—Ok, en este punto, solo estás presumiendo.
—Lo he estado haciendo desde que entramos a ese restaurante con no-se-cuantas estrellas Michelin, ya deberías haberlo notado.
Near sonrió con superioridad, sintiendo su estómago rugir cuanto más hurgaba en los pasillos de la tienda. Bueno, ¿Como no hacerlo? Estaba en el museo de chocolates Hershey’s world. Él no era especial fanático de aquel dulce, pero solo podía imaginarse la cara que tendría Mello si estuviera allí.
31 de diciembre, a menos de 5 horas de año nuevo en Nueva York, y como si no, ese año Near había querido pasarlo en Time Square, aprovechando que no estaba trabajando en ningún caso demasiado importante como para no poder divertirse un rato.
Así que, como premio después de 9 horribles meses de embarazo, un mes de post-parto y 3 meses de ser padre, el cuarteto que logró atrapar a Kira estaba disfrutando lo mayor posible esa noche que estaban de visita en las calles de Time Square, y le iban a sacar el máximo provecho. Eso, teniendo en cuenta que cargaban un niño con ellos en todo momento, y un adulto que era como un niño.
—¿Cual crees que sea mejor? —cuestionó el albino a su bebé, tendiéndole dos bolsas con chispas de chocolate. Solo que uno era de chocolate blanco y el otro chocolate oscuro.
Lawliet balbuceo un poco, levantando una de sus manitas hacia la bolsa con chocolate oscuro.
—Tienes razón. Es mejor. —dejo el chocolate blanco de vuelta en su estante, dejando caer el otro en la cesta que sujetaba. Ya había llenado como 3 de esas.
Siguió caminando y curioseando por los pasillos, tomando algunos cuantos chocolates más mientras Law seguía entretenido mordisqueando su peluche.
Justo ahora, miraba unas barras de chocolate que eran casi iguales, la única diferencia era que uno tenía maní, y el otro arroz inflado. En medio de su indecisión, algo que caminaba por su rabillo del ojo llamó su atención. Giro la cabeza escasos centímetros por curiosidad, volviéndola a las barras, para después girarla por completo hacia la otra salida del pasillo.
«¿Eso es... ? No, no puede.» su corazón dolió de lo fuerte que retumbaba contra su pecho, como si estuviera golpeándose contra sus costillas una y otra vez. Tiro las barras al estante con brusquedad, importándole poco si habían mínimo caído en este y salió corriendo fuera del pasillo, pero no encontró rastro de ese algo.
Inmediatamente se devolvió a mirar atrás, conmocionado. Volteó en todas direcciones, buscando esa cabellera rubia que tan familiar se le hacía después de tantos años de haberla contemplado. Apretó los dientes, buscando alguien con ese corte y color de pelo. No podía ser él, ¿verdad? Era imposible, tenía que ser alguien con su mismo corte y cabello ¡¿verdad?!
—¿Near? —ahora fue turno de la voz de Lester de asustarle cuando le habló de detrás de su espalda. Le dolió el cuello de lo rápido que volteó—. ¿Pasó algo?
El susodicho tenía los párpados muy abiertos, confundido sobre si decir algo o no. Pronto notó los balbuceos nerviosos de Lawliet contra su pecho, quien amenazaba con ponerse a llorar debido a la actitud errática de su padre. No estaba acostumbrado a verlo así.
Near respiró profundo, calmándose y pasando su mano por la mejilla de su bebé para intentar calmarlo a él también. Había perdido los estribos por un momento. Volteó a ver detrás suyo una última vez, aún sin poder encontrar esa cabellera que estaba totalmente seguro que había visto; suspiro para terminar de darse por vencido, y haciéndose creer que se trataba de otra persona.
—Nada, no me pasa nada, solo... —Near miró a un lado al piso, con los ojos algo sombríos—. Un mal recuerdo...***
—Aun no me puedo creer que en verdad estemos aquí. —murmuró incrédula Halle, con sus ojos reflejando las luces de la ciudad.
—A estas alturas, viniendo de Near, no me sorprende tanta tranquilidad para despilfarrar el dinero. —Gevanni apoyo su mandíbula en su mano, también recargado en la barandilla.
—La herencia de L ha de ser muy extensa.
—Maldito niño con más suerte.
—¡Ya dejen de estar balbuceando sobre mi! —chilló Near a lo lejos, mientras le daba su biberón a Lawliet.
—Es que en verdad no puede ser que hayas podido pagar esto. ¡La vista es espectacular! ¡Y solo tienes 19 años! —lloriqueo falsamente Gevanni, aferrándose a la barandilla de la azotea con impotencia. Cosa hipócrita, pues siendo un allegado a L, no es como si su sueldo fuera poca cosa.
—Ser L tiene demasiadas ventajas, debería ser ilegal que una persona pueda tener tanto poder en sus manos. —murmuró Lidner sacando la lengua mientras el viento sacudía su hermosa melena rubia—. O al menos no alguien con la personalidad de Near.
—No me molesta pagar lo que sea por esta vista. En verdad es genial. —el comentario sonando a un lado suyo los asustó a ambos; Near había terminado de alimentar a Lawliet muy rápido, pero este seguía muy distraído mirando encima de la barda a las calles infestadas de gente, faltando ya menos de una hora para el año nuevo.
Tanto sus ojos grises totalmente dilatados, como los diminutos ojos azules de su bebe en sus brazos, reflejaron el brillo de aquella bulliciosa ciudad. Y como no podía ser de otra manera, desde uno de los edificios más altos de la zona.
—¡Anthony! Ven a ver, no vinimos a Time Square solo para que te sentaras a beber un vino caro. ¡Eso lo puedes hacer cualquier día! —se quejó el ojizarco, volteándose a verlo. El estaba sentado en una elegante mesa, con una copa de vino en sus manos.
—No podría haber mejor noche para hacer esto. Más considerando el ambiente festivo. —Lester sonrió calmadamente, dándole otro sorbo a su copa valuada en más de 4 mil dólares. El si que no se molestaba cuando Near abría su cartera de una manera tan generosa.
—¿Cuánto falta para media noche? —Near no pudo evitar sentir un escalofrío por una repentina ráfaga de viento, y de inmediato, cerro su abrigo al rededor del pequeño cuerpo de Law para que no pasara frío, dejando solo su cabeza afuera. Agradecía haber tenido la idea de ponerse el fular por debajo de sus ropas invernales. Le pareció divertido el darse cuenta de que lucía como si volviera a estar embarazado.
—15 minutos. ¿Lawliet aún no tiene sueño? —cuestionó Lidner, mirando con curiosidad al pequeño que parecía seguir bastante activo. Lawliet es del tipo que puede dormirse en medio de una multitud, pero la alteración más leve puede despertarlo.
—Pareciera que él sabe cuándo se está celebrando algo, porque esos días el no logra dormir hasta muy tarde. —sonrió, sonrisa que fue correspondida tanto por su bebé como por su equipo.
El viento siguió soplando y sacudiendo sus blancos cabellos, como una pelusa agitándose con la brisa. El ambiente era por demás acogedor, pese al frío que podría tener esa época del año, por más extraño que parecería.
Lawliet estaba muy ocupado mirando el montón de luces de la ciudad como para dormirse, extendiendo sus manos como si quisiera agarrarlas.
—Que rápido pasó todo. —pegó un pequeño brinco cuando escuchó la voz grave del mayor de su equipo a un lado suyo, quien se apoyaba también de la baranda, aún con una copa de vino a medio tomar en su mano. Bueno, de alguien aprendió los pasos ligeros.
—Si, es como un sueño —murmuró el albino, volviendo su vista al frente para seguir disfrutando del ambiente.
Halle estaba mirando lo diminutas que lucían todas las personas desde arriba, Stephen bebía de una copa de vino que Lester le había servido, y Anthony miraba calmado al cielo nocturno.
—¡Falta poco para año nuevo! —llamó la atención el ojizarco, cuyos ojos ahora estaban posados sobre la torre de Time Square. La cuenta regresiva había comenzado.
Los otros tres se pusieron a conversar de cosas a las que Near no le dio importancia, pues se había terminado perdiendo en sus pensamientos de nueva cuenta.
3...
Nunca antes había tolerado la presencia de otras personas a su alrededor, pero justo ahora, justo en este momento, después de haber pasado un año que fue una montaña rusa de emociones a más no poder junto con su equipo... sentía a la soledad como un recuerdo muy lejano.
2...
Habían empezado el año buscando atrapar a Kira, muchas vidas se perdieron en el camino, incluyendo la del amor de su vida. Lograron atrapar a Kira y poner fin a su reinado del terror, para dos meses de tranquilidad después, descubrir que él tenía la capacidad de crear vida dentro suyo, al mismo tiempo que esperaba un hijo. Se volvió padre, y ahora no solo veía por si mismo, si no también por su bebé, y también por su “equipo”. Aunque ese título empezaba a quedarles pequeño.
1...
