LEÓN TRUSWELL
Doy vueltas por mi habitación respirando agitado, mi cuerpo está tenso, las manos me sudan, la cabeza me punza y por más que intento tranquilizarme no puedo. La puerta se abre, me giro y estoy por gritar a la persona que se haya atrevido a entrar, pero cuando veo la melena roja de mi madre, esos ojos cafés miel que me calman, la única mujer que tenía un control increíble en mi o eso había sido unos meses atras, me trago mi rabia.
—¿Qué te sucede hijo? —su voz suena suave.
—Estoy bien madre, no te preocupes — paso mis dedos por mi y suelto el aire.
Se acerca —Soy tú madre, no me puedes engañar — posa sus manos en mi.
—Sólo necesito ir a tomar aire, te prometo que cuándo vuelva te contaré todo — beso su frente — lo prometo — y la abrazo.
Salgo de la habitación buscando mis llaves, veo que Cedric está en la sala viendo Netflix con Said, trato de pasar desapercibido y paso rápido de largo.
—¿Adónde vas? — pregunta Cedric.
—Ahorita vengo — abro la puerta para huir.
—¡Yo voy contigo!
Cuándo me doy cuenta él ya estaba aun lado del auto, sabía que yo no estaba para nada bien, me conocía mejor qué yo, quito los seguros y subimos al auto. No hablamos en todo el camino solo podía escuchar mí respiración entrecortada, me estacionó en un bar y bajo del auto azotando la puerta al notar que había llamado la atención de la gente de mi alrededor algo que me valió en lo más mínimo.
Entro en aquel lugar, directamente a la barra pidiendo un whisky glenfiddich, solo podía sentir la mirada de Cedric a mis espaldas.
—¿Y bien, dime todo lo que te pasa? — por fin habla Cedric, tomando asiento a mi lado.
Suspiro —Ni yo sé, lo que me pasa — bebo de un jalón al momento que el barrista me pone el whisky enfrente de mí — otro — golpeo con el vaso la barra.
—¿Tiene que ver con la misma chica que habla Said?
Asiento —Desde que la conocí mi vida se puso de cabeza, con ella todo es locura, recuerdo muy bien el día que se atrevió a dejarme con la palabra en la boca y salir del consultorio, decirme que no la conocía, sus ojos cambian cuando está triste, enojada, feliz — gruño frustrado.
—¿Sientes algo por ella?
—NO— silencio — no lo sé — tomando el siguiente trago de jalón.
Cedric no me mira y tampoco espero que me entienda por todo lo que me está atormentando.
—Un whisky por favor.
Volteo a ver a Cedric sorprendido.
—Tú hermano me comentó que está plenamente enamorado de ella y tu...— bebe Cedric.
—¡Crees que no lo se! — bufo.
—No pueden estar enamorados de la misma chica — me mira por fin Cedric.
—¡Yo no estoy enamorado!— indicó con la mano que me sirvan otro trago.
—No te engañes, es más que obvio que sientes algo por ella —añade Cedric, tomo otro whisky y dejo el vaso vacío — Creo que es mejor qué no tomes, no queremos que te vea así mamá.
—Lo siento, pero estoy en un infierno — volviendo a pedir otro whisky por enésima vez.
Sentía que la cabeza me daba vueltas al escuchar a Cedric por casi una hora qué debería aceptar lo que pasaba con Ángel.
—¿Sabes qué? — digo burlon — mi tortura empezó cuándo supe que mi hermano estaba enamorado de ella, se hizo una chica prohibida para mí, sabes que doy todo por Said, hasta mi vida si es necesario — mi vista se cristaliza al instante.
—Lo sé, no me lo tienes que decir yo también daría mi vida por él, es el menor de los tres — pasa su brazo por detrás de mi espalda para animarme.
—Yo no puedo tener nada con ella, es mi paciente y mi ética no me lo permite, soy mayor que ella, dudo que sienta algo como yo lo siento por ella.
—¿Estás aceptando que si estás enamorado? — me mira en espera Cedric.
El barista estaba por servirme otra, cuando le arrebato la botella para empinarmela y toma un trago largo.
—Sí— acepto por fin.
—¿Y qué vas hacer ahora?
—Nada, seguir tomando —me rió, y vuelvo a tomar de la botella.
Tomo mi vaso y juego con el, escuchando el ruido que hace los hielos con el vidrio y me quedo un momento ido. — No puedo.
—¿Qué no puedes?— busca mi mirada — ¿decirle lo que sientes?—me enfrenta Cedric.
Sin pensarlo dos veces, aviento el vaso con fuerza contra la pared y me giro de nuevo a Cedric, unos meseros corren detras de mi y se apresuran a recoger los vidrios que estan en el suelo.
—Aquí no es lo que yo sienta, si no lo que sienta mi hermano por ella, no voy hacer el culpable porque mi hermano sufra y menos por una chica.
Me arrebata la botella, al pensar que tambien la voy aventar.
Me limpio con rabia unas lágrimas de mis mejillas —Doy todo por él, aunque tenga que ser por renunciar a Ángel — muerdo mi labio pensando muy bien lo que estoy apunto de decir— yo le ayudaré a que sea feliz con ella.
—Perdóname, pero no creo que estés haciendo bien.
—¡Claro que sí, es mi hermano como lo eres tú!
Recuerdo muy bien ese día que Cedric llegó a la casa, mis padres querían tener una niña pero mi madre ya no podía y se fueron por la opción de adoptar. Y no se como pasó, pero un niño les robó el corazón de cabello negro y esa mirada tierna de Cedric. Mi padre murió una semana antes de que fuera oficial la adopción.
Hubo problemas al enterarse la trabajadora social que mi padre había muerto y que Cedric tenía que crecer con las dos figuras paternas cancelando la adopción. Mi madre hizo lo posible para que no le quitaran a Cedric haciendo un acuerdo para que fuera registrado con el apellido de mi madre, Cedric Sherbakov.
—Mi padre nos enseñó demasiadas cosas valiosas pero más que ello, el amor de hermanos y tú me lo estas demostrando en este momento el renunciar a alguien por Said — me palmea la espalda Cedric lo cual pongo mi mano sobre la de él.
—Sólo creo que la que debe decir es Ángel, no tú, ni Said.
Niego con la cabeza —Pues conmigo no tiene oportunidad, yo nunca voy a decirle a Ángel lo que siento.
—¿Tienes miedo que ella te corresponda a ti y no a Said?
ESTÁS LEYENDO
Without me✔ [Completo]
Teen FictionLa vida de Ángel Smith es muy difícil ya que nació con cardiopatía congénita, unos estudios le cambiaron todo con un diagnóstico que no esperaba. CÁNCER DE TIROIDES pensando que su final ha llegado. Dos hermanos serán su perdición, entrando en un tr...