All of me

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NARRA ESCRITOR

La lluvia había cesado en el campo de batalla, solo algunas gotas cristalinas caían minuciosamente. El cielo grisáceo continuaba presente aunque pequeños rayos de sol querían rebelarse ante aquel manto oscuro.

La guerra había culminado.

Aogiri se retiró junto a sus mandos en ese entonces, Ayato, Naki, Tatara y Noro.

Preguntarán qué habrá sucedido con Eto, pues su desaparición era desconocida, no había rastros de ella solo una gran cantidad de líquido vital.

Los escuadrones Quinx, Crew Red y Suzuya se reunieron para brindar apoyo a la joven investigadora Nao quien había combatido con el Búho.

Pero jamás se imaginaron como había finalizado la lucha, y las consecuencias que generó.

-.¿Sr. Suzuya a donde va con tanta prisa?- interrogó su subordinado Hanbee, mientras ayudaba a los demás integrantes que habían sido heridos.

Pero Juuzou simplemente ignoró su pregunta, corriendo a toda velocidad en dirección a donde, en algún momento batallo el búho y Nao.

La brisa gélida mecía los cabellos azabaches del investigador, el oxígeno entraba en sus pulmones con dificultad y sus mejillas tornaron rosadas debido al choque del frío.

Su frágil pero habilidoso cuerpo volaba, literalmente, a toda velocidad con solo un objetivo en mente.

Durante su recorrido se podía vislumbrar la innumerable cantidad de cadáveres que había provocado el operativo. Aquellas vidas que fueron profanadas y que jamás regresarán a sus hogares, sino que simplemente les espera la paz eterna y el poder de la justicia.

Los integrantes de la CCG tornaban felices debido al éxito de la misión, a pesar de no haber exterminado al búho, pero el alivio era inmenso en cada soldado ya que un gran número de ghouls fueron deshechos a comparación de otros operativos.

Los pies frenaron en seco ante aquella imagen desconsoladora. Gritos desgarradores hacían eco en la cabeza de Suzuya, al igual que el ruido del metal proveniente de su quinque, al caer en el suelo teñido en rojo.

Simplemente todo se había congelado para el investigador, quien observaba petrificado aquel cuerpo cubierto en sangre que tanto anhelaba.

Sus ojos estaban dilatados mientras el aire simplemente no ingresaba, ya no era necesario para él. Se acercó a tal punto de arrebatarle el cuerpo de las manos a Mika, quien sostenía a Nao.

"No, no y no"

Aquella negación se repetía sucesivamente Suzuya mientras tocaba el rostro de su compañera, aquella que hizo brotar un sentimiento que en su mera vida había conocido o significado algo.

Mika se sostenía la cabeza a tal punto de arrancarse los mechones, mientras los sollozos eran imparables y todo su ser era devastado.

-.Vamos Nao... aquí no se debe dormir- titubeo Suzuya apenas audible. Sus pálidos dedos contorneaban el rostro de Nao con rastros de sangre.

"Simplemente despierta".

Líquido caliente se escapaban de aquellas escarlatas que no se desconectaban con los de su compañera totalmente cerrados.

Lágrimas caían sin cesar, convirtiéndose en un mar de llantos.

Los rayos cegadores del sol finalmente vencieron el cielo grisáceo, iluminando los cuerpo de Juuzou y Nao, luego lentamente el distrito.

Crimson RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora