Epílogo.

536 27 24
                                    



_______ Petrova

—¿Y qué haces aquí?—le pregunto a la pelirroja a mi lado quien se lleva una mano al corazón dramatizando una ofensa.

—JA-JA-JA—ironiza su risa—Estoy aquí para borrarle la memoria a las alimañas cuando todo esto sea un desastre—comenta con normalidad recargándose en la columna derecha del pórtico.

—Chica vampiro al rescate de las almas en desgracia—ella se encoge de hombros esbozando una pequeña sonrisa—Echaba de menos tu optimismo Madness— pero tenía un punto y yo lo sabía, quizás Kai en el fondo seguía siendo un idiota y sólo vi lo que quería ver para traerlo a nuestras vidas.

Todo era posible, también estaba un poco mal de la cabeza siendo honesta

—La capa de héroe no me hace ver tan sexy así que no te acostumbres—dice sin girarse hacia mí.

Ella los observa, le encanta hacerlo, era imposible resistirsele a ese par, eran sus rasgos los que les hacían parecer seres celestiales, sus ojos almendraros con el universo contenido en su interior te hipnotizan peor que cualquier Petrova, ellos te hacían su esclavo—Creí que no querías despegarte de tu hombre—comento.

Ella me ignora de forma monumental acercándose a los clones—¿Puedo unirme a ustedes?—les pregunta con una enorme y blanca sonrisa en el rostro.

Ignora los problemas, siempre tan madura

—¡Tía May!—gritan corriendo emocionados a abrazarla, era la única e inigualable
Mayne Madness.

Entonces lo veo, le han dejado pasar y se encuentra sobre caminillo de piedras que conduce hasta la entrada de la casa, me siento palidecer al verlo parado ahí con las manos en los bolsillos. Madness también lo ha notado y por ello ha llevado a los niños dentro de casa a una velocidad vampírica.

¿Enserio está pasando?

Una corriente de aire golpea contra mi confirmándome la realidad de las cosas, siento mi piel erizarse cuando la distancia que nos separa se va reduciendo, es bastante patético que siga teniendo efecto sobre mí.

Estúpido Parker

Los años le han sentado de maravilla, una ligera barba adorna su rostro, sus ojos celestes tan cristalinos y profundos como lo recordaba apuntan en mi dirección, el traje está ajustado en las partes precisas haciendo que mis hormonas se aloquen.

Joder,  parezco adolescente en plena pubertad

Siento que las piernas se me vuelven gelatina cuando me sonríe ligeramente, mis neuronas se han ido de vacaciones y lo que no supe como hacer por tantos años está ocurriendo en este instante, menuda suerte, estoy por desplomarme pero en el momento correcto Madness se sitúa a mi lado ayudándome a sostenerme—Don idiota arribó y ya se te mojaron las bragas.

Le intento dedicar una mirada fulminante pero me voltea la situación al observar su postura que intimidaría al mismo Lucifer—Malachai Parker—pronuncia atravesando con la mirada al individuo frente a nosotras.

Siempre tan cordial

—¿Madness?—le pregunta intentando no lucir tan nervioso.

—Mayne Madness para ti—se miran fijamente hasta que él aparta la mirada, ella sonríe victoriosa para posteriormente darse la vuelta y desaparecer tras la puerta dejando el ambiente tenso entre nosotros.

Menuda madre paranoica

—Lamento haber sido un idiota por los últimos 6 años de mi vida—dice con cierto tono nostálgico en cuanto se disipa el desastre que deja Madness. 

Nunca digas nunca ||Kai Parker y tú || [ +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora