Capítulo 18

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___________ Petrova

—Está vivo—pronunció Klaus evitando mi mirada, sentí mis piernas volverse gelatina, los ojos se me cristalizaron, lo sentía tan irreal pero sabía que no estaba bromeando, me lo decía el dolor d su voz al pronunciarlo.

¡Está vivo! ¡Malachai Parker está vivo!

Lágrimas de felicidad corrían por mis mejillas, nunca había sentido tanta dicha como en aquel instante. Lo volvería a ver, podría volver a estar entre sus brazos y oler su perfume, podría volver a tenerle—¡Nik! Es la mejor noticia—dije sinceramente.

No contestó de inmediato—Está en un mundo prisión—habló bajándome de todos los ideales que tenía, él y yo sabíamos lo que implicaba eso, elevó su mirada hasta mi, no me gustaba por donde iba.

—¡Lo sacaré!—espeté negando a cualquier cosa que tuviese en mente.

—No podrás —contestó cortante—Podrías intentarlo toda la eternidad sin éxito alguno—pausó—¿De verdad quieres dejar a Kai ser atormentado por la soledad a la que tanto teme por más tiempo? No deberías ser tan egoísta _________—habló caminando hacía mi.

Te odio

Bajé la cabeza pensando en lo cierto que era que Kai temía a la soledad —¿Qué quieres entonces?—me oí decir y una sonrisa victoriosa se plasmó en su rostro.

—Vas por buen camino bonita—dijo un susurró lleno de satisfacción—Tienes dos opciones— continuó, sus brazos estaban detrás de su espalda mientras miraba inocentemente hacia el piso.

No quería que sufriera, no lo permitiría y haría lo que fuera.

Klaus comenzó a dar vueltas alrededor de mi con suma lentitud mientras hablaba de como era el mundo prisión de Kai—Joshua lo sacará a cambio de la gema —pausó y nuevamente una sonrisa se plasmó en su rostro antes de pararse frente a mi—Por otro lado, estoy yo—hizo un lado mi cabello acomodándolo detrás de mi oreja—también puedo ayudarte a sacarlo.

—¿Y que quieres a cambio? — pregunté sin apartar mi mirada de la suya.

—¿No es obvio?—preguntó con ironía acercándose a mi oído —A ti—susurró —Él vuelve a este mundo solo si tú aceptas estar conmigo hasta que que muerte nos separé...

Se alejó de mi—Me pertenecerás a mi y sólo a mi— dio una media vuelta para abandonar la habitación—Mi propuesta vence en tres días.

Estaba por girar la perilla de la puerta, porque morir de amor es un dolor asumible, lo insoportable es revivir sólo—¡Acepto!—grité.

Se acercó a mi y me tomó por los hombros — Bien hecho bonita, eres muy inteligente—pronunció con orgullo, Klaus Mikaelson había ganado de nuevo.

Mientras su mano acariciaba mi mejilla se hizo un minuto de silencio, estaba firmando mi sentencia de muerte y _______ Petrova merecía un minuto de silencio, porque le estaba vendiendo mi alma al diablo.

Pero valía la pena...

*****

Londres 2010

Habíamos cruzado el Atlantico de vuelta a donde todo había ocurrido, no me había atrevido a pisar aquel lugar desde su partida pero ahí estaba de nuevo en la casa donde nació toda la magia.

Los muebles estaban cubiertos por sábanas blancas, en mi cabeza resonaba su inconfundible risa, subí por las escaleras pasando uno de mis dedos por el empolvado barandal, recorrí el silencioso pasillo hasta nuestra antigua habitación, no había dirección en la cual pudiera mirar sin ver el espejismo de algún recuerdo que tuvimos, mis ojos se aguaron, me dolía el alma.

—Volverás a casa cariño—pronuncie en voz baja.

Abrí el cuarto de baño dispuesta a darme la última ducha en aquella casa, el vapor del agua caliente sacó a relucir el último corazón que Kai había pintado aquella mañana, ¿Cómo había podido durar tanto tiempo? una sonrisa triste se plasmó en mi rostro antes de salir del baño con una de sus sudaderas puestas, aún tenían un ligero olor a él.

—No tienes que hacer esto—dijo Damon a mis espaldas.

Me giré hacia él y le sonreí—No pienso condenarlo un día más cuando yo tengo la llave—le contesté.

—¡Estarás pagando con tu eternidad!— me regañó—Una vida humana por una inmortal _________.

—Lo vale, vale la pena Damon — empezó a caminar de un lado al otro de la habitación.

—¡No lo permitiré!¡No dejaré que arruines tu vida!— sentenció decidido a salir por la puerta más le detuve antes de siquiera tocar la puerta estampándolo contra uno de los muebles.

Lo sostuve de la chaqueta, sus azules me miraban confundido, me miró fijamente a los ojos y lo hice—Escúchame Damon, cuidarás de Malachai Parker como si fuese yo—sentía como mis ojos se cristalizaban mas no permití que eso me distrajera— Y nunca le contarás del trato que hice, sólo recordarás que viniste por él a Londres siguiendo pistas anónimas—lo solté y me marché del lugar.

Limpié mis lágrimas, iba camino hacia aquel lago congelado donde todo había terminado, me senté en nuestra banca admirando como las hojas secas restantes caían de los árboles.

Klaus llegó mi unos después con sangre en la comisura de los labios, un corazón en la mano derecha y el aquelarre en la otra—Joshua no fue tan accesible como debía—dijo mordiendo el corazón que tenían en la mano.

Se lo merece

Las nubes grises comenzaban a adornar el azul y despejado cielo, una mujer de tez pálida y cabello negro sostenía el aquelarre—Esto salda mi cuenta contigo—le aclaró la mujer a Klaus quien asintió a lo dicho— Bien, entonces dame un poco de tu sangre.

Los Mikaelson la llave maestra que abre lo que sea, Klaus hizo un corte en su palma con un cuchillo, las gotas de sangre cayeron sobre el aquelarre y se posicionó junto a mi, la bruja comenzó a decir un hechizo del cual no entendí demasiado, sentí como si el tiempo se parase por un instante y luego silencio absoluto.

Fue de un instante a otro, en un parpadeo el cuerpo de alguien demasiado familiar estaba sobre las hojas secas en el suelo—Kai— pronuncié dirigiéndome hacia él.

Abracé su cuerpo inconsciente por unos segundos, acaricié su rostro delicadamente—Me basta que vivas para ser feliz Malachai — quería recordarlo tan mío como lo era aún en ese momento, deposité corto beso en sus labios, era una beso con sabor a muerte.

—Es hora ________, está por despertar—me puse de pie y nos escondimos detrás de unos arboles a varios metros de donde estaba Kai.

Entonces el tiempo volvió a correr, Kai se reincorporó de golpe como si hubiese estado aguantando la respiración—___________— escuché como pronunció mi nombre en un susurro, quería correr hacia él pero el agarre de Klaus a mi brazo me mantenía pegada a él.

Voltee a verle con los ojos llorosos el negó con la cabeza—Mía hasta que la muerte nos separe—susurró acariciando mi mejilla.

—Espero que algún día me perdones, ya tebya lyublyu Malachai—dije viendo a lo lejos como alguien revisaba si se encontraba bien.


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¿Qué les ha parecido? Bonita noche, intentaré subir de uno a dos capítulos por semana, besos.

Nunca digas nunca ||Kai Parker y tú || [ +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora