Naomi

367 36 7
                                    

NARRA NAO

Diez de la mañana un nuevo día. Me levanté de mi cama con cierta pereza, me dirigí hacia la cocina para hacerme un café, el cual me salio horrendo, inmediatamente pasó una oleada de recuerdos basado solo y únicamente en Anteiku, pensar que yo pase toda mi infancia junto a ellos. Nostálgico.

Tarde media hora en alistarme para volver a la central e ir a cumplir mi deber como investigadora. 

Ya estaba todo listo, cuando abrí la puerta de mi departamento, me encontré con Mika parada frente al marco de ésta, por lo que pude notar su enojo, o eso creo.

-.Se puede saber que estabas haciendo... hace media hora que estoy aquí esperando a que te resignes abrir la puerta mujer- interrogó la chica de cabellos castaños mientras se cruzaba de brazos, esperando mi respuesta.

-.Hola Mika ¿como estas?... bien y ¿vos Nao?... bien bien, gracias por preocuparte- espero que haya notado mi sarcasmo.

-.¡HOLA NAO!... ahora responde a mi pregunta, si es que no quiere abundantes papeleos para completar- ahora si estoy jodida.

-.Siempre tan dulce... no te escuche que llamara a la puerta- respondí, metiendo mis manos en los bolsillos de mi chaqueta negra -.podemos ir yendo, hoy nos toca a nosotros patrullar- agregue.

-.Claro, pero esta charla no termina acá y como castigo hoy no vas a ver ni una golosina- ordenó mientras sonreía lánguidamente, comenzando a caminar sin esperar una respuesta de mi parte.

Eso es lo que piensa, pues ella no sabe que con Mei tenemos un complot para casos como este... así que no voy a tener problemas con mis dulces.

Caminamos a través de las inmensas calles de Tokyo, observando cada movimiento de la gente, era algo que me llamaba mucho la atención. Pasamos frente a una cafetería sintiendo aquel exquisito aroma a chocolate o café puro recién hecho. Respire hondo dejando entrar en mis pulmones el aire fresco que se mezclaba con el delicioso olor a chocolate caliente y brownies, por otra parte, el aroma que emanaba los árboles del naranjo ubicados en los costados de dicha cafetería.

Era realmente sorprendente como cambio toda mi vida. Es como cuando estas en lo alto de una montaña rusa, y cuando apenas estás pensando en vomitar, ya estas abajo. Yo creo que esta teoría encaja a la perfección con mi vida.

-.Nao.. ¿se encuentra bien?- pregunto Mika, mirándome preocupada debido a mi silencio durante el transcurso del camino.

-.Si...

-.¿Segura?- insistió.

No volví a responder, solo asentí perdiendo mi vista en el vacío. Luego de caminar aquellas extensas cuadras, finalmente habíamos llegado a la CCG. Dentro de mi oficina estaban mis tres "niños". Por un lado Mei, recostada en el suelo, y por el otro, Hana y Sora peleando por las sillas debido a que había una más alta y la otra solo era un tanto más baja. No tardó ni dos minutos antes de empezar a escuchar los gritos de Mika, regañando a cada uno por su comportamiento, junto a su típica historia "de que un investigador es aquella fuerza superior" y todo su argumento. 

Me senté esperando a que ella terminara de chillar para poder recién hablar.

-.¡QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ!- finalizo la chica de cabellos castaño.

El ambiente se encontraba realmente tensa cada vez que ella comenzaba a gritar o rezongar, y yo como siempre, debía descontracturar la situación que armó aquella.

Crimson RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora