༺SEXY'S PROFESIONES༻ [KNJ & KSJ]

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El sonido de los pájaros y los rayos del sol asomándose por las cortinas, fueron lo que despertaron a Namjoon. Después de su agradable encuentro con el doctor, había ido a su casa como este le había recomendado y durmió después de semanas sin haber podido dormir, ya que los casos que enfrentaba eran cada vez más difíciles.

Abrió los ojos y se levantó de la cama, había decidido no ir a trabajar y como excusa diría que había pasado toda la madrugada pendiente de que ningun a automóvil sobre pasara los límites de seguridad.

Estaba por lavar sus dientes cuando escuchó la puerta principal ser abierta, así que dejó lo que estaban por hacer y bajó por las escaleras para encontrarse con su visita.

—Hola Nammie.

—Hola cariño, ¿a que has venido?

—Venía a hacerte de comer, para cuando salieras a comer tuvieras una rica comida, pero ya veo que no fuiste a trabajar.

—A-ah mi alarma no sonó.

—Jaja, bien como sea, entonces te haré de desayunar. —Se acercó a este y lo besó.—Hueles a soju, ¿acaso tomaste?

—No, bueno solo una botella para cenar.—Claramente estaba mintiendo, no le diría a su prometida que había tomado una botella junto con un sexy doctor y después terminaron besándose.

—Oh, entiendo.—Asintió no muy convencida, ya que no le agradaba para nada la idea de que NamJoon tomara bebidas alcohólicas.

—¿Que te parece si te ayudo a hacer de desayunar?

—No, eres bastante torpe en la cocina, yo puedo sola.—Camino hacia la cocina, siendo seguida por el detective.

—Bien, entonces solo veré como lo preparas.

—De acuerdo.—Comenzó a sacar lo necesario para hacer el desayuno.—¿Alguna cercanía con tu Jefe?

—No, todo va de mal en peor.

—Ya pasará, solo debe estar cansado tu jefe y a lo mejor por eso te pone a hacer su trabajo.

—Dudo que sea eso.

—Yo creo que en un tiempo más te querrá y serás su detective consentido.

—Llegará primero el fin del mundo antes de que pase eso.

—Ja, ja, no es verdad.

—He pensado en renunciar....

—¿Que?—Irene dejó de preparar todo y posó su vista en Namjoon, incrédula.—Namjoon, nuestra boda es en tres meses y aún nos faltan cosas que comprar, no podemos completarlas de mi sueldo.

—Lo se, lo sé, es solo que en verdad estoy apunto de explotar y más con el reto.—Irene frunció el ceño.

—¿Que reto?—El detective se arrepintió, pues había decidido guardar eso en secreto.

—A-ah es un reto que hice con el jefe, debo terminar unos casos antes de que termine el mes.

—Maldición, dime que no son los casos que llevas resolviendo desde hace un año.

—Soltó un largo suspiro.—Si, son los mismos.

—Namjoon, si no los pudiste resolver en un año que te hace pensar que lo harás en un mes.

—Necesito hacerlo, sino no me dará un aumento.

—Olvida el aumento, debes olvidar toda esta locura y pedirle a tu jefe que la olvide.—Se acercó a NamJoon y puso su mano en su mejilla.—Por favor....

—No.—Quitó delicadamente la mano que acariciaba su mejilla.—Llevó cinco años intentado conseguir un aumento y esta es mi oportunidad de obtenerlo, no voy a dejarla ir tan fácil.—

Salió de la cocina y camino hacia su habitación, no quería seguir discutiendo con ella, pero ¿como iba a casarse con alguien que no lo entendía?

Llegó a su habitación y fue directo al baño que estaba dentro de esta, se quito su ropa para dormir y se metió a la ducha, quería olvidar aquella discusión. ¿Por que todo tenía que estar relacionado con su Jefe y su trabajo?

El agua tibia corría por todo su acaramelado cuerpo, dándole una sensación relajante, cerró sus ojos y pudo ver que todo era negro, a excepción cuando una imagen de la sonrisa del doctor le vino a la mente.

—Kim SeokJin...—Aquel nombre había salido inconciente de sus labios, como un intento de no borrarlo de su mente ni de borrar aquella sensación que le hizo sentir.

Suspiro al recordar aquella noche, había sido la mejor noche de su vida. Ver esa sonrisa había sido la mejor recompensa que habría recibido, al igual que esos alagos y ese perfecto beso. Los cuales habían confundido mucho al detective, no juzgaba a las parejas de un mismo género, pero había algo que le había atraído de ese doctor, algo que ni siquiera lo había llegado a vivir con su ahora prometida.

Era heterosexual, pero cuando convivió con él doctor estaba seguro que ya no lo era.

—NamJoonie, ¿ya vas a salir?—Habían tocado la puerta, sacándolo de sus pensamientos.

—A-ah si, ya voy.—Cerró la llave de la regadera y tomó la toalla, después se la puso al rededor de la cintura y salió.

—Siento mucho lo que dije, pero no quiero que pierdas tu trabajo.

—No lo perderé, aún si pierdo la apuesta no lo perderé.

—¿Lo prometes?—Tomó cercanía hacia su prometido.

—Lo prometo.

—Bien, tu desayuno ya está preparado y yo tengo que irme,pero volveré más tarde.—Besó a Namjoon y este no dudo en corresponder, después de todo era su prometida.

—Cuídate mucho.

—Tu también y no toques la cocina que la quemaras, mejor espera a que vuelva para preparar la comida.

—Ja, ja, bien.

—Mi madre vendrá en dos semanas, debes ir por mí al hospital y después iremos a recogerla juntos.—Dijo antes de salir de la habitación.

Irene era doctora de uno de los mejores hospitales de la ciudad y era la mejor, gracias a su carisma y amabilidad. Es por eso que Namjoon se preguntaba por qué SeokJin era un doctor, ¿acaso sólo atraía a doctores?

—De acuerdo, espero que no se me olvide.

—Te lo recordaré a cada segundo, por que sabes que mi madre odia la impuntualidad.

—Lo sé, entonces estaría bien que me lo recuerdes.

—Bien, nos vemos.—Salió de la habitación, seguido de la casa.

Y allí estaba NamJoon, una vez más solo en el silencio y soledad de su casa.
Cuánto deseaba tener una familia en casa pues odiaba tanto el silencio, era bueno para pensar o leer, pero también era desesperante cuando estaba solo y no tenía nada que hacer. Probabilmente tal vez esa era la razón por la que iba a casarse.

No quería estar sólo…

Bajó hacia la planta baja para ir en busca del desayuno. Se encontró con un jugo de naranja, unos panes tostados con mermelada y unas galletas. Comió en silencio, mientras llevaba su vista del reloj a la pared, de la pared a la foto que tenía de Irene y el cuando cumplieron dos años de novios. Después de haber recorrido todo el lugar con su vista, se levantó y dejó el plato en su lugar, camino hacia su estudio para empezar a buscar pistas sobre los casos y no perder más tiempo.

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(Editado)