-.¿Dónde estoy?- otra vez será aquel sueño que tuve con mi hermano Shin, o quizás habré muerto.
Fui abriendo mis ojos, explorando con la mirada hasta el rincón más recóndito del lugar en donde me encontraba, parecía un hospital. En mis brazos tenía muchas agujas penetrando mi piel que provenían del suero, era una habitación bastante acogedora, las paredes estaban empapeladas con figuras geométricas de color agua marina, había un ventanal que daba contra la calle pero al parecer estaba en planta alta así que se podía observar un tanto diminuto. En mi costado se ubicaba el monitor con su sonido tan particular y en mi otro costado había una mesita con un florero lleno de flores, específicamente tulipanes, el ambiente tornaba algo frío, debido al aire acondicionado.
Trate de levantarme un poco de la camilla para poder sentarme, pero se me hacía imposible debido a las agujas en mi brazo. Pude ver como entraba aquel muchacho de cabellos blanco y alborotado sostenidos por prendedores y sus ojos enchapados en piedras rojas me miraban con un cierta intriga. Me aclaré la garganta.
-.Hola Juuzou-mascullé, observando cada movimiento que hacía.
-.Hola Nao te ves mal- musitó, sentándose en el borde de la cama.
-.Oh gracias, yo también pensaba lo mismo estando acá- repliqué. Él giró la vista hacia sus manos, y luego volvió a posarla en mi soltando una pequeña risa.
-.Hoy te van a dar el alta por lo que escuche.
-.Eso espero, no me gusta estar en un hospital-espeté, mi voz sonó débil y pastosa ni yo misma me entendía, mientras desviaba la vista hacia la ventana.
Juuzou sacó de su bolsillo un paquete lleno de caramelos, parecía un niño adorable mientras movía sus pies animadamente. Me dolía un poco la cabeza, no podía recordar lo que paso ayer, parpadeé varias veces para aclárame la visión mientras el albino posaba sus esbeltos ojos en mi, ambos conectamos miradas hasta que fuimos interrumpidos por el doctor.
-.Buenas, disculpen la molestia pero vine a informarle que ya realizamos el alta así que pueden irse cuando se les apetezca- musitó el hombre parado frente a la camilla -.eso sí, tenga cuidado con el brazo y se recomienda nada de fuerza- dirigiéndose a Juuzou -.ponle atención a tu novia, que no cargue nada pesado, hasta luego- finalizó, para luego marcharse de la habitación.
Novia acaba de decir y en este preciso momento quiero desaparecer.
-.Probablemente el médico habrá malinterpretado la situación- tartamudeé -.aparte nosotros novios, ¿que ridículo no?- aunque me encantaría, debo dejar de pensar en eso. Tragué saliva y aparté la mirada de Juuzou que aún se encontraba ruborizado. El silencio se había apoderado de toda la habitación.
-.Voy a comprar ahora vuelvo- habló repentinamente y tan rápido que supongo que ni él se habrá entendido.
-.Esta bien- con un hilo de voz, apenas audible.
El albino se levanto de un sopetón de la camilla retirándose de la habitación, pero sin antes de dedicarme una sonrisa junto con esas inigualables escarlatas que posee.
Dejé que mis manos se deslizaran por las suaves telas que cubrían mi cuerpo, sacándolas lentamente. Ya era hora de que me fuera de este asqueroso lugar y volver a mi rol.
Al fin aire fresco y puro, todo mi ser era iluminado por los rayos de sol que estaban increíblemente potentes, la brisa acompañada por el exquisito aroma a flores que caían de los arboles emanando todo el aire. No veía por ningún lado al muchacho de cabellos blanco, los más probable es que estuviera en la CCG.
Caminaba en dirección a la sede para poder encontrarme con mi compañero... que de seguro estaría comiendo dulces y peleando con Takizawa, típico de él.
Dos cuadras, solo dos cuadras, de las cuales se me hacían eternas. Caminaba y caminaba por las calles baldías mientras me frotaba los brazos debido al aire fresco que recorría.
Ingresé a la central pero anteriormente, fuera del establecimiento se encontraba estacionado tres camionetas negras bastante lujosas. Me pregunto de quién serán o ¿que paso?
Abrí la puerta de un tirón, ingresando a la sede donde trabajaba, había demasiado movimiento en la sala como para detenerme en mi misma y evitar distraerme en medio de una importante discusión a muerte dentro de mis pensamientos. Sería muy egoísta de mi parte.
Antes de ingresar al edificio pude notar que el día estaba nublado, el aguacero no tardo en llegar, y las primeras gotas espesas acompañadas de truenos leves y ecoicos, cayeron prácticamente sobre mi cabeza.
-.Nao me alegro de verla, llegó justo- masculló agitada la secretaria -.Podría seguirme por favor.
Asentí para luego comenzar a seguirla, no sabía para que me necesitaba pero por lo que me acuerdo hoy no teníamos ninguna reunión, a caso de que el idiota de Juuzou me haya mentido.
Ahí se encontraba el albino tan angelical junto a un hombre bastante robusto, debería tener al rededor de unos cuarenta supongo. Ambos estaban hablando plácidamente, como si se conocieran de toda la vida o más bien, parecían familiares.
-.Oh Nao ven- ronroneo el albino con su voz tan caracterizada que posee. Con el corazón latiendo de adrenalina, ignoré por completo mis pensamientos y, sin vacilar, me adentre a la sala.
No pude evitar no observar al hombre que estaba junto a Juuzou, el cual se percato de que lo estaba viendo.
-.Oh disculpa, no me presente que grosero de mi parte- acotó el hombre de cabello raro-.Soy Yukinori Shinohara, investigador de ghouls clase especial un gusto conocerla, usted debe ser Nao Jo ¿no?-inquirió
-.Si el gusto es mío- tartamudeé, no puede ser posible. El es el compañero de Juuzou, el cual yo debía reemplazar durante tres meses, como es posible que esté aquí si faltan dos semanas para que vuelva.
Sentía la atención de ambos posadas en mí, no sabía que realmente me pasaba. Yo sabía que algún día iba a pasar esto, pero me siento triste...
Sentí como mis ojos iban a explotar, necesitaba dejar caer el mar de lágrimas que se había acumulado. Odio tener este sentimiento, lo detesto.
Desvié la mirada hacia la ventana, que reflejaba la luz grisácea directamente hacia mis ojos.
-.Bueno... supongo que hasta acá llego todo-musité con un hilo de voz, posando mis ojos en Juuzou, que me miraba confundido por la situación
Iba a extrañar ver a este chico aniñado de cabellos blancos, y ojos realmente grandes de color rojos carmesí. Lo sabía... sabía que iba a sentir afecto por el.
Maldita sea el día que acepte.
Tan solo pensar en no verlo más, o incluso, no poder hablar con el me da ganas de romper en llanto de la impotencia, pero así es mi trabajo.
En algún momento el hilo que nos había unido se iba a cortar.
-.No de eso tenemos que hablar Nao- explico llamando totalmente mi atención
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Bueno espero que les haya gustado, siento que lo hice algo corto pero la próxima voy a extenderlo mas, LO PROMETO (º-º)/
Como siempre, gracias por leer y votar... ah y por los comentarios que suelen dejarme, me inspiran cada vez mas n.n
Gracias gracias gracias c:
Kiss gente bella de wattpad (*o*)///////////////////////////////////////////

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Crimson Red
FanfictionQue fantástica e interesante puede llegar a ser la vida no lo creen. Claro y más aún cuando estás sentado en el borde de una diminuta roca , en lo alto de X edificio obteniendo una vista que pocas personas pueden valorar con exactitud .Lo meno...