Capítulo 12

477 49 2
                                    


Tonta valentía y estúpida inteligencia

______ Petrova


—¿Creyeron que escaparían? — habló burlesco el hombre de cabellos grises casi blancos frente a nosotros.

—Joshua—susurró el chico junto a mi.

No le des importancia a la gente que no la tiene

Me repetía una y otra vez mentalmente, quise decírtelo telepáticamente a Kai también—Creí que se alegrarían de verme—habló entre risas—Sobre todo tu Malachai—pronunció su nombre con un toque de despreció—¿En verdad creyeron que lograrían engañar a un grupo de brujos con un hechizo tan patético?—se burló.

Giré mi rostro para ver a Kai, su rostro estaba pálido con el terror mal disimulado plasmado, en sus ojos celestes pude notar la preocupación y el enfado. Apretó mi mano con más fuerza intentando darme algo de apoyo, como si me dijera "Todo estará bien, saldremos de esta", pero no me sentía como si eso fuera pasar, no sentí muy inmortal en esos momentos.

Finge ser valiente aunque te estes muriendo de miedo

Inhalé profundo y solté una sonora risa bastante desquiciada y diabólica si me lo preguntas—¿Qué te hace creer que no creímos que era tiempo de que los encontrarás?—hablé con seguridad que me la creí.

Solté la mano de Kai para dar un paso hacia Joshua—No subestime a tus enemigos a causa de tu ego—pausé para dedicarle una sádica sonrisa—Eso no sería muy inteligente de tu parte.

Terreno peligroso

Lo sabía, pero ya no había alternativa, nos había arrinconado —¡No intentes manipularme!— me gritó enfadado, Kai me seguía la corriente y ahora lucía más confiado, confiaba en que sabía lo que hacía gracias a mi fingida valentía.

Benditas mentiras

Miré a Joshua a los ojos y él apartó la mirada como si analizara lo que decía—Nos "sorprendiste" en un lugar público, no en nuestra casa jugando ajedrez—hablé llena de obviedad— Vamos Joshua, mírame a los ojos y dime qué ves.

—¡Mientes!—gritó encarándome de nuevo—Son muy idiotas como para haberlo descubierto.

¿Tenía idea de lo que hablaba? En absoluto, pero lo que sea que fuera él le temía y lo ocuparía.

Ensanché una gran sonrisa de nuevo —¿Tú crees? —volví a mi porte serio —Te doy la oportunidad de que te retires en los próximos 7 segundos y no te mataremos, me siento muy misericordiosa el día de hoy.

Joshua se rió y más hombres rodearon el lago en el que estábamos—Nadie es más poderoso que yo ¡Soy el líder del aquelarre—enarqué la cejas.

Y los narcisistas éramos nosotros

—Nosotros sí—contesté encantada—Por eso nos temes—Joshua hizo unas señas y comencé a sentir un dolor abrumador en mi sien, era como si todo en mi cabeza se estuviera apretando y fuera a explotar en algún punto.

—Un sifón y un vampiro—habló lleno de ironía y burla mientras ambos estábamos en el piso—Buena suerte, pero necesitarán más que eso para vencerme.

El dolor de mi sien aumentaba, ya no entendía nada de lo que decían y veía cada vez más borroso, apreté los ojos intentando concentrarme y me aferré a aquello que sucedió hacia un par de meses que nunca supe si fue un sueño o fue realidad pero ahora mi esperanza.

Repetía una y otra vez el hechizo que se supone crearía una especie de barrera y funcionó, todo dejo de doler. Me puse en pie poco a poco con las manos extendidas a mis costados procurando fortalecer el "escudo" o lo que sea que estaba sucediendo en ese instante—Hereje—pronunció Joshua.

Sorpresa idiota

Pero no soporte mucho, terminaron rompiendo el escudo y rompiendo mi cuello, haciéndome estar inconsciente por quien sabe cuánto tiempo. Al despertar el dolor de mi cabeza se había vuelto soportable, mi cuerpo estaba inmovilizado con magia y un movimiento del hielo me hizo notar que este se rompía—¡Dime dónde está la maldita piedra!— exigía Joshua.

La piedra

Kai estaba de rodillas en el hielo con una mueca de dolor en el rostro, su labio parecía roto, su pómulo izquierdo estaba hinchado y rojo, un poco de sangre escurría del borde de su ceja —No sé, de que jodido hablas—respondió Kai escupiendo un poco sangre y entonces pude notar que había un enorme hueco en el hielo a menos de un metro de él.

Iban a volver a golpearlo y otro golpe más podría terminar matándolo, me lo decía su aspecto¡Es verdad, él no sabe nada!—grité.

Joshua me observo por unos segundos y volvió la vista a Kai—Entonces no me sirves—le dijo empujándolo al agua helada, el agua se quedó completamente quieta después de que cayó.

¡Es tu hijo idiota!—de alguna forma pude más que el hechizo y corrí hasta el agujero para lanzarme al agua, estaba llena de horror y pánico.

No podía morir, Kai no debía morir

No podía ver muy bien en el agua, pero después de no sé cuantos minutos vi su cuerpo flotando, ya no sentía mi cuerpo a causa de la baja temperatura del agua, pataleé y me impulsé todo lo que pude para llegar hasta él, toqué la punta de sus dedos para abrazarlo y sacarlo del agua lo más rápido posible, pero no lo logré, todo se volvió negro antes de que eso ocurriera.

Desperté de golpe asustada, estaba fuera del agua sobre el hielo, había gente alrededor de mi pero no me detuve a ver quienes eran, únicamente reparé en la espeluznante escena a mi lado.

El cuerpo de Kai estaba del otro lado del hueco, su pecho no subía ni bajaba agitado como el mío, no se movía en lo absoluto, estaba completamente pálido.

Allí estaba delante de mi, la imagen muerta del amor de mi vida—Cariño...

Intenté corre a él pero una barrera invisible me lo impedía—Es tu culpa—reconocí la voz de Joshua detrás de mi.

—¡No! sino lo hubieses tirado al agua helada no habría muerto—mis ojos se volvieron llorosos.

—Tu me obligaste a esto—sentenció.

—¡Es tu hijo maldita sea! No merecía un padre que se portara como un maldito niño  caprichoso.

Quería tocarlo y decirle que no se podía morir porque yo no podría vivir sin él, que viajaríamos a otro lugar y tendríamos hijos de alguna manera, que seríamos la familia feliz que nunca tuvimos.

—Perdóname—dije casi en un susurro—Perdóname cariño.

Caí de rodillas contra el piso dando un grito que desahogaba todo el dolor que me abatía mi corazón. Luces azules salieron de mi, mi garganta ardía como si tuviera fuego, sentía como si mis pulmones fueran a explotar, el aire me faltó y todo se volvió negro.

La nada arribó

—Adiós mi príncipe oscuro.

Nunca digas nunca ||Kai Parker y tú || [ +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora