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Los nervios invadían por completo el cuerpo de SeokJin, tanto que estuvo a punto de chocar dos veces, el automóvil se le descontrolaba por sus nervios en el volante o  simplemente no podía dejar de pensar en lo que iba a hacer.

Su primera opción había sido pararse frente a la iglesia y oponerse como en las telenovelas, pero rechazó la idea al pensar en que haría el ridículo si NamJoon lo ignoraba. Su segunda opción era ir a sentarse como si fuera un invitado más, sentarse en la primera fila, esperando ser visto por el novio, pero le dolería ver aquella unión de cerca, ver cómo se besaban y se sonreían el uno al otro, así que la descartó. Y la tercera, simplemente era no entrar y esperar a que el matrimonio recién casado salga de la iglesia, para después caminar hasta el novio y felicitarlo, deseando ver su reacción.

Apretó el volante de su automóvil, con el corazón latiendole al mil por hora y las náuseas en su estómago. Había llegado a la iglesia y ahora se encontraba frente a ella. Estaba comenzando a arrepentirse, no estaba seguro de que hacer o no hacer. Decidió prender nuevamente su automóvil para regresar a casa y continuar llorando frente al televisor junto con un litro de helado, pero entonces recordó las palabras de Jimin: "no se puede terminar así, yo se que ama al Señor Kim y estoy seguro de que él también a usted..."

Y entonces apretó sus labios, decidido. Bajó del automóvil, para después sacudir la parte de superior de su smoking, quitándole cualquier indicio de arrugas o polvo.

—¡Vamos, SeokJin, tú puedes!—Dando un largo suspiro, al mismo tiempo que se daba ánimos así mismo.

Para después comenzar a caminar lentamente hasta la entrada.

Cuando sus pies se encontraban dentro del santuario, observó detenidamente cada detalle que se posicionaba en la boda, como los invitados, las damas de compañía, los anillos, el lazo matrimonial, él sacerdote, el hermoso vestido de la novia y...él novio.

Se mantenía parado en la entrada justo a un costado de esta, cuando escuchó como le chistaban.

—Tsk, Tsk.—Volteo inmediatamente, hacía el lugar de dónde provenía aquél chistido.—¿Quién eres?—En cuanto SeokJin dirigió su mirada, divisó a un hombres de piel acaramelada, hoyuelos y cabello rojo con demasiado parecido al detective, sólo que este era más joven y tenía pircings en el lóbulo de su oreja, en su nariz y en su labio inferior. Pero aunque este se viera más joven que él no iba a negar que era muy atractivo.

—S-soy un amigo de...N-NamJoon.

—¡Oh! Entonces toma asiento, la boda no tiene mucho que comenzó.—Le ofreció la mano en forma de saludó.—Soy Kim Soo Byung, primo de NamJoon.

—Mucho gustó, Kim Seok Jin...—Correspondio al apretón de manos, para después tomar asiento, debido a que si seguía de pie sus nervios harían que sus piernas le fallacen y podría caer.

Cuando se sentó junto al chico pudo ver detenidamente que el parecido entre él y NamJoon era impresionante.

—¿Sabes? Conozco bien a mi primo y se que no está feliz...—SeokJin puso su atención en lo que decía, al mismo tiempo que miraba con soslayo a los novios en el altar.—Lo he visto más feliz otras veces, como cuando me contó sobre que había hecho una amistad con un doctor. Si vieras como le brillan los ojos tan sólo con mencionarlo. Yo lo creí una locura, ni siquiera tenía ese brillo cuándo miraba a Irene. Y ahora que lo veo... creo que vería con más amor a su amigo que a Irene...

—A-ah...T-tal vez sólo esté nervioso.

—Lo dudo muchísimo.—Haciendo una mueca de tristeza.—Ojala alguien se interpusiera, NamJoon no merece vivir un matrimonio infeliz.

Aquéllas palabras le dieron el impulso que tanto necesitaba Jin y está vez no pensaba retroceder...

—Señorita Bae...—Se dirigió el sacerdote ha la novia, haciéndo que su voz resonara por toda la iglesia.—¿Acepta al señor Kim Nam Joon como esposo, para amarlo, respetarlo, cuidarlo y mantenerse a su lado en las buenas y en las malas hasta que la muerte los separe?

—Acepto.—Respondió sin ningún rastro de duda, al mismo tiempo que miraba a NamJoon con ojos de ilusión y este le correspondía la mirada. Y entonces Jin sintió la primera pulzada en su pecho.

—Señor Kim...—Prosiguió él sacerdote, está vez era el turno de NamJoon.—¿Acepta a la señorita Bae como esposa, para amarla, respetarla, cuidarla, y protegerla, hasta que la muertes los separe?

SeokJin no pudo más y se levantó de inmediato. Pensó que sería fuerte y podría interponerse como tanto lo deseaba, pero no quería quedarse a escuchar una respuesta tan obvia y por eso mismo decidió abandonar la iglesia.

—¡Hey!—Él pelirrojo se levantó junto con él, extrañado por la reacción del desconocido.—¿Te sientes bien?—Le susurró, al mismo tiempo que lo detenía, con su mano apresando muñeca del desconocido, para evitar que este saliera corriendo.

—Y-yo...—Y entonces se quebró a llorar silenciosamente, a lo que él pelirrojo se apresuró a rodearlo con sus brazos.

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El silencio comenzó a reinar sobre la iglesia, al mismo tiempo que sentía como todos los ojos se dirigían a su persona.

—Y-yo...

Se rindió.

Pensó que entre él y SeokJin podría haber algo más que una simplemente amistad. Pensó que ambos sentían lo mismo, que ambos sentían sus corazones exaltarse cuando se miraban fijamente o cuando sus labios tenían contacto.

Pensó que podía detener todo para ser feliz con la única persona que había experimentado el amor...Pero en vez de eso, era un cobarde y ahora se encontraba frente a un altar, a punto de dar el "si" y dar comienzo a un matrimonio en el cual no sería feliz, ni sería el mismo.

Desvió su mirada, si tan sólo Jin estuviera allí, entonces dejaría todo atrás sin importar que y amaría con la libertad que siempre había querido, como lo hacía su primo, Soo, del cual sentía envidia, pues él no temía a lo que dijeran sobré él, él amaba libremente y sin callar lo que realmente era. Levantó su vista hasta donde Soo le había dicho que se encontraría, necesitaba encontrar la fuerza para ir tras él hombre del cual se había enamorado y quién mejor para darle ese apoyo que su primo, recién salido del clóset.

Pero en cuanto levantó su vista pudo divisar a su primo abrazando al hombre que amaba justo a la entrada de la iglesia. Los celos le cegaron inmediatamente y sintió su sangre hervir al ver como su primo consolaba a su tan anhelado.

—Lo siento, Irene.—NamJoon soltó las delicadas manos de Irene, las cuales sostenía entre las suyas.—Se quitó aquél lazo matrimonial y corrió directamente hasta donde su Soo y Jin.

Era fuente de muchas miradas, las cuales le miraban sorprendidas o atónitas y más aún cuando arrebató a SeokJin de los brazos de Soo.

Al tenerlo entre sus brazos, lo tomó por la cintura para pegarlo a él y besarlo apasionadamente enfrente de todos los presentes.

—Gracias por venir por mí...—Le sonrió una vez que separaron sus labios, mostrandole aquéllos dulces hoyuelos en una sonrisa enamorado y sincera.

Lo tomó de la mano, para después salir corriendo lejos de allí.

Definitivamente era la mejor decisión que NamJoon había tomado en toda su vida.

༺SEXY'S PROFESIONES༻  [KNJ & KSJ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora