capítulo 22

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Luego de bañarse y ponerse sus ropas ambos salieron de la habitación, Jungkook tomó de la mano a Jimin para salir y pagar por los tres días que estuvieron ahí. Jimin solo miraba como el pelinegro agradecía.

—Tenemos que ir a casa Jimin. —Jungkook extendió su mano al omega.

—Hyung debo pedirte una disculpa. —tomó la mano del alfa—. Por haberme olvidado de mi celo.

—Jimin tranquilo, a mí también se me había olvidado mi celo.

—Sí, pero no quiero que nada cambie por lo que paso. —lo vio preocupado—. Eres mi amigo y me dolería perderlo.

—No me perderás. —lo abrazó—. Tampoco nuestra amistad.

Jimin sonrió y lo abrazó, se alejo y vio el cuello del pálido el cual tenía chupones. Se sonrojo al recordar cuando él las había hecho, llevó su mano al lugar para acariciarla.

—Perdón por los chupones.

—Yo me disculpo por dejarte mordidas en tu vientre. —habló penoso—. Debemos de ir a casa para que te las cure.

El omega asintió con la cabeza y los dos se fueron de ese lugar.

(...)

Un mes paso luego de aquel hecho donde pasaron el celo juntos.

Jimin estaba en casa, el hijo del primo de Jungkook ya estaba con sus padres y a decir verdad Jimin extrañaba a ese bebé.

También recordaba las palabras de una señora que le dijo que se miraba bonito con su alfa y su hijo. Jimin tocó su vientre imaginándose a un cachorro junto con el pálido, pero había un problema (o al menos así era para Jimin).

Él y el alfa no eran destinados.

Sin embargo, algo muy dentro de él le decía que quería un hijo con ese alfa pálido.

Todo el día se le paso pensando en ese deseo, incluso no se daba cuenta de los llamados que le hacia el alfa.

—Jimin. —lo movió Jungkook.

El omega miro al pálido que lo miraba con cierta confusión, él había fotografiado las nuevas marcas de ropa, pero no se había dado cuenta que solo estaban ellos dos.

—Jungkook. —susurró.

—¿Está bien? —preguntó el alfa acercándose a él.

—Sí. —asintió ante la profunda mirada que recibia—. Ya debemos irnos, ¿No? —guardó su cámara.

—Claro.

Los dos se dirigieron al auto del mayor. Jimin seguía pesando en lo que su mente quería, pero ahora estaba si su hyung también quería, le era difícil saber... pero... ¿No era más fácil adoptar? Él sí había pensado eso, mas deseaba y anhelaba un hijo con su alfa favorito.

—¿Jimin que ocurre? —preguntó nuevamente Jungkook preocupado.

—Son cosas mías hyung.

—¿Te ha molestado un alfa en la empresa? —dijo serio—. Si es así dime quien es, y hablaré seriamente con él.

—No, son cosas de omegas kookie. —sonrió con dulzura—. No debes preocuparte.

Jungkook no dijo ya nada, eran cosas de omegas, no debia preocuparse. Él sabia que Jimin iba a poder lidiar con eso.

¡Dios! Estos tipos están peor que Marinette y Adrien

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¡Dios! Estos tipos están peor que Marinette y Adrien.

¡Alguien ayudenlos a darse cuenta!

No puedo con Jimin y Jungkook, bye.

No puedo con Jimin y Jungkook, bye

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—Haru.

¡Jeon dame un hijo! 🏡 kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora