Without me✔ [Completo]

#8 Detenidos 🚔

SAID TRUSWELL

—¿Estás bien? — la escaneo de pies a cabeza — Vamos Ángel.

Dos manos me jalan hacia atrás, un puño pega con mi rostro haciendo que caiga al suelo aturdido, los gritos de Ángel me hacen abrir los ojos y me levanto como puedo contestando aquel golpe del sujeto que se acaba de meter. Mi mandíbula se tensa al ponerse enfrente de mi tres sujetos incluido el chico rubio, estoy apunto de irme a los golpes contra ellos cuando unas manos se meten entre nosotros. Alguien más pega antes que yo, viendo a Ezar y Liam a mi lado.

Es lo último que recuerdo antes que se desataran los golpes, nos sacaron los de seguridad llevándonos detenidos a todos, Ezar tenía la boca partida mientras que Liam tenía un pómulo que se le empezaba a hinchar.

—¡Genial me duele la boca!

—Podrías callarte Ezar, me duele la cabeza creo que me pegue con algo — se soba la cabeza gruñendo Liam. 

—¡Qué niñas!— se burló uno de los chicos con los que nos peleamos, que se encontraban enfrente de nuestra celda.

Levanto la mirada hacia ellos señalando al rubio — Deja que salga y te romperé la cara imbécil.

—Te estaré esperando.

—Derek basta, ya tenemos demasiados problemas —comenta el chico de su lado izquierdo.

—Hazle caso a tu amigo — comento sarcásticamente. 

En realidad yo también estoy en problemas, mi mente me lo recuerda, espero que a Ángel no se le haya ocurrido hablarle a mi hermano.

Parecía que lo había invocado, no pasaron ni minutos cuando entra un policía junto a León.

—Pueden irse ya pagaron su fianza — dice el policía abriendo la celda.

Agacho la cabeza para evitar ver a León a los ojos, salen primero los chicos, empiezo a caminar atrás de ellos. Al momento de salir busco por todas partes a Ángel pero no la veo ni a Amaris.

—¿Alguien ha visto a Ángel?

Ezar y Liam niegan con la cabeza.

—La última vez que las vimos fue antes de que nos subieran en la patrulla.

—¿Quién entonces le habló a mi hermano?

—Yo no le hablé — dice Liam.

—Yo fui —confiesa Ezar.

Lo volteamos a ver negando con la cabeza ante su imprudencia.

—Perdón pero yo no iba a pasar la noche en unos separos.

—¡Ezar!—gritamos Liam y yo en una sola voz.

Me acerco a León para preguntarle por Ángel pero él habla antes que yo.

—Los llevaré a sus casas chicos.

No hablo en todo el camino, mi hermano deja a Liam en su casa seguido por Ezar. Era impresionante que León enojado me recordaba a mi padre, la tensión estaba en el aire, sus manos se aprietan en el volante y se que no era momento ni de un “lo siento” guardando silencio todo el camino.

Entramos a la casa, quiero empezar a explicarle las cosas a León, pero no se como empezar a disculparme, lo sigo hasta la sala cuando el se gira a mi.

—¡Ni intentes explicar nada Said!

—León.....

—¡¿Qué carajos té pasa?! — aprieta la mandíbula al mirarme serio.

—Yo sólo.... — me interrumpe de inmediato.

—Te escapas del hospital, entras a un antro con varios chicos de oncología y para rematar terminas en una pelea y tengo que ir por ti, por que él joven lo detuvieron — hace una pausa — ¡eres un irresponsable! Agradece que se lo pude ocultar a mi madre.

—¡Sólo defendía a Ángel de un imbécil!— bufo en cuanto recuerdo el motivo de la pelea.

—En primera lo pudiste haber evitado si no hubieras ido aquel lugar — me observa — ¿Qué no entiendes que solo busco tu bien?

—¡Me jodes la vida León! Siempre se tiene que hacer lo que el gran León Truswell dice, eres mi hermano, no mi padre. — digo sin pensar.

León se deja caer en el sofá llevándose las manos al rostro, suspira con fuerza —¿Eso piensas?¿en verdad?

Estoy por disculparme por lo último que dije pero hay momentos en los que me siento acorralado y deseo un poco de aire fresco.

—Sólo no te metas en mi vida — me tiembla la voz — quiero poder vivir los meses que me queden disfrutando de la vida.

Se para frente de mi para que lo mire directo a los ojos —Sólo no metas a Ángel en tus decisiones, gracias a tu forma de "querer vivir la vida" Ángel está internada.

Al instante siento como un balde de agua fría cayera en mi al escuchar que Ángel estaba mal por mi culpa.

—¿Qué acabas de decir?