Hola, perdón por la tardanza.💛♣️♣️♣️♣️♣️♣️♣️♣️♣️♣️♣️♣️♣️♣️♣️♣️
— Adonis.El nombrado se detuvo y se volteó con desgano.
—Ah, eres tú Hamnsel ¿Que quieres? Déjame en paz.
—Agh...—«¿Que le pasa ahora?»—Solo quería preguntar sobre...
—Sobre el doctor...— el más pequeño terminó la frase— Todo el mundo quiere saber sobre él; Lampher y tú, estoy harto.
—Tsh, de acuerdo no tengo tiempo para tus berrinches. Si no quieres hablar entonces yo...
— ¡Él está bien!—Adonis alzó su voz y se cruzó de brazos al notar que el castaño transitaba a su lado haciendo caso omiso. Siendo quién era, detestaba ser ignorado—Me echó de su habitación tras darme un susto de muerte.
— Estás hablando idioteces—suspiró Hamnsel pasando de largo. Sus ganas de dialogar se habían desvanecido.
—¡Ja! ¿no me crees?
— Ya te lo dije, no tengo tiempo para tus berrinches.
—¡No son berrinches!—gritó el de cabellos rubios — Yo solo...me molesta realmente que a ustedes no les preocupe nada.
Hamnsel soltó una risita y se cruzó de brazos.
—Imagino tus preocupaciones... Tranquilízate ¿de acuerdo? estoy seguro de que podrás escabullirte en algún jeep al momento de la fuga. Esa debería ser la menor de tus preocupaciones.
—¡¿Lo ves!? ¡Eres imbécil al igual que el resto!
—¿¡Que te sucede, maldito loco!?—voceó el castaño notablemente molesto.
— ¡Mira a tu alrededor!
Hamnsel suspiró y dió una pequeña ojeada con el rabillo del ojo. Todo permanecía en calma y apenas habían reos en el comedor. Probablemente estaban en las cárceles o más al fondo, en las alacenas—Todo está igual que siempre— habló firmemente en voz alta.
Adonis llevó su mirada al techo y negó con sutileza.
—Exacto, todo está igual. Se supone que partiremos a media noche y apenas se siente un murmullo ¿Eso no te preocupa?Hamnsel arqueó una ceja.
— Se nos ordenó que fuésemos sigilosos. No conviene ser ruidosos antes de medianoche. Justo en el momento en que se detonen los explosivos del garage, una señal de alarma será enviada a la central del gobierno, luego de eso habrá que escapar inmediatamente. Hay que ser cautelosos.El más pequeño puso sus ojos en blanco.
— No se trata de eso. Yo solo...tengo un mal presentimiento.—¿Que presientes?—rió el mayor alzándose de hombros— ¿Qué todo esté en calma te hace sentir incómodo?
Adonis fijó su vista en el suelo y tragó grueso.
—La calma no significa paz, a veces antecede a al catástrofe, a veces acompaña la catástrofe. Está demasiado tranquilo...no me gusta.Hannsel divagó un buen rato; volvió a observar sus alrededores por segunda ocasión, está vez con algo de recelo y por un momento sintió los escalofríos de un absoluto mutismo.
— Está demasiado silencioso.— volvió a recalcar el rubio abrazándose a sí mismo— Es... inquietante.
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NarradorEl chirrido agudo que dejaba escapar la pluma del lavamanos le resultaba indiferente a estas alturas. Sanner juntó sus manos y las colocó bajo la pila. Llevó el agua a su rostro una y otra vez.
Surcos corrían por su cuello desembocando sobre el arco superior de su esternón.

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Prisionero en su prisión
RandomSanner Manso al terminar sus estudios universitarios es enviado a la prisión de Kleinsburg para ejercer como doctor en el lugar. Una prisión alejada del mundo, donde todo parece estar en calma hasta que estalla una revuelta planificada por sus propi...