25- Prisionero en su Prisión VIII

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Hola, otro capítulo de Prisionero en su Prisión..

Narrador.

- Hanmsel.

- «Cierra la boca»

- Hanmsel!.

- «Por que no se calla

- Hanmsel?!- exclamó él doctor asomando la cabeza fuera de la habitación.

- Que sucede?- preguntó el castaño arqueando una ceja.

El chico lo observó dubitativo antes de hablar.

- Yo... solo me preguntaba ¿No te aburres estando solo?

- Que?- resopló divertido mientras separaba su espalda de la pared y se erguía frente a él.

Hanmsel era alto, tan alto como su hermano. Su cabello estaba bastante recortado y su piel de tonalidades almendradas hacia juego con sus ojos hazel. Era atractivo y poseía un aura mucho menos siniestra que su pariente, haciéndolo lucir hasta cierto punto encantador.
Sanner bajó su rostro.

- Es aburrido estar aquí.

Al castaño le pareció bastante increíble el comentario.

- Te aburres?- se burló- ¿ Dónde crees que estás, niño?

- Se perfectamente dónde estoy- le respondió algo hastiado de que le recordara ese detalle tan seguidamente- Aún falta para que sea de noche, Lampher demorará en venir y no... No me gusta estar solo.

- Que has dicho?- atinó a decir con sorpresa mientras arqueba una ceja.- ¿La sección de sexo te modificó el cerebro? Acabo de oír qué extrañas a mi hermano?

- Bien- respondió haciendo un puchero bastante lindo- Es el único que me hace compañía.

Hanmsel se quedó boquiabierto, rascó su cabeza algo confundido y avanzó suavemente hacia él.

- Estás muy...loco- rió fuera de sí- Te estás burlando de mí?

Sanner mordió el labio y desvió sus rostro fugazmente escondiendolo de la mirada atenta.

- Yo...solo estoy aburrido. Quiero ir fuera.

Hanmsel parecía sacado de onda.

- ¿Quieres ir fuera?

- Yo...hay algo de lo que debo conversar con Lampher- comentó haciendo una pausa para retomar con más fuerza-¡¡ Deja de convertir en preguntas todo lo que digo!! ¡¡ Quiero salir de aquí!! No resisto estar por un minuto más en este lugar!!! Llévame fuera!!

El reo no salía de su asombro. Frotó su barbilla con curiosidad mientras reía divertido.

- Has perdido la cabeza, niño.

- No soy un niño- replicó frunciendo el ceño.- Y bien?

- Claro que no- respondió mirándolo con fijeza mientras bloqueaba la salida con su cuerpo, al unísono en que sus facciones se torcian en un gesto burlón - No puedes salir de aquí. Deja de insistir...niño.

Sanner respiró profundamente. Otro día más en aquel lugar y enloqueceria. La habitación no tenía ventanas. Los conductos de ventilación le proporcionaban el aire que respiraba y la luz tenue y a veces parpadeante del bombillo, la iluminación que necesitaba. El confinamiento le asfixiaba hasta hacerlo sentir enfermo.

- No entiendes...- balbuceó.

Su voz emergió entrecortada y lastimera. Dió algunos pasos hacia delante abalanzandose sobre el convicto sujetándolo del cuello de la ajustada camisa valiéndose de la poca fuerza de sus puños. Hanmsel se tambaleó en el lugar, impactado por la reciente arremetida.

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