37: Sueños

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No se cuanto tiempo he estado sentada en este parque, mirando a los niños jugar y saltar, estaba en estado de shock, iba a ser mamá, con dieciocho años, estudiando y en otro país, estaba asustada, no, estaba aterrorizada.

-¿Que atormenta tu mente mi niña?- una voz cálida me hace salir de mis espabilaciones y encuentro a una señora de unos tantos años, mirándome.

-No se si debería decirle mis tormentos, no lo tome a mal- ella ríe y niega.

-No es decirme tus tormentos, es sacarlos de ti para que ya no lo sean- dice y su voz es tranquila, la pequeña anciana me mira sonriendo.

-Estoy embarazada- suelto y la veo sonreír más.

-Felicitaciones querida- ella estira su mano y aprieta la mía.

-Ese es mi tormento- digo y ella ladea su cabeza no entendiendo.

》Tengo dieciocho años y estoy algo sola.

-No estas sola cariño, tienes al mejor compañero que en algún momento vas a tener- señala mi abdomen- creciendo dentro de ti.

-Es algo difícil, estoy en la universidad aun, mis padres aun no lo saben y el padre esta casado- siento mi corazón latir con muchas fuerzas mientras mi garganta se seca.

-Ya veo- asiente- pero no es imposible ¿o si?

Niego.

-Cariño, no eres la primera ni la última que trae un bebé al mundo sola, quizás solo necesitas un poco de tiempo- asiento algo ida.

-No se como decirle a mi familia- ella ríe.

-Créeme cualquier momento es oportuno ¿Sabes?- asiento- no es como si lo pudieras esconder.

》Es tuyo, nadie ni nada puede quitarte que es tu hijo o hija.

-Gracias- digo y la señora hace un ademán con la mano.

-Yo pasé por esto- niega mirando al parque- ¿Ves a ese niño que está ahí?

Señala a un niño de unos cinco o seis años que ríe junto a otros niños, lo mira con amor y mucho anhelo, el niño de piel pálida y cabellera rubia la mira, le sonríe, la saluda con la mano y se da la vuelta para seguir jugando.

-Es mi nieto Kae, el es hijo de John mi primer hijo, por el que pasé lo mismo, ahora míralo bien cariño, porque si yo no me hubiera armado de valor para traerlo al mundo, ese pequeño rubio hoy no estaría aquí- asiento entendiendo su punto y le sonrió.

》Todo pasa por algo cariño, créeme.

Ella se levanta, me aprieta la mano por última vez y se aleja dirigiéndose hasta su nieto quien le toma la mano y se van caminando juntos.

Quizás no esté perdida, aún me aterra la idea de ser madre, no soy experta, la verdad solo he compartido con Hensy, pero puedo hacerlo, la calidez de mi cuerpo me reconforta, como si mi bebé desde dentro de mi tratara de darme confort para saber que no estoy sola, acaricio mi abdomen sonriendo, no es el fin del mundo, estoy creando un mundo nuevo dentro de mi, otra perspectiva, otra vida.

Así que camino a casa con otro sentimiento dentro de mi, con la calidez de mi bebé, viendo todo desde otro perspectiva, debo buscar una manera de ganar dinero, reunir, debo hacer planes al llegar a casa, muchos planes.

-Hola- saludo a Sabrina a quien encuentro en la cocina al llegar.

-¡Jesús! Casi te salgo a buscar-dice soltando la cuchara de madera y corriendo hacia mi.

》¿Estas bien? ¿Te sientes bien?

-Si, estaba en el ginecólogo-digo y ella me mira confundida.

-No recuerdo me hayas dicho que irías al doctor ¿Estas teniendo relaciones con alguien?- me mira uno segundos con los ojos entrecerrados.

Mi nuevo hermanastro (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora