Tyler.
Un año y ocho meses exactos privandome de su mirada, de su rostro y cuerpo, un año y ocho meses en los que anhele su vuelta, recuerdo pasar tantas noches anhelando su regreso, pero su mirada, no era ella, Kelly no estaba ahí en ese cuerpo moribundo sin una pizca de alma.
Un sentimiento de culpa me abordó, sentía mi pecho contraerse a tal punto que deje de respirar, tenia alrededor de 10min mirando su chat vacío en mi teléfono, sabía que todo esto era culpa mía y no sabía cómo empezar a arreglarlo.
-No hay arreglo- Alvin me veía entre lágrimas.
-¿Que?- pregunté confundido.
-Sabrina, no quiere verme- Alvin tenía el alma rota, podía notar que no era mi amigo en sí.
-Es lógico, no fuiste muy justo con ella- dije encogiendome de hombros.
-Lo sé, la vi tan feliz, es como si me hubiera dejado atrás- su mirada estaba fija en el suelo.
-Eso no esta mal ¿Sabes?- le dije sentándome a su lado.
》Es feliz, Alvin.
-Sin mi- dijo en voz baja.
De pronto Kelly entró con una sonrisa, habló pero mi cabeza estaba en su sonrisa y cualquier otro estímulo que haya hecho mi cabeza no lo analizo, me sentía extraño, quería ir a gritarle que habláramos y quedáramos en buenos términos, pero es que habíamos terminado bien, los dos habíamos entendido que este no era nuestro camino.
-Ya bajamos- Alvin le sonrió entre lágrimas y ella asintió insegura.
Cuando ella salió, el aire volvió a mi, me senti estático por unos minutos, me sentía como un simple plebeyo a su lado, sabía que esa chica merecía más de lo que yo alguna vez le di.
***
La noche estaba fría, el columpio del patio rechinaba indicando que alguien estaba ahí, Heather dormía plácidamente a un lado de mi, mientras yo no podía pegar un ojo sabiendo quien estaba columpiandose, ella estaba triste, la situación era algo terrible, me debatía mentalmente en sí era lo más adecuado levantarme de la cama para ir hacia ella o solo divagar hasta quedarme dormido.
Lamentablemente para mi, ella valía para mi mucho más que la mujer que estaba acostada a mi lado, me moví un poco, vigilando que Heather no despertara, al estar fuera de la cama, la culpa no dejaba de martillar mi cabeza, pero ya estaba fuera, cuando me di cuenta estaba detrás de aquella melena castaña que se movía con el viento.
-¿Es muy tarde para columpiarse no crees?- pregunté provocando que se sobresaltara.
-¡Oh Dios! Me asustaste, Ty- Expresó con una mano en su pecho.
-Lo siento, no era mi intención- hable sonriendole.
-¿Que haces despierto?- preguntó confundida.
-No puedo dormir- conteste vagamente.
-Oh- fue lo único que contestó.
La noche era fría, podía ver por la luz de la luna que su piel estaba erizada, sus ondas se movían con el viento y podía sentir el olor a su shampoo.
-Es curioso, ha pasado tanto tiempo sin que sintiera el clima de San Diego- habló sonriendo.
-Es curioso como pasó tanto tiempo sin que estuviéramos aquí- dije avergonzado.
-Lo sé, es curioso- quería tomarla y besarla, lo necesitaba, extrañaba cada parte de su piel.
-Heather no tardará en darse cuenta de tu ausencia- dijo con un tono de voz amargo.
-Heather toma pastillas para dormir- le respondí y ella asintió sin siquiera mirarme.
¿En qué momento había hecho tanto daño? Mirarla ahí, cabizbaja e indefensa me hizo ver lo equivocada que estuve, en un acto desesperado por su cercanía la tomé de la cintura y la senté en mi regazo, sentí como su cuerpo se tenso, pero se relajó, colocó su cabeza en mi hombro aún sin mirarme y sentí como su respiración se relajó.
-Te amo- la escuché susurrar tan bajito que apenas se escucho.
-No sabes cuanto te amo yo a ti- dije tomando su mano y apretandola.
Se volteo a mirarme a los ojos y sentí esa necesidad de escapar, el sentimiento entumecido en mi corazón estaba más latente que nunca y es que mierda, nunca deje de pensar en ella, nunca deje de aullarle a sus ojos, para mi las dos lunas en sus ojos era todo lo que quería, quería besarla, reclamarla ahí mismo, pero no ganaría más, la dañaría más, se fue por un año, se alejo de lo más importante que tenía por alejarse de mi, aún así ni los millones de kilómetros que podían separarnos podría cambiar algo en mí, ni siquiera un año fue suficiente para apagar mi amor hacia ella, quiero reclamarla una vez más, quiero sentir como se retuerce debajo de mi, como me tortura gimiendo mi nombre, como sonríe al llegar a su orgasmo, quiero destruirme con ella, pero sigo aquí varado, a que sea ella la que me hable o diga algo, pero esta ahí, respirando en mi cuello, lentamente, como si quisiera memorizar mi aroma, como si cada respiración fuera más importante que la anterior.
-Kelly...y-yo- me calla, no quiero arruinar su paz así que callo.
-No arruines el momento por favor, si esto es lo último que tendremos quiero estat así- su voz sale casi en un hilo, esta igual de afectada que yo.
Kelly nunca fue buena ocultando lo que sentía, ella desde el primer momento que me amo, lo demostró, sus ojos marrones me miran, sube sus orbes cafés hacia mi, su amor hacia mi sigue intacto, algo en mí se rompe, paso mi dedo por su mejilla, una lagrima se escurre por mi dedo pulgar, en su mirada está la misma pregunta que me hago todas la mañanas que no despierto con ella ¿En qué fallamos?.
-¿Me puedes dar un último beso?- las palabras salieron de su boca en un susurro muy lejano, como si lo estuviera pensando y se le salio de los labios.
-¿Eso quieres?- preguntó sujetando su mejilla.
Asiente. Eso era todo lo que necesitaba.
La beso.
Mi tacto es suave, casi como si quisiera memorizar cada contacto leve que tengamos hoy, sus labios chocan con los míos en una sinfonía muy suave, no tardó mucho en intensificar, mi beso se vuelve duro, quiero tenerlo todo de ella hoy, quiero tenerla para mi hoy, ella me sigue el beso, muerdo su labio para abrirle paso a mi lengua, me deja entrar sin ninguna protesta, quiero más, mucho más, sus manos se posan en mis hombres mientras el beso nos arrasa, estamos en un remolino de emociones, siento como sus muslos se aprietan, esta tratando de aliviar su extinción.
Bajo mi mano hasta sus muslos y empiezo a subir, soy paciente por si ella quiere parar, pero no lo hace, cuando ya solo me separa su ropa interior de sus pliegues, suspira, quiero parar, algo me dice que pare, pero no puedo, todo de ella me reclama, hago a un lado su braga y acaricio sus pliegues, puedo sentir como aguanta la respiración, sé que en cualquier momento, su padre o Heather pueden asomarse al balcón y vernos, pero no me importa, mi interés está en ella, siempre estuvo solo en ella, entonces introduzco dos dedos.
Gime.
Y cada musculo de mi se enciende, estoy alocado, quiero más de ella, mucho más que solo esto, meto y saco mis dedos lentamente, siento como sus respiraciones se van acelerando, un gemido tras otro, fue cada vez más allá, sus ojos estaban cada vez más oscuros y me di cuenta que ya iba a llegar a su punto,
-T-Tyler- sonrió cuando su voz se entrecorta.
-Dios, Kelly, eres tan hermosa- acomodo el mechón de cabello que se escurre en su frente.
-Esto está tan mal- murmura.
》¿Quieres hacerlo una última vez?
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Mi nuevo hermanastro (en edición)
Teen FictionDicen que del amor al odio solo hay un paso, este amor es verdadero y real, se cruzaron como dos estrellas fugases y se separaron como las mismas, el amor entre Kelly y Tyler es mas fuerte que ellos mismos. Pero ¿estarán preparados para todo lo que...