Ebriedad

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ESTO SE VA A DESCONTROLAAAAAAAAAAAAAR















































Veía algo borroso y no entendía porqué había dos Serenas frente a él, pero le gustaba. ¿Saben que es mejor que tener a una Serena? Exacto
Dos Serenas.
La música retumbaba en sus oídos pero rápidamente se perdía por la sensación de felicidad infundada en la que su sistema nervioso lo mantenía.
¿Por qué estaba ahí? Ni siquiera lo recordaba pero tampoco es como si le importará mucho. Miraba hacia su alrededor sintiendo como todos parecían dar vueltas sin sentido alrededor de él. Entre todos los cuerpos sudorosos de los presentes lograba identificar el de Andrew, su mejor amigo, tal vez haya sido su culpa el que se encontrara ahí.
Al lado miraba que estaba Lita y Mina en la barra platicando con Kami sabra quién, miró una vez a la derecha y descubrió a dos versiones de su novia. Hermosas, vestidas de la misma manera sensual, su rubio cabello deslizándose sobre sus hombros enmarcando ese rostro de diosa  que besaba a diario.

– Darien – Serena tenía un hermoso sonrojo en sus mejillas que la hacían ver más tierna que nunca. Intento con todas sus fuerzas entender lo que ella le decía pero solo estaba concentrado en sus labios moviéndose de una forma que lo invitaban a poseerlos.

Intentaba decirle que aún era temprano para irse pero las palabras salieron arrastradas de su boca e inentendibles para la de ojos azules.

De un momento a otro se encontraba subiendo en el elevador de su edificio con Serena sosteniendolo para que no se cayera. ¿En qué descuido el había accedido irse de aquel lugar?
El vodka que traía en su mano izquierda había desaparecido y sentía todo el cuerpo adormecido.

Giró su vista de nuevo a su pequeña rubia y no planeaba encontrarse con el revelador escote que su vestido negro mostraba. ¿Así había ido a aquel lugar lleno de ojos lividinosos?
Un pinchazo de celos le atacó al imaginar a su novia siendo devorada con la mirada de otros ojos que fueran los suyos. Siendo partícipe de fantasías que no eran producidas por su mente.
Inmediatamente llegó a su cuerpo un tortuso calor al momento de notar que su novia no usaba sostén debido a el vestido que usaba, la ebriedad que lo gobernaba hacía unas horas se disipó con aquella escena; sintió sus mejillas calentarse a tal grado que estaba seguro habían adquirido un tono rosáceo.

¿Y si no traía ropa interior?

Sintió la necesidad de tocar y "comprobar" que ella no traía sostén. Acercó su mano a uno de sus senos y lo apretó con suavidad. Kami! En verdad ella no portaba ropa interior cubriendo su parte superior. La única tela que lo separaba de su piel era ese vestido.

– D-darien ¿Qué haces? –

Su voz solo sirvió como estimulante a sus sentidos, estaba perdiendo poco a poco la batalla contra sus instintos que pronto atacaría a la gacela que se encontraba a su lado.
El no dijo nada y quitó su mano del busto de la rubia para maquinar su siguiente movimiento. Si algo salía mal, le echaría la culpa al alcohol que había dejado de correr por su sistema hacía un buen tiempo.
Se dejó llevar por su novia hacía el interior del departamento y luego a su habitación. Actuando de manera asombrosa que le costaba trabajo caminar adecuadamente.

– Recuestate, yo iré a la cocina y luego... ¡Kyaa! –

La acorraló contra la puerta al tiempo que la aseguraba con rapidez. Notaba el sonrojo que su novia tenía, vaya a saber qué cosas estaba pensando pero estaba seguro que eran del mismo tipo que las que surcaban sus pensamientos.

Darién & SerenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora