Con pereza, Near fue recogiendo los juguetes que estaban tirados en el suelo. Algunos eran de Law, pero no es como si pudiera echarle la culpa a él, pues la mayoría eran sus propios juguetes.
Guardó todo en cajas plásticas que después amontono en el armario. Hizo todo eso mientras el mini albino, metido en su fular de forma que quedase sobre su espalda, miraba todo sobre el hombro de su padre, bastante entretenido.
Miró la hora en el reloj digital de su mesón, encontrándose con que casi era el momento que habían acordado.
Con cuidado, saco al bebé del fular y lo dejó descansando sobre su cama. Miró su desaliñado outfit, una camisa holgada de manga corta que le había quedado del embarazo y unos jeans viejos y agujereados, aún manchados de la vez que había pintado el cuarto de su hijo. Tenía que darse un baño.
Near se acercó a un lado de la puerta, en donde estaba encajado un pequeño intercomunicador. Presionó uno de los tantos botones, diciendo:
—Comandante Lester, ¿puedes subir? Tengo que tomarme un baño y no puedo dejar a Lawliet sin supervisión.
—Entendido. —fue la única respuesta que necesitó.
Comenzó a buscar ropa en su clóset, dándole un vistazo de vez en cuando al bebé. Estaba rodeado por almohadas que le impedían moverse mucho y caerse de la cama, pero igual uno nunca sabe.
Al final, se decantó por lo clásico. Su camisa de pijama blanca, unos pantalones de pijama azul opaco y unos infantiles calzoncillos de dinosaurios.
Lester entro al cuarto al momento que se había decidido, haciendo relevos para que el albino pudiera ducharse tranquilo.***
Aún con el cabello húmedo, Near encendió su laptop portátil. Una notificación había llegado: tenía una videollamada entrante.
Tragó grueso, intentando calmarse. Cerró los ojos y respiró profundo, haciendo un vano intento por peinar su húmedo cabello. Miro detrás de la pantalla del portátil, asegurándose de que tanto Lester como su bebé estuviesen allí. Este le levantó el pulgar en señal de su apoyo moral.
Ya algo avergonzado, el albino aceptó la llamada. En la pantalla se mostró lo que era una oficina, vista desde el escritorio de dicha habitación, y sentado en la silla del escritorio frente a la cámara, estaba aquella persona que había estado evitando por un largo rato.
—Ha pasado un tiempo, Roger —dijo Near a modo de saludo, levantando la mano con pereza.
—Pasamos un tiempo sin hablar, Near —respondió con calma, acercando un poco más su vista a la pantalla—. ¿Hay alguna razón para que de repente quisiera que nos viéramos? Este comportamiento es raro en usted.
—Lo se, es que ha sido un total problema los últimos meses —levantó con disimulo la vista y miró detrás de la portátil, donde aún estaba Lester jugando con Lawliet entre brazos; el pequeño estaba removiéndose de felicidad cada tanto. Dejó escapar una sonrisa sincera y calma, volviendo su vista a Roger; gestos que no pasaron nada desapercibidos por este—. Había estado tan ocupado que había olvidado por completo contactar con usted.
—Debió haber sido algo muy serio. —Roger se acomodó los lentes con preocupación.
—En verdad que sí. Pasando a otro tema muy relacionado —disimuladamente, Near pidió al rubio que se acercara. Este captó la indirecta al haber estado atento a la conversación. Tomó al mini albino con cuidado, quien seguía siendo como un frijolito inquieto entre sus grandes manos—. Yo quería presentarle mi último gran logro.
Roger sintió como la mandíbula se le desencajaba cuando vio lo que Near recibía entre sus brazos con una pequeña sonrisa.
Un bebé. Un diminuto, albino, sonriente y adorable bebé.
—Roger —llamó, siendo consciente de la gran sorpresa que le había dado al anciano cuidador del orfanato en el cual creció—. Este es Lawliet River. Mi hijo.
