Holmes Chapel 1&2 » ¡En proceso!

030.

Harry.

Me echan de la sala, me quedo en completo shock, aún escucho los gritos del médico para indicar que le den otra descarga.

María agarra fuertemente mi mano y cierro mis ojos, empiezo a rezar, a pedir que no me la quiten.

Mis ojos se abren al escuchar el maravilloso ruido.

María grita de alegría y me abraza, aún en shock celebro que Rachel está bien, empiezo a llorar y levanto a María del suelo.

Cierran las puertas y yo limpio todo rastro de lágrimas de mi cara. Ya está bien.

-Perdonden. -me giro y veo a un chico de mi edad-Soy quién ha llamado hace unas horas, ¿se encuentra bien?

-Sí, gracias por llamar a la ambulancia.

-No es nada-me tiende el móvil de Rachel y se va, la pantalla está rota, desbloqueo su patrón y abro la conversación con Clara.

"Soy Harry, el novio de Rachel"

"Creo que es necesario que sepas que Rachel ha tenido un accidente de coche"

"Y que nos encontramos en el hospital"

"¿Queee?"

"¿Cómo ha pasado?"

"Omg ¿en que hospital estáis?"

"En el que está en las afueras de Londres"

"Voy para allí"

****
Pasan las horas y no sabemos nada de Rachel, Clara ha llorado durante hora y media junto a María.

Un médico sale de la nada y se pone justo delante de nosotros.

-Ha despertado, solo puede pasar a verle una persona. -me levanto con to ta rapidez que María me sonríe y asiente.

Casi corro hacia su habitación, cuando entro le veo mirando hacia la nada, con heridas por lo largo de su cara y con sus ojos rojos.

Me ve y empieza a llorar, me acerco a ella con rapidez.

-Lo siento-dice y yo le abrazo.

-¿Por qué mi vida?

-Te habré asustado, no sé que me pasó Harry, lo juro.

-Hey cariño, no llores por eso, claro que me he preocupado, pero ahora estás bien.

-¿Qué pasó?-su voz se rompe y beso sus labios una y otra vez.

-Prefiero contarte eso más adelante.

-Vale-vuelvo a besar sus labios y junto nuestras frentes.

-Tenía tanto miedo-digo ahora llorando también, sus delicadas manos suben hasta mis mejillas y acarician cada centímetro de mi piel.

-Jamás te dejaría solo-dice y yo sonrío. Junto nuestras narices y beso todas y cada una de las heridas que tiene, o al menos las que yo veo.

-Te amo.

-Te amo mucho más.

Junto sus labios con los míos y ella se queja, me separo enseguida y le miro, ella me sonríe y vuelve a besarme.

Sus labios saben a sangre, y cuando me separo veo que le sangran. Ella alcanza un pañuelo y se los limpia.

Me levanto y cojo el cacao que está en la estantería, me siento de nuevo y extiendo cacao por sus labios resecos y frágiles.

-Si algún día te perdiera, me daría algo, Rachel.

-Y a mí bebé.

Le abrazo asegurándome de que no estoy soñando, de que está despierta, sana y salva, entre mis brazos.

Gracias por darme otra oportunidad.