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—¿A dónde estabas? — Lisa pegó un brinco al escuchar la voz de su padre detrás de ella, después de cerrar la puerta de la entrada

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—¿A dónde estabas? — Lisa pegó un brinco al escuchar la voz de su padre detrás de ella, después de cerrar la puerta de la entrada. Lisa toma aire disimuladamente y se gira, sin expresión facial, mirando a su padre.

—Estaba estudiando con Rosé, te dije que...

—¿¡Dónde estabas!? — Lisa miró a su padre levantarse del sofá y caminar hasta ella, y con un puño, golpearla en su mejilla, haciéndola caer al suelo, mientras jadeaba y sollozaba por el dolor. —¡En la tarde vino Rosé con Soyeon, te estaban buscando, le dije que tú estabas con ella! ¿Sabes cuál fue su respuesta? — Lisa negó, con una mano en su mejilla, tratando de calmar el dolor del golpe en su mejilla. —¡Que jamás estuvo contigo!

Lisa sintió miedo, mucho, mucho, miedo.

—¡Eres una estúpida mentirosa! — se agachó, tomó de su cabello y la hizo levantarse, para empezar a golpear su rostro, mientras que Lisa, lloraba y gritaba, pidiendo que parará, pero eso no fue suficiente.

Varios golpes fueron dejados en su rostro, mejilla, ojo derecho, en una esquina de sus labios. Estaba tirada en el piso, mientras que de su frente un pequeño hilo de sangre salía, debido al fuerte golpe que recibió al caer al piso, después de ser golpeada de tal manera.

—¡No puedo creer que después de que te haya sacado de aquella repgnante escuela, hayas vuelto a tener contacto con Jungkook! — Lisa jadeo. —¡Eres una perra mentirosa, igual a tu madre!

Lisa quedó desconcertada con eso. ¿Cómo su madre? ¿A qué se refería?

—¿Q-Qué? — su padre la miró y dudo, temió e incluso pensó que había dicho algo que haya revelado la verdad, lavanto su pie y golpeó con fuerza su abdomen.

—¡Cállate, no te dí permiso de hablar! — dos patadas más fueron dejadas en su abdomen. El hombre miró con una ligera sonrisa a Lisa. —¿Sabes? Creo que tendré que hacer lo mismo que hice con aquel mocoso.

Lisa frunció el entrecejo, jadeando al tratar de sentarse en el suelo. Su estimado dolía y sus golpes en el rostro, sólo hacían peor la situación.

—¿D-De que h-hablas? — soltó un sollozo, seguido de lágrimas incontrolables al lograr sentarse, pero dolerle como el infierno. Su espalda logro recargarse en un sofá.

—¿De que hablo? — el hombre rió. —¿De quién más puedo hablar? ¡Es obvio que de Changbing! — el corazón de Lisa se congelo al instante de escuchar ese nombre, es como si todo el dolor de su cuerpo desapareciera y sólo quedará el sentimiento de confusión y curiosidad.

—¿H-Hacer? — preguntó, el hombre asintió, mientras limpiaba su sudor de su frente. —¿Q-Qué fue l-lo que h-hiciste? — jadeo al colocarse de pie y decir aquello con mucho enojo y resentimiento.

El hombre rió al ver el estado tan deplorable de su hija, pero sonrió más cuando la vió de pie, con lágrimas en los ojos y tratando de verse intimidante.

—¿Qué hice? Pues, verás...mandé a alguien a qué provocará el accidente de auto de tu querido amiguito — Lisa abrió los ojos sorprendida, su respiración quiso fallar, y se tambaleó un poco. —¿Qué pensabas? ¿Qué realmente te iba a dejar ser amiga de un don nadie? Eso fue lo peor que pudiste hacer, ser amiga de ese tarado — rió. —Así qué, si quiere culpar a alguien... — el hombre camino hasta ella, posandose enfrente y picando su pecho, seguido de las siguientes palabras. —Culpate a ti misma. Porqué de no haber sido por tí, ese niño, no hubiera tenido ese final tan...

Un golpe a puño cerrado lo hizo tambalearse y caer de trasero sobre la costosa alfombra que adornaba la sala. El hombre jadeo de sorpresa al ver quién le había golpeado.

Lisa jadeaba, llena de odio hacia su padre y hacia ella misma, de rencor hacia las personas que le hicieron tanto daño durante todo este tiempo y de tristeza, al saber que Changbing murió a causa suya. Era su culpa.

—¡Eres un hijo de puta! ¡Mataste a Changbing! ¡Mataste a mi amigo! ¡Era todo lo que tenía y tú, me lo arrebataste! ¡Te odio, te odio! ¡Juro que te vas a pudrir en la cárcel! ¡Lo juro! — y finalmente, se rompió.

Lisa, conteniendo las maldiciones, los jadeos y los gritos de dolor, tomó su mochila y salió de casa, sin que su padre pudiera detenerla.

Sus pasos eran lentos, cansados y a cada dos minutos, un jadeo de dolor salir de sus labios. El teléfono en su mano estaba encendido, en la pantalla, podía verse una llamada en curso, pero nadie atendía al otro lado.

Hasta que...

—¿Hola?

Lisa no dudo en ponerse el teléfono en su oreja y sollozar, asustando a la persona detrás del teléfono.

—¿Lisa, eres tú? ¿Qué pasa linda? Estás asustandome.

—Sowon...m-mi padre...

—¿Qué sucede? ¿Estás bien?

—Mi padre me golpeó.

Sowon jadeo de sorpresa.

—¿En dónde estás?

—E-En el río Han.

Sowon lo supo.

—Lisa, no hagas nada de lo que puedas arrepentirte, prometo que puedo ayudarte en lo que sea, pero por favor, piensa bien las cosas. No mereces tener este fin.

—Él tampoco lo merecía... — susurro, siendo presa nuevamente de las lágrimas e hipidos. —¡Pero él ya no está! ¡Mi padre fue responsable! ¡Fue mi culpa!

Sowon empezaba a vestirse y a tratar de comunicarse con Jungkook, por medio de su teléfono de casa.

—Lisa, tranquilízate, debes tomar esto con calma, ¿De acuerdo? Sólo no hagas algo que pueda afectar a Jungkook.

Lisa calmó un poco sus hipidos y Sowon supo en dónde atacar y evitar alguna desgracia.

—Jungkook ya no debe de sufrir por la muerte de otro amigo más, ¿No crees? Ambos merecen ser feliz, apoyándose uno al otro, no debes hacer algo malo, él se pondría triste, Lisa, ¿En dónde...?

—Jungkook me abandonó cuando era niña, no le importo el sufrimiento ajeno, no creo que está vez sea diferente... dígale que lo siento mucho, y que estoy orgullosa de él.

—¡No, Lisa espera, deten...!

Lisa simplemente dejo que su cuerpo empezará a caer, mientras eso pasaba, los recuerdos de Changbing y Jungkook de niños, llegaron a su mente, haciéndola sonreír y botar lágrimas de felicidad.

Sintió el agua golpear con fuerza su espalda, para después, dejarse hundir sin luchar.

Sin esperanzas.

—LaOmmaChida💜💜✨✨✨

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—LaOmmaChida💜💜✨✨✨

»ACENDRADA #1 ✔️ [ Lizkook ] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora