Prisionero en su prisión

5- To work.

-¿ Eso es todo?- Sanner terminaba de tomar los apuntes, para luego dirigirse al reo.

El prisionero alzó los hombros despectivamente, señal que captó Albert instantáneamente, acercándose para redirigir al reo hacia la puerta. Sanner contempló su reloj pulsera.

- 10 AM...-susurró.

Llevaba 3 días en la prisión. Desde su encuentro con el señor Alfort hasta el momento había interrogado a 18 reos. Decidió cambiar de planes, en el día de hoy tomaría los datos de la mayor cantidad de reos posibles, y mañana dedicaría el tiempo a teclear la información en el computador, continuaría de esa forma hasta que el plazo de los 8 meses se cumpliera..Observó la manga de su camisa algo estrujada y se tomó un tiempo para arreglarla minusiosamente al unísono en el que Albert entraba por la puerta del cuarto médico.

- Listo para el próximo...?

- Un momento.

El joven se levantó presuroso abriendo el aparador para tomar una botella de agua.

- ¿Más relajado? ¿ No es tan difícil, cierto?

Sanner limpió con el dorso de su mano algunas gotas del líquido que escurrían a través de su barbilla.

- Me veía tan nervioso?

Albert negó con firmeza , poniendo cara pensativa para luego afirmar con rapidez.

Sonreí por su gesto. Indiscutiblemente mi llegada al centro penitenciario no había sido placentera en lo más mínimo. La idea de estar rodeado de asesinos, traficantes y violadores no me hacía gracia.

- Albert...- dije indicándole con un gesto.

El oficial asiente saliendo por la puerta del local. Me acomodo en la silla, reajustando el broche de mi manga.

Al cabo de unos segundos Albert regresó, quién lo a acompañaba caminaba tambaleándose. Era un hombre de más de 300 libras, extremadamente obeso, tanto así, que el caminar se le dificultaba.
Con un gesto señalé la silla, el reo captó la indirecta perfectamente acomodándose lo mejor posible.

-Es usted Gregori Montier?- carraspee mientras examinaba unos documentos.

-Si..- respondió asintiendo varias veces.

-Gregori, soy el doctor Manson, le haré algunas preguntas para conocer un poco de su salud actual.

-Si... Uff que nervios- agrega acomodándose en la silla.

Lo observé cuidadosamente anotando algunos detalles sobre su constitución física.

- Sr Gregori ,¿ Sufre de algún padecimiento?

- Si señor, diabetes.

Escribía en mi cuaderno a la vez que interrogaba.

- Algo más?

- No que sepa, doctor.

-¿ Ha sufrido de alguna caída importante o accidente que haya comprometido su vida? Alguna fractura, por ejemplo.

Gregori quedó pensativo por un breve lapso contemplando el techo del lugar.

- No... Bien, si.

Aquel hombre levantó su camisa mostrándome una cicatriz enorme que atravesaba su grueso abdomen.
- Fue hecho con un punzón. Atravesó mi estómago. Entré al salón de operaciones en cinco ocaciones.

Estaba sorprendido por el tamaño de dicha cicatriz que recorría varios ángulos de la silueta de aquel individuo.

- El accidente ocurrió aproximadamente... ?