Un silencio incómodo y sepulcral se instaló en la llamada, alcanzando incluso al propio Lester que ni siquiera formaba parte de la conversación, y al pequeño Law, quien se quedó en completo silencio mirando a la personita detrás del cristal brillante.
El único que no parecía afectado era el causante de ese incómodo ambiente. Near meció a Law con suavidad, dejándolo descansar contra su pecho. Law comenzó a mover las manos inquieto, balbuceando cosas inentendibles. Ese día tenía mucha más energía que de costumbre.
—Near… ¿p-pero como fue que esto p-paso?
—¿En serio le tengo que explicar a usted lo de las aves y las abejas? —sonrió un poco, dejando que su bebé tomara sus dedos como medio de entretenimiento.
—¡Sabes que no hablo de eso! ¿Cómo no me habías contado de esto antes? ¿Quién es la madre? ¿Dónde te encuentras ahora? ¿Has descuidado tus labores como L? ¿Tan siquiera sabes cómo cuidar un bebé? Es una responsabilidad demasiado grande y tú…
—¡Roger! —interrumpió el interrogatorio del anciano, harto de tantas preguntas y tanta palabrería innecesaria—. No puedo responderlo todo al mismo tiempo. Bueno, si puedo, pero la verdad no me dan muchas ganas —bufó, sintiendo como Lawliet empezaba a sujetar el cuello de su camisa. Le dio una mirada a Lester, la cual le bastó para entender lo que quería—. Escoge cual pregunta quieres que responda primero. Y con calma.
Roger inhaló y exhaló hondo, intentando concentrarse lo máximo posible.
—¿Quién es la madre?
—Muy buena pregunta, también una muy fácil de contestar —rio un poco, algo muy divertido por lo que le iba a decir al viejo—. Su madre soy yo.
—Muy gracioso, pero hablo en serio. ¿Quién lo dio a luz? Ese niño no se hizo solo…
—Pero no te estoy mintiendo, hablo muy en serio. Lawliet salió de mi, y tengo muchas fotos para probarlo. —recibió de detrás de la pantalla el peluche de oveja de su hijo, quien poco tardó en ir tras el y tomarlo.
Roger sentía como cada vez la sangre iba bajando más y más de su rostro, quedándose frío como hielo gracias a la seriedad con la cual el albino hacia tales afirmaciones. Near no era alguien que hiciera bromas, si se reía, pero nunca sería capaz de hacer una broma tan elaborada solo para asustarle, así que…
—¿Cómo es…?
—La naturaleza es una… desgraciada —iba a decir una palabra más fuerte, pero el rostro duro de Lester le hizo arrepentirse—. Me gané la lotería genética, y eso es todo lo que necesita saber. Y si aún tiene curiosidad sobre quién es el otro padre…
—Ahora eso no podría importarme menos —carraspeó. La verdad es que la noticia de Near le hacía replantearse muchas cosas. Y no iba a mentir, si tenía curiosidad por la que creía inexistente vida sexual del albino, pero prefirió guardarlo todo para si y decir—. ¿Y por qué no me habías contado?
—Me habría inventado una excusa como que lo había olvidado o algo por el estilo, pero siendo honesto… creo que ni siquiera yo terminaba de entender lo que me estaba pasando, y no creo que hubiera sido capaz de poder explicarlo a alguien más sin… entrar en crisis. —se sinceró, y de tal manera que incluso sorprendió al propio Lester, quien se paró de la cama para mirar al albino con pesar.
—Near…
—Pero eso, fue antes. Ahora con Lawliet aquí, siento que estoy mucho mejor… dentro de lo que se podría esperar, claro —acomodó al pequeño contra su pecho de nuevo, quien seguía muy entretenido mordiendo su desgastado peluche.
—Near, bueno, ¿Qué edad tiene el pequeño Law?
—Un mes o un poco más, no mucho, sigue siendo tan diminuto como cuando nació —respondió con calma, dándole palmaditas en la espalda a su bebé—. Aunque eso no impida que coma como si tuviera un año.
