*Capítulo 27*

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Luna llena

_________ Petrova


Era una noche fría, la luz de luna llena entraba por el ventanal iluminando gran parte de la habitación, había dejado el libro que leía a un lado para sentarme frente al ventanal.

Silencioso Vacío

Observo las estrellas con atención intentando identificar las constelaciones de las que alguna vez leí, abrazo mis rodillas para quedarme más tiempo sobre el piso de madera mientras disfruto sentirme observaba por la inmensa luna llena que se alza sobre el bosque.

El sonido de pasos en la planta baja capta mi atención, me pongo de pie con cautela acercándome para escuchar con más atención, saco una daga de mi mesita de noche, lentamente abro la puerta de mi habitación, la casa esta en la penumbra a excepción de la escasa luz que entra por las ventanas cubiertas con gruesas cortinas.

Atención, ya no eres inmortal, recuérdalo

Eso sí que es alentador Madness

Bajo las escaleras procurando no hacer ruido, mis pies están descalzos permitiéndome sentir cuando toco el mármol de la planta baja, una corriente de aire fría choca conmigo provocando que un escalofrío recorra toda mi espina dorsal como nunca antes.

Las cortinas de la entrada principal se movieron, alcance a ver los pies de alguien gracias a la tenue luz que entró, aseguro el agarre de mi daga mientras volteo a todos lados alerta ante cualquier vibración, respiración y latido en mi perímetro.

En un movimiento a la velocidad de la luz el desconocido intenta ahorcarme con una soga, esta detrás mío, sus manos me decían que se trataba de un hombre, coloco mi pie derecho detrás del suyo y doy un paso hacia atrás haciendo que caiga de espaldas al suelo soltando su agarre.

Controla su respiración o pensarán que estás aterrada

Shh!

Me quito la soga enredada en mi cuello y el desconocido vuelve a las sombras, tenía que ser inteligente pues no contaba con una ventaja de fuerza sobre mi oponente. Su corazón late agitado, y eso me permite identificar la posición en la que se encuentra.

¡Bingo!

Camino en dirección puesta, y en cuanto lo siento venir detrás de mi me agacho, deslizo mi pierna derecha a aún lado para dar una patada que golpee sus piernas y caiga al suelo, se pone de pie antes de que logre ponerme sobre él, impide que clave el puñal en su pecho, forcejeamos y me estampa contra un mueble haciendo que las cosas sobre este caigan al suelo.

La daga cae al suelo, le propino una patada en la entrepierna con fuerza que hace que caiga de rodillas contra el piso, sus ojos se vuelven amarillos lo noto porque ahora brillan en la oscuridad.

¡Es un lobo!

Me inclino a levantar mi arma, el intenta pararse pero rasgo su pierna con la daga haciendo que suelte un grito de dolor, mis ojos se han acostumbrado a la oscuridad, el desconocido cojea, un pasamontañas me impide ver su rostro pero sus ojos amarillos continúan observándome llenos de ira.

Se viene contra sometiéndome contra el suelo, sus manos hacen presión sobre mi cuello nuevamente, intento hacer lo mismo con él desde mi posición pero es en vano, me encuentro en desventaja—Vine a impedir el apocalipsis y eso haré—sentencia con una voz grave.

La falta de aire me hace sentir mareada pero logro sacar el cuchillo debajo de la mesita de centro que tengo a mi alcance y antes de pueda verlo venir apuñalo su abdomen en repetidas ocasiones—Pues es una pena que no lo logres—digo empujándolo para ahora quedar sobre él.

Nunca digas nunca ||Kai Parker y tú || [ +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora