MADNESS

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Casa

Mayne Madness



"La división ha sido exitosa" esas fueron las palabras exactas de Freya al ver su cometido, al ver a ambos cuerpos tendidos en la fría piedra de aquel santuario.  Era tan fascinante y espeluznante los alcances a los que podía llegar la magia.

¿Pero en realidad había sido un éxito?

Porque yo no sentía que lo hubiese sido, no después del segundo año, porque cada mañana tenía que enfrentarme al hecho de sentirme ajena a mí misma, a ver el cuerpo que me "pertenecía" desde un ángulo exterior o con la incertidumbre de que las cosas que me rodeaban simplemente se trataran de una ilusión.

Era una pesadilla de la cual no podía despertar.

No importaba cuando luchase por regresar en mí, no podía conseguirlo y era frustrante, la ansiedad por tener la certeza de algo me abrumaba, no podía sentir el contacto que tenía con alguien era como si hubiese un vacío inmenso entre nosotros y no pudiese alcanzarlo nunca o como si fuese de humo, se sentía a ilusión.

¿Pero cómo compruebas que existes, que realmente eres real?

Estaba acostumbrada a vivir en alguien no a ser alguien en realidad

Fue cuando leí la palabra por primera vez que sentí un escalofrío recorriendo por toda mi espina dorsal, era

Cuando no pude más me alejé de todos, porque los arrebatos de ira y ansiedad me sobrepasaban. Tenía miedo de perder el poco control que poseía, acabar con todos sin ser consciente, era una bomba de tiempo y no podía permitirme ser egoísta por alguna macabra razón del universo.

Así que le di un beso en la frente a Hope, quien era mi pequeño pedazo de realidad, podía tocarla y en verdad sentirlo, era quien me hacía sentir viva y por quien me marcharía—No olvides que Mayne Madness te ama pequeña Mikaelson—esbozo una pequeña sonrisa entre sus sueños y entonces me marché.

Tomé terapia, el primer psiquiatra ahondó en los lugares equivocados agotando mi paciencia, cosa que terminó en un arranqué de ira que le arrebató la vida, el segundo no contó con más suerte que el primero, se empeñaban en hacer las preguntas equivocadas.

Era una "desquiciada enferma", era lo que me decían antes de morir en mis manos, entonces me dirigí a mi última opción antes de clavarme una estaca y acabar con mi miserable existencia, arribé al lugar que juré no volver a pisar.

Rusia

El psiquiátrico Sean Mikhailov había cerrado, la vegetación había reclamado gran parte de la estructura pasando a ser nada más que un edificio abandonado, indagué sobre quien buscaba y el rastro me llevó hasta un pequeño pueblo a mitad del bosque.

La cabaña más lejana era la suya según los pobladores, lo divisé desde lo lejos y en un abrir y cerrar de ojos estaba detrás de él y en otro parpadeo me puso contra la pared al sentirse amenazado, los años no había pasado por él, sus ojos se cristalizaron al verme a los ojos y me sostuvo entre sus brazos como si tuviese miedo a que me desvaneciera, olía a crema de afeitar—Sabía que volverías—masculló.

Jace Karl, el doctor con la mente más brillante pero al fin de cuenta humano, uno que se enamoró perdidamente de la chica equivocada, tanto que esperaría que regresara a él por la eternidad, Jace se había vuelto un vampiro, podía sentir lo sobrenatural fluyendo de él.

Hechizo Madness Petrova, la dupla infernal.

Vi la decepción en sus ojos al decirle que era Madness y no ______, pero de igual forma me ayudó, él fue el único que dio respuestas. Recuerdo el escalofrío que recorrió por mi espina dorsal al escucharlo decir mi diagnóstico, lo sentí estando ajena a mi cuerpo, cimbró hasta la parte más profunda de mi.

Nunca digas nunca ||Kai Parker y tú || [ +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora