Kelly.
"¿Quieres hacerlo otra vez?"
Un vacío. Tenía un vacío en el estómago viéndolo ahí parado, esperando por Heather, su trajo le quedaba a la perfección, el azul marino le resultaban más sus ojos azul cielo, su cabello esta recién cortado y su barba desapareció, miró a mi alrededor, todos lucen felices, excepto yo, miró la escena con pena, pero no siento como si estuviera allí, me siento como una espectadora, como una extraña, la marcha nupcial empieza a sonar y todos se levantan, me cuesta unos segundos tomar toda la fuerza para imitarlos.
Escondo los huecos de mi vestido azul que he provocado con mis uñas, el tutu alberga pequeños huecos que mi ansiedad han provocado, mis manos sudan y trato de secarlas con mi vestido, cierro los ojos por un momento tratando de mantener la calma cuando mis ojos arden.
Heather esta hermosa, tiene un vestido estilo sirena, blanco con mucho encaja y mangas largas, su cabello rubio esta recogido en un moño, junto a un velo largo que arrastra por el pasillo de alfombra roja.
Es todo, aquí acaba todo, mi mirada pica, tengo una presión detrás de mis ojos que me hace querer vomitar, tomamos asiento cuando están mirándose a los ojos, un sentimiento punzante de dolor en mi corazón me hace desconectarme, no siento como si estuviera aquí, el padre habla, ni siquiera le presto atención a lo que dice, solo observo una y otra vez como se miran, los celos, la tristeza y la ira me carcomen, pero solo estoy aquí, anhelando que esto pare, porque duele y mucho.
-Acepto- es todo lo que escucho, todos aplauden, yo los imito, varias lágrimas son derramadas, pero no como las de lo demás, mis lágrimas no son de felicidad, mis lágrimas están sellando un capitulo que nunca quise cerrar.
En la recepción fue lo mismo, en el primer baile, los discursos, el primer brindis, me sentía lejana, como si algo en mí se hubiera ido, yo no estaba ahí, yo estaba en los miles de recuerdos que tenía con Ty, mis labios tiemblan, necesito ir al baño, así que camino apresurada, cuando estoy en el baño me siento más segura.
-Kelly- Sabrina me toma en sus brazos cuando mis piernas flaquean.
-Duele mucho, Sab-su agarre se hace más fuerte.
De regreso a casa, estoy recostada en mi cama, estoy echa un ovillo y no ha habido un segundo en el que haya dejado de llorar, he aprovechado el que todos esten en la fiesta para gritar, necesito sacar todo el dolor albergado, siempre pensé que había sido lo mejor, alejarnos, no volvernos a ver pero ahora que estoy aquí dándole un punto final a nuestra historia, es como si algo en mí hubiera muerto.
Al levantarme puedo sentir mi cara hinchada, como tengo mi cabello revuelto, el vestido que ahora está tirado en el suelo tiene un pequeño charco de vomitó, miró a mi alrededor acostumbrándome a la luz, estoy cansada, como si el sueño no hubiera arreglado nada, sigo vacía y sin ganas de hacer nada.
En mi mesa de noche hay unas flores, unos girasoles amarillos deslumbran entre la luz del sol que entra por la ventana ¿Quien entró a dejar esto?
"Solo somos dos estrellas fugaces, capaces de estar en el mismo cielo, pero nunca de colisionar"
Reconozco la letra, sobre todo por la forma de hacer la T, muy característica de como escribe su nombre, no se como sentirme, tengo un vacío en el pecho que tal parece no siento nada, camino con cuidado hasta el baño para mirar mi reflejo, que desastre.
Miró una y otra vez el agua fijamente, estoy ahí, en un lado del agua, sin meterme, como si el agua fuera fuego caliente que quemará mi cuerpo, pero la verdad es que esta fría, lo más frío que pude colocar, todo se ve como un mal sueño, como si hubiera algo que no podía borrar esas cosas de mi cabeza, por un lado agradecía el hecho de que viajaba hacia Londres hoy en la noche, podía volver a mi rutina diaria y olvidar, como tuve que haber hecho desde un principio.
***
Un mes, dos meses, tres meses, el sentimiento no se iba, podía ver como la noche se convertia en día y el día en noche sin sentir nada, es como pasar mucho tiempo en modo avión, perdí completamente la capacidad de saber si algo me ponía feliz o me ponía triste, no lo sé, había pasado mucho tiempo sin sentir nada, hasta hoy, en ese asiento del ginecólogo, con el sobre de mis análisis sanguíneos aún sellados, pidiéndole al cielo que todo salga positivo excepto una, hoy sentí de nuevo algo, tenia mucha ansiedad o preocupación, no se como llamar a lo que siento, pero era un sentimiento de ahogamiento en mi cabeza que pesaba.
-Kelly Hawards- la recepcionista de ojos verdes y cabello oscuro me mira a través de sus lentes de pasta negros, ¿Cómo sabía que era yo? Claro, era la única que pedía una consulta a las seis en punto de la mañana.
Había sido una semana larga, en donde no solo me había sentido mal, presentaba mucha acidez y un extraño dolor de vientre, era raro en mi, no he tenido muchos dolores últimamente y sinceramente no recorbada cuando había sido mi último periodo, así que el martes a las doce menos cinco había decido llamar por una consulta médica por lo que la doctora recomendó hacer análisis de sangre completo, para descartar una posible anemia o un embarazo.
-Hola Kelly- la Doctora Adams me sonrie al entrar, es una señora un tanto mayor, de ojos color chocolate y un cabello castaño.
》¿Cómo has estado?
-Bien, supongo.
-¿Trajiste los resultados?- asiento y se los entrego, ellas los mira con curiosidad.
》¿No los abriste?
-No. - es lo único que mis nervios dejan que responda.
-Muy bien, entonces procedamos a abrirlos- siento que rasga el papel y un dolor de cabeza se instala en la parte baja de mi cráneo.
Ella lee con atención, su cara es neutra, no me deja ni un altibismo de lo que pueda estar pasando conmigo, pasa unos largos minutos leyendo, hasta que los dobla y me sonríe, me tranquiliza un poco que sonría, me hubiera asustado que su rostro fuera de preocupación y me dijera que me debe sacar el utero.
-¿Quieres pasar a que te revise?- asiento y la sigo hasta la silla obstetricia.
Pasan unos largos minutos en donde ella evalúa mi zona íntima, la escucho tararear un poco, no me incomoda en el tiempo que he venido, ella ha actuado de la misma manera que hoy, ella se quita los guantes y sale un momento, regresa a ponerse un par nuevo y me mira sonriendo.
-Ahora vamos a hacer un ecografia- sonríe y asiento no muy convencida del porque.
Ella coloca el gel frío en la parte de baja de mi vientre y comienza a moverse, cuando miro a la pantalla me quedo helada, hay una figura de un bebé, me le quedo mirando por uno minutos antes de recostarme por completa y mirar al techo.
No, no y no, esto tiene que ser una broma de la doctora, esto no puede estar pasándome, esto no puede estar pasándome a mi, no a mi.
-Kelly...- las lágrimas comienzan a picar.
-¿Cuanto?- pregunto en un susurro.
- Tres meses.
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Mi nuevo hermanastro (en edición)
Teen FictionDicen que del amor al odio solo hay un paso, este amor es verdadero y real, se cruzaron como dos estrellas fugases y se separaron como las mismas, el amor entre Kelly y Tyler es mas fuerte que ellos mismos. Pero ¿estarán preparados para todo lo que...