¡Jeon dame un hijo! 🏡 kookmin

capítulo 44

Jimin se había quedado dormido a mitad de la película, algo que le pareció tierno a Jungkook.

El alfa con mucho cuidado había cargado a su omega para salir de ahí. Cuando Jimin despertó se dió cuenta que estaba en la cama de su habitación, la puerta se abrió dejando ver al pelinegro el cual traía una bandeja de comida.

—Hyung… —susurró al verlo.

—¿Cómo te sientes?

—Algo cansado. —contestó el omega sentándose en la cama.

—Dormiste mucho. —dijo Jungkook sonriendo.

Jimin le devolvió la sonrisa y le hizo un espacio a su costado para que se sentará, Jungkook le entregó la bandeja y se acercó a Jimin.

Jungkook le acariciaba el vientre, él tenía una idea y ahora deseaba compartirla con su omega, pues Jungkook no tomaría ninguna decisión sin consultarla con Jimin.

—Jimin, quiero que tú y yo nos mudemos a una casa más grande. —habló el alfa.

—Jungkook. —lo vió sorprendido.

—Sé que es algo loco y precipitado. —le acarició la mejilla—, y sé que aquí tenemos muchos recuerdos buenos. —bajó su mano y acarició nuevamente el vientre del omega—. Como la creación de nuestro cachorro.

—Kook, me gusta este lugar. —contestó—. Es un lugar muy lindo, además, sabes que no me gustan muchos lujos.

—Lo sé, pero aquí es muy pequeño para Minimini. —dijo Jungkook dándole un corto beso—. Quiero una casa grande para todos nuestros cachorros.

—¿Todos? —preguntó Jimin con una media sonrisa.

—Es que vamos a tener varios cachorros. —respondió besándole ambas mejillas.

—Me quieres ver gordo ¿Verdad? —frunció su ceño, pero luego cambió su expresión—. Me vas a dejar cuando mi embarazo pase porque estaré gordo y me haré feo, y me serás infiel con un omega más bonito sin estrías en su cuerpo. —comenzó a llorar.

—Jimin escúchame muy bien. —Jungkook lo tomó de ambas mejillas—. Aunque estés gordo, te amaré siempre porque te amo a ti, no a tu cuerpo. Si te salen estrías, míralas como marcas de amor por nuestros hijos. —sonrió—. Jamás te engañaría, sería un completo idiota si lo hiciera.

Jimin abrazó al pelinegro sintiendo las caricias que su alfa le proporcionaba. Le gustaba la casa en la que vivía, tenía tantos buenos momentos ahí, pero el alfa tenia razón… creo que la casa era muy pequeña.

—Kook, tienes razón. —dijo Jimin limpiándose algunas lágrimas de sus ojos.

—¿De qué Jimin? —preguntó el alfa.

—Sobre mudarnos. —contestó—. Tienes razón, la casa es muy pequeña para nuestro cachorro y nosotros.

—Jimin no tienes que aceptar si no quieres, sabes que no voy a obligarte a nada.

—Si quiero. ¿Pero no será estresante buscar una casa?

—Yo me encargaré. —habló Jungkook dándole un beso—. Tú dime como la visualizas y yo te la consigo.

También quiero visualizar una casa y que Jungkook me la consiga [😡] —Haru.