Nunca digas nunca ||Kai Parker y tú || [ +18]

* Capítulo 8 *

Kai Parker

Me había metido en una montaña rusa cuando yo solo pretendía decirle que había encontrado el libro que tanto había buscado por todas las librerías del conteniente me atrevo a decir, porque sí, el pasatiempo favorito de _______ era leer, tan observador... en fin, yo no era tan fanático como ella, pero me gustaba escucharla hablar de sus libros y sobre todo escucharla leer.

Pero al abrir la puerta me topé con una escena para la que ningún mortal, ni siquiera un inmortal estaría listo para resistir, porque ¿A caso es posible resistirse a la encarnación del deseo y la lujuria? Porque vaya que ella lo era.

Subía y bajaba en aquel objeto buscando el clímax, no podía permitir que eso continuara, no cuando tiene al noble Kai Parker para saltar en él.

Bondadoso

Estaban tan expuesta ante mi y solo para mi...

¿Quién hubiese pensado que la bondad era tan deliciosa?

Contrólate Kai...

Pero la montaña no terminó de subir cuando el éxtasis del placer llegó, continuó subiendo cuando pude oler la vainilla de su cabello, cuando besé su frente y la tuve entre mis brazos hasta que se quedó dormida.

Había sido el mejor sexo de mi vida y estaría mintiendo si dijera que no había fantaseado con ello antes.

Sr. Honestidad

Había sido fantástico sin duda alguna, pero no importaba cuan glorioso fuera si existía el riesgo de perderla, era un sacrificio que no estaría dispuesto a hacer bajo ninguna circunstancia.

Pero es Deliciosa...

Vaya que era deliciosa, ella era ambrosia...Pero la decisión estaba tomada, hablaríamos de lo que pasó, de alguna forma podría dejarlo de lado y seguir con mi vida sin anhelar aquella droga que la conformaba ¿verdad?

Imposible

Al entrar a casa el aroma de la lasaña invadió mi nariz, dejé mi abrigo en el perchero para encaminarme muy sigilosamente a la cocina, pero me detuve en el marco de la puerta, quería ser un espectador que disfruta y guarda el momento.

¿Kai Parker disfrutando momentos?

_______ estaba de espaldas preparando la cena, cada uno de sus movimientos era preciso, delicado y elegante,  además seguían el ritmo de la música.

No sabe que estás aquí...

Me cuestioné todo ¿en verdad podría resistir?

Detallaba cada una de sus curvas mientras ella se dedicaba a sacar la lasaña del horno, amaba que usara faldas todo el tiempo... di un paso y luego otro, pronto ya estaba pegado a ella, su cuerpo se tensó por completo.

—Hola bombón...— deposito un beso en su hombro.

—Hola Kai—dice con una sonrisa—¿Pasa algo?—pregunta volteándose por completo para mirarme a los ojos.

—Nada...—contesto casi en un susurro.

Se dio la vuelta para volver a concentrarse en cortar un pedazo de su lasaña—Kai, respecto a lo de anoche...