Capítulo 19

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Fénix.


_________ Petrova


—¡Haz lo que tengas que hacer!—me gritó Klaus antes de azotar la puerta de mi habitación.

Cuando amas a alguien lo que menos quieres hacer es lastimarle, y yo tenía que romperle el corazón si no quería ver rodar su cabeza, si bien era cierto Klaus prometió no lastimarle su promesa no incluía que pudiese enviar a alguien a hacerlo.

Era necesario

Sentía que me estallaría la cabeza, había planteado cientos de escenarios, en como debía de reaccionar a cada una de esas hipotéticas situaciones. Pero ni aún eso impidió que me sintiese nerviosa al dar el primer paso dentro del inmenso salón.

La música del piano acompañando la velada era algo característico de los Mikaelson, los invitados acudían con sus mejores prendas, no desperdiciarían la oportunidad de atrapar a un Mikaelson—¡Te ves espectacular!—exclamó con una sonrisa mi lado Kol—Igual que siempre.

—El castaño te queda mejor que el rubio si me permites opinar—hablé divertida recordando cuando le tiñeron el cabello para infiltrarse a la organización de Mikael.

—Un espía usa un buen disfraz—contestó a modo de defensa y yo menee la cabeza en negación.

Me acerqué a él para componerle el moño que tenía mal puesto—Un espía no necesita disfraz, les basta un buen traje para despistar...y cautivar—dije con una sonrisa dando unas palma ditas en su pecho indicando que había terminado.

Me devolvió la sonrisa junto con un—Gracias—un silencio apareció entre nosotros—¿Sabes que no tienes que hacerlo cierto?—me preguntó.

—Di mi palabra Kol...No puedo romper lo único que me brinda honor—él no respondió inmediatamente.

—¿Quieres un trago de valentía?—asentí.

Lo necesitaba.

La noche transcurría con tranquilidad, murmullos y risas de gente desconocida reinaban en el inmenso salón principal, hasta que llegó él.

Puede divisar su inconfundible figura apareciendo en la puerta principal, sus ojos recorrieron el lugar con detalle hasta cruzar con los míos, admiré el electrizante azul en sus ojos por unos segundos, sentí como mi corazón latió emocionado y luego lo vi apartar la vista, mi mejor amigo estaba a su lado intentando llevárselo.

Damon Salvatore

Cuando regresó la mirada hacia mi, yo ya no estaba en el mismo lugar, se adentró buscándome entre las gentes que llenaban el lugar mientras yo lo observaba detrás de un arreglo floral, el sonido de alguien golpeando una copa captó la tensión de todos los presentes.

Junto al piano con una endemoniada sonrisa y aires de superioridad estaba parado Klaus Mikaelson con su fino e impecable traje, dejó la copa y el cubierto a un lado preparándose para hablar—Espero todos ustedes estén disfrutando de la fiesta....

Mis ojos buscaban los de Kai por todo el lugar— ...__________ Petrova ¿Puedes venir aquí conmigo?—dijo Klaus en voz alta haciendo que volviese en sí por las miradas se dirigían hacia mi, no me había enterado de lo que sucedía más con firmeza me encaminé hasta él.

Tomé la mano que extendía hacia mi para subir el pequeño peldaño, todos nos observaban a la expectativa mientras él sonreía victorioso, gesto que imité al sentirle rodear mi cintura—Damas y caballeros...me complace anunciarles nuestro compromiso—soltó la bomba.

Todos se miraron entre sí, nadie aplaudió, el codiciado Klaus Mikaelson ¿se había enamorado? se preguntaron todos, mi mirada se cruzó con unas orbes oceánicas llenas de confusión más no me permití flaquear.

Nunca digas nunca ||Kai Parker y tú || [ +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora