El nombre de una princesa.

La noche del baile

Luego de la discusión que tuvo Heddaiciar con Collet, ella optó por regresar al pueblo y pasar la noche en la cabaña de Eider; y al llegar la tarde del día siguiente ambas mujeres decidieron empezar a arreglar sus vestidos y peinados para asistir al baile, ya que a pesar de ser consideradas unas plebeyas más del pueblo ellas querían dejar una buena impresión en todo el castillo, como ninguna otra mujer antes lo había hecho.

Eider estaba usando un vestuario largo y hermoso de color rojo, que resaltaba perfecto con su cabello oscuro; mientras que Heddaiciar tenía un vestido de color violeta claro, el cual llevaba encima algunas flores — Nosotras vamos a ser las doncellas más lindas de todo el reino después de esta noche — dijo Eider sonriendo, muy segura de sus palabras mientras se miraban en un espejo; pero al llegar al baile vieron la presentación de Yoet, quien tenía puesto un vestido de color dorado con azul, y el cabello mejor arreglado que cualquier chica en el baile, así que Eider, mirando a Heddaiciar señaló — tal vez seamos las segundas doncellas más lindas de todo el reino — su joven amiga contempló a su tía de manera respetuosa a la distancia, pues no era consciente de que aquella mujer era totalmente responsable de la muerte de sus padres

— Pensé que no vendrías, — dijo Abadie acercándose — ¿bailarías conmigo? — preguntó tendiéndole amablemente su mano, Heddaiciar lo miro con una sonrisa marcada en los labios antes de contestarle

— Por supuesto, solo si me promete que después usted, bailara con mi amiga Eider

— Lo prometo — dijo Abadie sonriendo.

Mientras ellos dos estaban en la pista, bailando y riendo cerca de unos amigos del explorador el príncipe Apollon y su prometida Yoet los miraban con envidia — ¿Ese de allá es el príncipe? — preguntó la dama de ojos grises al ver que su vestimenta no se comparaba en nada con la que él llevaba puesta el mismo día en que lo conoció

— Sí, efectivamente es el y la reina esta al lado suyo

— ¿Por qué no dejan de mirarnos? — bajo la cabeza mientras que el caballero acomodaba un mechón de su blanco cabello tras la oreja

— No lo sé, pero no te preocupes bonita, solo has de haber despertado algún tipo de interés en ellos

— Tú lo llevaste hasta el bosque la tarde de ayer. — mencionó la princesa interesada en tocar ese tema de conversación

— Yo... — Abadie rodó los ojos al decir esto — le hable un poco sobre ti y tu interesante acento — Heddaiciar pudo darse cuenta de que la canción que ella y Abadie bailaban había terminado

— Prometiste que ibas a bailar con Eider — dijo soltando la mano de Abadie

— Oh claro, soy un hombre de palabra, pero al volver te presentare directamente con el príncipe y su futura esposa, ¿esta bien? — ella asintió.

Luego de que el joven se fue, Heddaiciar salio del lugar por una de las puertas y empezó a recorrer las paredes del castillo con la mirada sobre las pinturas y retratos de Yoet — Es como verlas desde una vida muy distinta — dijo para si misma con tristeza, viendo que esta misma persona había retirado las fotografías de sus padres y antepasados

— Claro que sí, ella es hermosa — añadió el príncipe Apollon a un lado suyo

— Usted... debe ser el príncipe — dijo Heddaiciar haciendo una dulce sonrisa burlona

— Así es, y usted debe ser la joven que conocí ayer en el bosque, nuevamente quiero darte las gracias, por.. ¿salvarme la vida?

— Yo no lo diría de esa forma — el joven tomó la mano de ella y plantó un beso en la parte superior de su mano

— Es un verdadero placer conocerte

— Gracias, realmente opino lo mismo

— ¿Cuál es tu opinión de la música esta noche?

— Es bastante buena

— Pero nada se compara con la música de hace algunos años, ¿cierto?, — agrego Yoet acercándose a su prometido para tomar de su mano — ¿qué estás haciendo aquí?, — cuestionó mirando a Heddaiciar — hace mucho tiempo que no nos veíamos

— Debe ser porque no va muy seguido a ayudar a sus súbditos en el pueblo — respondió ella con seguridad

— Y tú no eres ni siquiera parte de ellos