un poco torpe —
Lita comentó no intentando lastimar a su amiga.

— Yo... Esta bien —
Serena estaba triste por el nivel tan bajo en el que la ponían.
Le estaban enseñando las figuras y los pronombres, su paciencia estaba casi agotaba.

— Es tarde, mi madre estará preocupada y mi padre ni se diga. De por si le molestó que viniera a casa de Darién —

Lo bueno de su vida era que su padre no aceptaba del todo su relación con Darién, asi que esa era su arma cuando su paciencia se agotaba.

Todos aceptaron sin rechistar, Mina se fue con Serena y las demás se quedaron un poco más en el apartamento del príncipe.

— Sere, hasta cuándo dejaras de finjir —
Mina sabía de la doble personalidad de su amiga, más bien de la verdadera. La tonta y descuidada era la que siempre mostraba, pero ella sabía que su amiga era más que eso.

— Mina, sabes que tiene que ser así, Lita es la fuerte, Rei la sabia, Ami la inteligente, tú la bonita, y yo... Yo soy la tonta inmadura —

Una lágrima se deslizó por la nívea piel de la guerrera lunar.

— No es verdad, tú eres la combinación de todas nosotras. Fuerte, sabia, inteligente, hermosa  y no ,  no eres Inmadura, eres más bien pura —

Las palabras de Mina no estaban vacías, tenían toda la verdad sin embargo, Serena pensaba que era solo para subir su autoestima.

— Gracias Mina —
Mina hizo cara de cansada, pero una idea le llegó a la mente.

— ¿Sabes algo? Hoy vas a demostrar que vales mucho, comenzaremos con tu imágen —
Y sin dejar salir una réplica de su amiga, Mina se llevó a Serena a su casa.