-¡Genial! Nos vemos en cuatro días Aidan.
Me senté en mi cama y me quedé mirando el suelo. Me sentía culpable, abandonaría a ___, durante 12 meses. Sería muy duro para mí, pero... ¿y para ella? No podía ni imaginármelo.
Marqué su número y enseguida contestó.
-¡Feliz 4 de julio! - dijo muy feliz. - Estoy deseando ver los fuegos artificiales contigo.
-Yo también... Es lo que más quiero - dije con lágrimas en los ojos.
-¿Estás bien? Tienes la voz... rara.
-Estoy bien, solo... tengo que decirte algo...
-Adelante, te escucho - dijo feliz.
-Yo... - me arrepentí, se lo contaría en otro momento, no quería arruinar su 4 de julio. - Te recojo a las 8.
Colgué.
Empecé a llorar. No quería separarme de mis amigos, de mi instituto. Llamé a Noah.
-Noah... ¿Puedes venir a mi casa?
-Gallagher... ¿todo bien? - escuché su voz preocupada.
-N-No... Por favor Noah, necesito consejos.
Apenas pasaron 15 minutos, Noah y yo nos encontrábamos en mi cuarto. Él me consolaba mientras yo lloraba en su hombro.
-¿Qué sucede? - dijo abrazándome.
-M-me voy...
-¿Qué? - parecía no entender.
-Me voy... A Toronto, u-un año... No sé cómo decírselo a ___... No puedo despedirme de ella... - dije sollozando.
Su cara cambió completamente, expresaba preocupación y disgusto.
-Aidan... No pasará nada. Conozco a ___, estará triste, pero no se enfadará, ella sabe que tu sueño es actuar y es consciente de que no puedes aferrarte a ella.
-No lo entiendes... Le prometí estar para ella en sus peores momentos, me lo prometí a mí mismo. La amo, pero ambos sabemos que si me voy un año las cosas no volverán a ser lo que eran.
-Estoy seguro de que ___ te estará esperando. Tienes que contárselo.
-No puedo decírselo hoy, ella ama el 4 de julio.
-Díselo en la noche, cuando los fuegos artificiales acaben. Merece saberlo Aidan.
-Lo sabrá, lo prometo.
-Buena suerte amigo... - Noah se fue de la casa.
Yo me preparé, en 45 minutos tendría que ir a buscar a ___.
[...]
Estaba en la puerta de la casa de ___, la puerta se abrió dejando ver a una hermosa chica muy arreglada, con un vestido pegado, cosa que pocas veces llevaba ya que a ella no le gustaban las faldas y siempre iba en pantalón. Iba con un maquillaje natural acompañado con aquella hermosa sonrisa que tanto la caracterizaba.
Rápidamente corrió hacia mí y me abrazó fuerte. En ese momento me prometí que la haría la chica más feliz del mundo estos últimos cuatro días.
-Buenas noches hermosa - dije dándole un beso en la frente.
-¿Hermosa? - me miró confusa.
-Sí, ¿no te gusta?
Se encogió de hombros con una sonrisa. Parecía una niña pequeña, eso me daba ternura.
-¿Vamos? - dije ofreciéndole mi mano.
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Cumpliste tus promesas {Aidan y tú}
FanfictionEl destino nos juntó, me ayudaste a superar mis traumas, mis inseguridades, mis problemas. Todo lo que mi hermanastro provocó, tú viniste para solucionarlo. Pero el destino no siempre mantiene parejas hasta el final. Aun así, prometo llevarte siemp...