Without me✔ [Completo]

#25 Todo puede pasar

Lo miro por varios segundos como le corren gotas de agua por todo su cuerpo, pido a los dioses que esa toalla no se vaya a caer, puedo ver con claridad cómo se le forma la V. Muerdo mi labio quitándome todo pensamiento maligno.

—¿Te gusta lo que ves ?— pregunta arrogante.

Ruedo los ojos, pasando por un lado de él intento verme segura de mi misma, toma mi brazo deteniéndome antes de llegar a la puerta, me regala una sonrisa coqueta. Puedo oler con mayor intensidad su colonia que me vuelve loca.

—Tú y yo, nos quedamos en algo antes de caer a la alberca— de inmediato siento que mi corazón late a mil. Mi sangre está subiendo por mis mejillas, estaba muy segura de eso.

—Perdón me perdí —susurro temerosa.

—Mentirosa — su voz se vuelve ronca —¿Estás segura de eso?

Mantengo mis ojos fijos en él, trato de no seguir siendo intimidada a lo cual le sonrió, pongo mis manos alrededor de su cuello, puedo sentir que se le eriza la piel. Tiemblo en mi interior tratando que él no se de cuenta, me acerco a su oído y le susurro— Estoy muy segura de eso — me aparto con sutileza al saber lo he dejado sorprendido.

No dudo ni un minuto más, camino a paso veloz y tomo la manija de la puerta para abrirla. León se apresura recarga su mano en la puerta, la intento abrir y él la cierra de nuevo, vuelvo a intentar abrirla pero vuelve a cerrarla recargándose en ella.

—¿Pensabas te dejaré huir?

Sus ojos verdes me observan, se acerca de nuevo tomándome de la cintura, con firmeza al dejarme inmovil, me pega a él, sintiendo que moja un poco la bata que llevo puesta, pero eso lo menos que importaba ahora.

—Me tienes loco, en verdad deseo besarte — siento una descarga desde mi cabeza hasta la punta de mis pies.

Trago saliva —A mi me gustaría que lo hicieras —se acerca más a mí, puedo sentir que mi aliento está por irse de mi, pero retrocede rápidamente.

—No puedo—dice soltándome.

Ladeo la cabeza aturdida —¿Eres bipolar?—digo al borde de la desesperación.

—No entenderías — evita mirarme, muerde su labio al callar.

Manoteo queriendo que me vea —Explícame.

— Soy tú médico —gruñe volviendo a regresar los ojos hacia mí.

—Eso no es lo que realmente te lo impide — aprieto los dientes —¡Niégalo! — grito.

—Mi..... Hermano — confiesa.

—¿Él que tiene que ver con esto?

Me mira culpable y por varios segundos, mira hacia otra parte, guarda silencio y yo quiero matarlo.

—Está enamorado de ti y yo no puedo interponerme ante la felicidad de mi hermano, fue un error haberte dicho lo de hace un momento, solo tómalo como una tontería lo que acaba de pasar — dice sin mirarme.

—¡Mírame León!— exijo enojada.

Sus ojos verdes estaban cristalizados, no era él mismo de hace un momento que me había puesto a temblar, había desaparecido por completo. Frente de mí solo estaba un chico con una gran culpa como si hubiera cometido el peor delito.

—Solo te pediré una cosa — me acercó a él con furia — no soy juguete de nadie y estoy harta de tus cambios de humor conmigo — lo empujo con las pocas fuerzas que tenía — ¡vete a la mierda!

Me giro sobre mis pies y azoto la puerta a mis espaldas.

El agua cae por todo mi cuerpo temblando por aún el coraje, sus labios cerca de los míos, podía ya imaginarme el beso que nos pudimos haber dado, sus manos tocando mi cuerpo, recargo las manos en las llaves y trato de sacudirme la cabeza con fuerza, cierro las llaves para salir de la regadera.