#4 Said, es importante para mi

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Mí cabeza sigue intentando analizar lo que Said me acaba de soltar, era mi mejor amigo, y claro que sabía que tenía un hermano mayor, pero no que fuera doctor y mucho menos mi ¡Doctor!¿Acaso no me tenía confianza para contarme cosas como estas?

—¿Cómo que tú hermano? — digo ofendida.

—Pues lo es, León Truswell es mi hermano.

—¿Pero por qué no lo había visto antes? Nos conocemos desde que éramos unos adolescentes, ¿por qué…. — hablo apunto del colapso.

—No crecimos juntos ya que él vivió en Rusia dedicándose a estudiar la carrera de medicina y poder un día ayudarme con mi cáncer, como se lo prometió a mi padre y....

La voz de Said se quiebra al intentar seguir contándome de su vida, era la primera vez que se abría conmigo a contarme sobre su padre, sabía que era un tema muy delicado para él. A pesar de tener una vida con un gran estatus lo que resaltaba era su dinastía de grandes médicos que venían de su familia al saberse de varios médicos con el apellido Truswell aquí en la ciudad como en Rusia. Aunque nunca asocié a mi médico con su familia y mucho menos con que fuera su hermano.

Pongo mi mano en su hombro intentando consolarlo, se gira hacia mí para abrazarme y corresponde aquel abrazo con cariño.

—Tranquilo rojito— le doy un beso en la mejilla.

—Perdón por no contarte, él no tiene mucho de llegar y creo que sería egoísta de mi parte hablar de mi — sorbe su nariz  — sabiendo que tu vida ha cambiado desde tu último diagnóstico, no importaba.

Tomo su rostro en mis manos  y le sonrió con gentileza —Claro que es importante todo lo que tenga que ver contigo, es importante para mí— alboroto su cabello pelirrojo para animarlo y limpio una lágrima de su mejilla.

Enciendo el auto, busco discretamente si sigue ahí él doctor Truswell y mi mente retumba con su nombre "León" hago una mueca al ya no estar la camioneta azul, salgo de aquel fraccionamiento y me dirijo al hospital Cleveland.

Me despido de Said al llegar a cardiología, quedamos de vernos en la cafetería después de terminar nuestros chequeos, tenía revisión con el doctor Coleman mi anormalidad de mi frecuencia cardíaca está presente siempre en cada consulta.

La revisión había sido agotadora llego hasta la cafetería, levanto la vista en busca de una melena pelirroja pero no doy con Said. Le mando un mensaje contándole que ya lo estoy esperando, pero noto que no me responde como en otras ocasiones.

Empiezo a estar inquieta ya que llevo más de cuarenta minutos esperándolo y no llega ni contesta mis mensajes, decido ir a oncología a buscarlo pero no lo veo por ningún lado, me topo con Natalia en el pasillo y me comenta que está siendo atendido de emergencia ya que se había puesto mal, salgo corriendo por el pasillo, a la sala de emergencias y me frustro al no ver a nadie que me diera información de Said. Me siento en el suelo, metiendo mi cabeza entre las piernas intentando mantener la calma.

—¿Ángel, qué haces aquí? —levantó la vista, y veo al doctor Truswell parado frente a mí.

—Esperando que alguien me de información de Said.

Me ofrece su mano poniendome de pie —¿Eres amiga de él? 

Era lógico que él no supiera que era amiga de su hermano.

—Si, es mi mejor amigo — siento el tacto de sus dedos en mi mejilla y limpia una lágrima de mi rostro al no haberme dado cuenta que ya estaba llorando.

Una descarga eléctrica me recorre, sus ojos verdes estaban puestos en mí como si buscará descifrar algo, mueve sus dedos de arriba abajo como si de una caricia se tratará.

—Él está bien—retira su mano de mi mejilla al darse cuenta que me está acariciando — no te preocupes en un rato puedes pasar a verlo — añade, antes de marcharse.

—¡Espere doctor! —Se detiene en seco, dándose la vuelta para verme — se que no es el mejor momento pero… gracias

Su expresión es confusa intentando entender por que le doy las gracias, contesto ante su duda.

—Por el grupo de apoyo.

Su rostro forma una sonrisa.

— De nada, para eso soy tú médico y aguantar a mis pacientes es mi trabajo.

Solté una risa de nervios y pude ver que se reía conmigo, su sonrisa se desvanece formando una línea recta en sus labios.

—En un rato vengo para llevarte a ver a Said.

Checo la hora y veo que ya son las seis de la tarde me acomodo en un sillón en espera que pueda pasar, eran difíciles para mí éstas situaciones y más cuando se trataban de Said, de no saber como ayudarlo solo me quedaba estar aquí hasta saber que él estuviera bien, después de unos minutos mis ojos se cierran ante el sueño.

—¿Ángel?— siento que alguien me mueve el brazo

—¿mm mm?— Abro los ojos con dificultad por la luz que hay.

—Ya puedes pasar, ven — él doctor Truswell me ayuda a ponerme de pie guiándome hacia dónde se encontraba la habitación, abre la puerta y de inmediato veo a Said un poco pálido pero con su sonrisa intacta como era de costumbre.

Sonrio imitandolo —Hola amigo, me diste un susto — acaricio su frente en cuanto llego a un costado de su cama.

—Tranquila, estoy bien — toma mi mano con la que lo acaricio, depositando un beso en él.

—¿Has estado todo el día aquí? —pregunta un poco cansado

—¡Claro tonto, cómo crees que me iba ir dejándote así! 

—Gracias Ángel.

Nos quedamos viendo y aprieta mi mano tratando de que no me soltara a llorar, él realmente sabía que no era muy buena en este tipo de cosas y más si se trataba de él.

Se escucha que tose alguien desde la puerta, veo por encima de mi hombro y cruzo mirada con él doctor Truswell viendo que está recargado en la puerta. 

—Chicos perdón que los interrumpa, pero Said debe descansar y tú debes irte a casa Ángel ya es tarde.

Mi mirada vuelve hacia Said — mañana vengo.

—Gracias — me jala del brazo intentando que espere, me vuelvo a él para darle un beso en la frente.

—Descansa rojito.

Salgo de la habitación en eso suena mi celular viendo que es mi madre, no alcanzo a contestar por lo cual le devuelvo la llamada pero suena ocupado.

—¿Todo bien Ángel?— me giró viendo a la señora Briseida Truswell, la madre de Said.

Una mujer que siempre notaba porte y elegancia se pusiera lo que fuera, una coleta alta que sujetaba su melena pelirroja herencia que le dio a Said, sus ojos café miel eran preciosos aunque ahora notaban un poco de enrojecimiento al saberse que había llorado.

—Sí, todo bien.

Me pega a ella y me abraza haciendo que pueda sentir su preocupación —Gracias querida por estar aquí con mi hijo.

—No tiene por qué.

Sale León segundos después y sus ojos se posaron en mí a lo cual yo le desvió la mirada al instante, mi celular empieza a sonar.

— Lo siento — me disculpo y me giro alejándome de ellos, contesto la llamada al tercer tono — Ya voy para allá, te cuento todo cuando llegue mamá.

Cuelgo y me devuelvo a donde hacía la señora Truswell con su hijo mayor hablando sobre Said.

—Lo siento, me tengo que ir mi madr....

—Descuida Ángel, en verdad no se como agradecer todo el apoyo que le das a mi hijo

— No tiene nada que agradecer — tomo valor y levanto la vista hacia León Truswell — Él es importante para mí. 

Without me✔  [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora