Crimson Red

Connection

Narra Escritor

Eran las 8 de la noche  y el sol comenzaba a esconderse, dando lugar a la luna llena, iluminando el cielo oscuro e intenso.

Nao, Juuzou y Shinohara, continuaron patrullando las calles de Tokyo, en busca de "Lanza". El tiempo estaba estable, las personas comenzaron a dirigirse a sus respectivos hogares, quedando desiertas las calles.

Los tres investigadores iban por caminos distintos. Recorrían barrios, callejones, parques, túneles, incluyendo lugares donde la gente no solía transitar. Pero no había ninguna señal del ghoul.

Resignados, decidieron tomarse un receso pero no en cualquier lugar, sino en anteiku a pedido de Shinohara.

-.Vamos Anteiku... escuche que preparan exquisitos cafés- musitó Shinohara, recomendando la cafetería que, aquella mujer de cabellos verdes había mencionado.

-.¿Anteiku?mejor compremos algo en alguna tienda, y comemos acá en el parque,¿qué opinas Juuzou?- inquirió la investigadora, posando sus ojos en el albino.

-.Me da igual, mientras me compren algo dulce, por mi está bien- acotó Juzo sin darle tanta importancia.

-.Vamos a Anteiku, necesito ver ese local- ordenó Shinohara, comenzando a caminar a paso rápido, dejando atrás a sus compañeros.

-.Bueno, vamos Nao- aceptó el chico de cabellos blanco, seguidamente de agarrar a su compañera del brazo y sacarla a correr.

Una vez de encontrarse frente a la cafetería, los investigadores finalmente se adentraron a ésta. 

El ambiente tornaba tranquilo, nada sospechoso. Shinohara, Juuzou y Nao tomaron asiento, esperando a ser atendidos. Una de las chicas que trabajaban en el café, tomó el pedido de estos tres; solo queda esperar.

Pasaron uno veinte minutos apróximadamente, de que las supuestas "palomas" para los ghouls, llegarán a la cafetería. Shinohara observaba cada rincón del lugar tratando de buscar algo al respecto. Suzuya esperaba ansiosamente los sándwich que había pedido; mientras Nao estaba tensa por la situación en la que se encontraba, pues, ella aparte de conocer a todos los de la cafetería, era su amiga.

Apareció un hombre de unos sesenta años aproximadamente, trayendo la orden que habían pedido los investigadores.

-.¡Vaya! Se ve delicioso- exclamó Juuzou felizmente, mientras el gerente de la cafetería colocaba en la mesa, los sándwich del albino y dos tazas de café para el restante.

-.Es una tienda maravillosa, felicitaciones- agregó Shinohara esbozando una sonrisa al anciano.

-.Muchas gracias- respondió educadamente el hombre-.Entonces, ¿necesitas hablar conmigo?- pregunto, esperando una respuesta.

-.A-Ah... sí- balbuceó el investigador, sosteniendo su taza de café -.Kaneki... Kaneki Ken trabajó aquí¿verdad?- preguntó, posando su atención en aquel hombre de cabello blanco, que continuaba parado junto a la mesa.

-.Sí

-.¿Sabes dónde está ahora?- volvió a preguntar Shinohara, tratando de sacar información de aquel ghoul, con parche en el ojo.

-.No hemos escuchado nada desde su último contacto, hace dos meses- respondió el anciano, -.No sé, si eso lo ayudará o no, pero oí que él había pasado por un trasplante de órganos. Al parecer, su condición era muy buena-