Hola chicos, espero les guste el capítulo, sin ánimos de lucro y con mucho amor 🥰.
...
- Una Heckler & Koch,tres Colt M1911, esta es una Beretta...hay 4 modelos de esta marca.- Samir le lanza un ejemplar de este último a su líder el cual la toma en el aire.
Sostuvo el arma entre sus manos examinando el peso y la calidad de la misma
- Una Beretta 92... estándar de las Fuerzas armadas de los EEUU.
- Irónico... ¿no le parece? Que sea ésta la que usemos para explotarle los sesos - exclamó él segundo riendo.
Ambos se hallaban en la habitación subterránea. Un lugar que había sorprendido momentáneamente a Lampher. Había estantes a todo lo largo del lugar y sobre estos las armas ubicadas en orden, desde las más antiguas hasta las más recientes. Otros compartimentos los ocupaban las municiones guardadas en numerosas cajas, de igual forma ordenadas. Además había una habitación justo al final de la primera que conducía a un segundo cuarto, este último albergaba una enorme cantidad explosivos. Todo aquello puso de muy buen humor al líder.
- Debemos tomar la mayor cantidad de armamentos que podamos llevar. Samir, dame la llave del local- dijo el narcotraficante mientras cargaba su arma y acto seguido la guardaba tras su espalda.
- Está es la llave de la segunda habitación- respondió es recluso, acercándose para depositarla en la mano de su líder— La primera puerta debe mantenerse abierta ya que se trata de una cerradura electrónica y no conocemos la numeración para el acceso.
Lampher guardó la llave en su bolsillo y se volteó caminando hasta la salida, había pasado toda la mañana inspeccionando el cuarto subterráneo y había quedado satisfecho con lo visto. Aunque la colección solo contaba con armas de corto alcance, estas podrían ser utilizadas por sus hombres de ser necesario. Había transcurrido bastante tiempo durante el cual se había mantenido en aquella habitación descuidando otros asuntos. Ya era hora de regresar.
- No descuides la tarea que te encomendé desde un principio.
El árabe asintió y salió tras su líder. En efecto, sobre él recaía la tarea más importante y peligrosa: mantener a esa manada de hombres sudorosos y llenos de testosterona calmados y pacientes hasta que se pudiese efectuar el escape con éxito.
Ya en la oficina central, Lampher indagó entre los artilugios esparcidos sobre la mesa buscando la Colt que había dejado olvidada, ubicándola rápidamente hacia una esquina y tomándola mientras la contemplaba junto a la que había traído consigo del piso subterráneo.
- Solo un pez gordo podría darse tal lujo.- dijo en voz baja.
La puerta del local crugió levemente haciendo que el recluso de volteara con cautela.
- Lampher...
El narco clavó su vista momentáneamente en la pequeña figura de aspecto angelical que lo observaba entristecido desde la entrada del local.
- Tú otra vez...- siseó encajando su mandíbula.
El chico mordió su labio inferior bajando su vista por unos segundos. Luego sonrió.
- Si, yo otra vez...- dijo acercándose.
- No quedaste satisfecho?
- Nunca estoy satisfecho, solo la tuya me hace feliz.
El líder ignoró los comentarios reclinándose a la mesa mientras continuaba examinando la Beretta que había traído consigo.
- Piérdete de mi vista.- escupió.
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Prisionero en su prisión
De TodoSanner Manso al terminar sus estudios universitarios es enviado a la prisión de Kleinsburg para ejercer como doctor en el lugar. Una prisión alejada del mundo, donde todo parece estar en calma hasta que estalla una revuelta planificada por sus propi...