Era un día como cualquier otro, nada extraordinario para contemplar sólo las típicas noticias de ghouls canibalizando y masacrando.
Ya era algo habitual aunque se me hacía repugnante el solo hecho de verlos inclusive en la televisión, tan despreciable.
En cuanto a mí, pues ahora me encuentro tomando mi taza de café amargo y oscuro tal como a mi me gustaba, aunque debo admitir que siempre quise intentar hacer los café de aquel anciano, que con su paciencia y amabilidad me solía preparar.
Extrañaba a Yoshimura.
Extrañaba anteiku.
"Extrañar" una palabra tan cruel pero verdadera.
Ya era la hora de irme a trabajar, hoy me iban a dar una noticia, nervios no sentía solo ansiedad por saber que era.
Ahora que lo pienso no me presente
Mi nombre es Nao Jo ("Nao" significa esperanza y amor), tengo dieciochos años. En cuanto a mi aspecto: mi cabello es rojo como una escarlata, mis ojos son azules con una mezcla de verde agua bastante notorio.
Soy de tez blanca, parecida a la mismísima porcelana cualquiera pensaría que no tengo vida pero no es así, de todas formas no es algo que me afecte en lo personal. Poseo algún que otro tatuaje alrededor de mis brazos, sí... me gustan pero tampoco soy una fanática de la tinta. En cuanto a mi forma de vestir no me gusta llamar la atención así que nada pretencioso, solo uso unos pantalones de color negro, una musculosa azul, junto con una camisa a rayas, y mis convers. Simple pero cómodo que es lo importante, innecesario tanta estructuración.
Continuemos...
Trabajo para la CCG, soy investigadora de ghouls de nivel dos en el distrito once. Si no me equivoco, ya pasó un año desde que estoy trabajando para este grupo, no digo que sea una pasión el matar a esos monstruos pero, debo admitir que hasta ahora lo vengo haciendo bien a pesar de que en algún momento fueron humanos, pero en estos casos, no debo ni tengo piedad.
En cuanto a mi familia pues, no tengo solo soy yo. Anteriormente estaba mi hermano menor Shin que tenía nueve años. Él era lo único que me había quedado hasta que me lo arrebataron, nuestros padres nos abandonaron cuando yo cumplí once años.
Solo éramos él y yo. Me acuerdo muy bien aquel día en el que asesinaron a mi hermano esas malditas escorias. Ese mismo día mi pequeño Shin cumplía diez años, tan solo había salido a buscar su pastel de cumpleaños, que estaba cubierta de chocolate y rellenada con crema, empalagosa como a él le gustaba.
Los dos vivíamos en el distrito veinte, todo era pacífico y estable.
Dije "era" ¿no?
Nunca pude superar la imagen de mi hermano recostado en la cama, junto al oso que le había obsequiado del tamaño de su cuerpo, color blanco que en ese momento había sido teñido por un rojo intenso y oscuro, tornando bordo. Sus brazos delgados y pálidos estaban envueltos en el peluche. Su cuerpo estaba perforado por una especie de metal, mejor conocido como kagune, me había parecido raro ya que no recordaba haber visto uno así. Lo único que pude hacer fue rodear aquel niño entre mis brazos y cantarle la canción que él me solía pedir por las noches antes de ir a dormir.
Creo que lo más impactante fue ver como en su angelical rostro apareció una pequeña curva.
Exacto... había muerto con una sonrisa. Solo lo único que amague a decir antes de romper en llanto fue "Feliz cumpleaños mi pequeño Shin".
A partir de ese momento, entré a trabajar en la CCG como investigadora, de una forma u otra pienso que es una forma de poder vengar, aunque sea un poco a mi hermano.
Cuanto recuerdos nostálgicos pero uno debe continuar no creen, debo admitir que cada día que transcurre una parte de mi muere por dentro.
Se vuelve como una condena con cadenas.
Un peso que jamás iba a cesar.
Y aquí me encuentro... esperando a que llegara la persona que iba anunciar aquella noticia que tenía para mí.
-.Señorita Jo- dijo una chica delgada de cabello rubio acercándose hacia mi.
-Buen día, disculpe la demora- masculló la secretaría, bastante agitada cualquiera diría que estuvo corriendo.
-.Entonces... ¿Qué era lo que tenía que decirme?- pregunté, desviando mi vista hacia mis manos. Dentro de todo los nervios siempre están.
-.Ah cierto, lo que tenía que decirle es que mañana por la tarde te vamos a trasladar al distrito veinte, vas a reemplazar por tres meses al investigador Shinohara Yukinori.
-.Eso quiere decir que ¿tendré un compañero?- inquirí, asombrada por la noticia.
-.Exacto trabajaras con el investigador Suzuya Juuzou.
Espero que les haya gustado el primer capítulo, el próximo se viene el encuentro :3
Kiss gente linda .
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Crimson Red
FanfictionQue fantástica e interesante puede llegar a ser la vida no lo creen. Claro y más aún cuando estás sentado en el borde de una diminuta roca , en lo alto de X edificio obteniendo una vista que pocas personas pueden valorar con exactitud .Lo meno...