Crimson Red

I'll wait for you

NARRA NAO

Los hilos de la muerte se anudaron firmemente alrededor de mis muñecas, consumiendo cada ápice de mi alma en esa indiscutible oscuridad.

Mi vida estaba siendo profanada y ya no podía hacer nada al respecto, mientras mi cuerpo se encontraba elevado en los aires perforada por la kagune del maldito monstruo. 

Mi rostro empapado se mezclaba con la sangre proveniente de mi cabeza y lágrimas de dolor que rodaban por mis mejillas.

¿Había dicho dolor? así es, no era solo el dolor de todas mis extremidades, sino aquel de no poder cumplir con las expectativas de aquellas personas que tanto aprecio, y esa maldita promesa que odio con todo mi corazón que le hice a Naomi,decir que me siento tan despreciable no es suficiente para explicar lo mierda que soy.   

Espero que me entienda, es lo único que deseo.

Que entienda que di mi vida por su paz, por su futuro, por ella.

Quizás sea mi fin pero tu vienes al infierno conmigo, y con la poca fuerza que me quedaba desenvaine una cuchilla de mi chaqueta al mismo tiempo sentía como se insertaba cada vez más la kagune de Eto perforando por completo mi estómago, quedando a tan solo centímetros de ella. Clave la daga en el centro de su corazón... pues sí, lo tiene aunque suene irónico.

Los gritos desgarradores resonaron en mi cabeza y yo no me quedaba atrás con mi chillidos. Mi cuerpo finalmente fue desprendido en los aires cayendo sobre la acera. 

Rayos si que duele, pero debo admitir que me siento anestesiada después de tanto dolor, simplemente ya no siento mi cuerpo.

Sentí las pisadas de alguien llegar en la escena que por suerte, ya todo acabo.

-.¡NAO!-grito Mika arrodillándose en el suelo que por cierto estaba cubierto de sangre no solo de la mía sino la de Eto también.

Sus brazos acunaron mi cuerpo como pudieron mientras trataba de envolver mi herida con un pañuelo agua marina el cual, no tardó en teñirse de rojo debido a la hemorragia. Ya era en vano todo.

Trate de apartar sus brazos de mi herida pero -.Quedate quieta Nao tengo que detener la  sangre y tapar  la herida de lo contrario se te va a infectar idiota- me regaño con su voz totalmente quebrada mientras las lágrimas no tardaron en revelarse en su pálido rostro. Ella también sabía que ya no había marcha atrás.

-.Simplemente ya está Mika- apenas fue audible para ella, aunque me esforzara mi voz solo llega a ese alcance.

-.¡CALLATE!¡ME NIEGO, ME NIEGO!- lloriqueo entre gritos, mientras continuaba tapar mi herida -.de seguro que no van a tardar de venir refuerzos- trato de convencerse así misma sabiendo la realidad de los hechos.

-.Mika solo escuchame porfavor...no me hagas retarte en esta situación- dije casi titubeando con el ceño fruncido, será que en mi lecho de muerte me deje de regañar esta mujer.

El silencio reinó mientras la lluvia cesaba armoniosamente, no podía distinguir bien si Mika continuaba llorando ni tampoco ella podía ver mi debilidad en esta situación.

Cuando menos nos dimos cuenta el cuerpo de Eto había desaparecido por completo dejando un gran charco de líquido vital.

-.Maldito monstruo- escupió con rabia Mika mientras el viento gélido soplaba su melena morocha toda mojada.

El armonioso latido de mi corazón se transformó en una bomba en cuenta regresiva, ya el tiempo se acababa así que me arme en fuerza para hablar.