Roger suspiró, acomodando sus anteojos.
—No hay mucho que pueda decir al respecto…
—Y no tiene que, yo solo quería avisarle. No creí conveniente que no estuviera al tanto de esto.
—… Solo te puedo preguntar, porque me pica la curiosidad. Si tú hijo resultase ser un genio, ¿este sería…?
—Si está entre mis posibilidades, no quisiera que fuera tan siquiera detective —cortó con un semblante muy serio, e incluso algo enojado—. No deseo que Lawliet siga mis pasos o se vuelva un sucesor para ser L. Para ello está la Wammy’s House, y no mi anormal útero masculino.
Sus ojos grises eran penetrantes cuando quería, y esa sugerencia le había hecho enojar especialmente. Aunque la seriedad que irradiaba se esfumó en cuanto una manita sujetó su labio, haciéndolo volver a su realidad.
—Ya te dije que no toques el rostro de papá —apartó la mano del bebé, quien claro, no hizo caso y volvió a levantar la mano para sujetar su labio inferior.
—Esta bien —Roger carraspeó, intimidado por la mirada de un joven padre de 19 años cuyo cabello parecía una oveja—. Bueno, imagino que ya eres consciente de en lo que te metiste, así que no puedo decir más.
—¿Hablamos después?
—Cuando sea necesario hablamos después.
Near se despidió del anciano con la mano antes de cortar la llamada presionando un botón. Suspiró, cerrando la laptopl y limpiando el sudor frío que recorría su frente a causa de los nervios. Bueno, no había sido tan difícil como creyó.
Lawliet se le quedó mirando, volviendo a extender su manita para ahora tomar la nariz del albino.
—Definitivamente no vas a parar ¿eh? —sonrió suavemente, meciendo al pequeño para que dejara de intentar jugar con su cara.
—Eso que habías dicho antes… ¿era cierto?
—¿Qué cosa? ¿De que estaba abrumado cuando estaba embarazado? —Lester asintió lentamente, Near solo parpadeó—. ¿De que me serviría mentir sobre eso? —Near dejo un sonoro beso sobre una de las mejillas regordetas del pequeño, quien sonrió y agitó sus manos de felicidad, balbuceando—. De todas maneras, no importa, no me arrepiento de ninguna de mis decisiones hasta ahora. Mi Law es todo para mí.
Lester sonrió, haciendo ver algunas cuántas arrugas alrededor de sus ojos.
—Ese es el mejor de los sentimientos al ser padre. —suspiró, volviéndose a sentir nostálgico.
—¿No quieres cargarlo? Se que tus hijos ya son adultos, así que no me molesta que cargues a Law —sonrió, acercando al pequeño al robusto hombre.
—No creo que sea…
—Me da igual que creas que no es apropiado —refunfuñó, insistiendo un poco más—. Somos familia, tu tienes derecho a cargarlo. —Lawliet extendió sus manitas hacia el adulto, sorprendiéndolo—. ¿Ves? Hasta a Law le gusta que lo cargue. No lo haga por mi, hágalo por él.
—Tu… en verdad acostumbras a caer mal a veces —sonrió el canoso, tomando entre sus grandes manos al diminuto bebé—. Siento como si le fuera a hacer daño en cualquier momento.
—Si, yo también pensaba eso la primera vez que lo cargué. —sonrió con ternura, colocando sus manos detrás de su espalda—. Pero si incluso yo puedo hacerlo, seguro que usted teniendo más experiencia puede lograrlo.
Había sido una buena tarde a fin de cuentas.
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After All [MelloxNear]
FanfictionEsta historia da comienzo dos meses después de la muerte de Yagami Light, mejor conocido como Kira por el mundo. Ahora con Near tomando el puesto de L sin que nadie lo supiera, todo parecía estar tomando su rumbo sin la amenaza de las Death Note ron...