El caso Kira le había quitado muchas cosas, pero también le había regalado muchas más, y no podría estar más agradecido de como había terminado todo.
¡Feliz año nuevo!
En medio del bullicio de la ciudad, celebraciones, fuegos artificiales y felicidad generalizada, un llanto silencioso no se permitió dejar escuchar. Una sonrisa de felicidad y esas encantadoras mejillas rosadas delataban que sus lágrimas podrían ser de muchas cosas, pero ni una sola de ellas era de tristeza.
Estaba feliz, tan feliz que era incluso imposible que las lágrimas no se escaparan de sus ojos por todo lo que ese momento tan perfecto le generaba en su corazón.
Lawliet lo observó con sus grandes ojos azules, pero contrario a la primera vez, y haciéndose el valiente, dio golpecitos en su pecho y balbuceó incoherencias, como si intentase consolarlo de alguna manera; aunque igual no tardó mucho en ponerse a llorar con él. Eran un par de niños, después de todo.
Todo terminó en un cálido abrazo entre los brazos del mayor del grupo, quien aún confundido, logró que su aura paternal calmara al par de pequeños albinos; pero solo después de un largo rato de llanto.
Aún así, Near nunca dejó de sonreír.***
Ya habían pasado 2 días, así que necesitaban volver a casa. Habían sido unas vacaciones verdaderamente encantadoras, y ahora lidiaban con el ambiente típico que tenía el mundo entero después de una fiesta masiva generalizada.
Aunque había sido lindo, Near se sintió aliviado cuando llegaron a su hogar. El sol se había escondido hace poco, así que fue recibido por el tan característico silencio de un bosque invernal. Las horas de viaje en auto lo dejaban muy exhausto.
Lawliet no pudo mantener su aptitud de año nuevo, y apenas se hicieron las 8 de la noche, cayó dormido mientras Near lo amamantaba. El albino despidió al trio maravilla, y para sorpresa de cada uno, lo hizo con un abrazo.
Habían sido las mejores vacaciones de su vida, aunque fueran mas agotadoras que reparadoras; y ahora lo único que quería era descansar en su camita, que no tenía nada que envidiarle a la cama de un hotel. Como rara vez, dejó a Law durmiendo en su cuna, con la intención de que este no se acostumbrara a dormir con él todo el tiempo. Colocó el mosquitero por si acaso aún rondaba alguno de esos bichos por ahí. Law estaba cubierto de pies a cabeza por ropa muy cálida, y se aseguró de que la calefacción del cuarto estuviese encendida. Hasta ahora no se había enfermado, y quería que así continuara.
Verificó que todas las puertas y ventanas estuvieran cerradas correctamente antes de volver a meterse a su cuarto. Una maña que su equipo le había metido.
Near se dejó caer en las suaves sábanas de su cama con pereza, sintiendo como el sueño empezaba a invadirle rápidamente. Sonrió un poco mientras se quedaba inconsciente, pensando que nada ni nadie podría arruinar su noche.
Estaba muy equivocado.***
No supo exactamente qué fue lo que lo despertó, pero se sorprendió un poco al ver la hora en su celular: 03:45. Apenas había dormido unas escasas 5 horas.
Como le era costumbre, se bajó de la cama, se puso las pantuflas con pereza y rascándose la espalda inferior, salió de su habitación a revisar que Lawliet estuviera bien.
Abrió la puerta lentamente con la intención de no despertar al pequeño, y cuando finalmente pudo ver su cuna, junto a ella también vio algo que hizo que la sangre se le helara.
Había una persona en el cuarto de su hijo, mirándolo mientras dormía.
El terror invadió cada fibra de su pequeño y débil cuerpo, paralizándose en su sitio. La persona se dio vuelta, dándose cuenta de la presencia del albino por la luz que provenía del pasillo. Luz que, pese a iluminar poco, fue más que suficiente para revelar una pequeña parte del rostro del desconocido.
Near sintió su corazón agitarse eufórico, con algunas lágrimas acumulándose en sus párpados. Y la sensación solo empeoró cuando ese rostro, y esos ojos azules brillando en medio de la oscuridad, se le hicieron horriblemente conocidos.
Era imposible.
—No es cierto...
Era su imaginación, ¿verdad?
—T-tu...
Tenía que ser un truco de su mente, ¡¿verdad?!
—¿Mello...?
¡Él estaba muerto!
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After All [MelloxNear]
FanfictionEsta historia da comienzo dos meses después de la muerte de Yagami Light, mejor conocido como Kira por el mundo. Ahora con Near tomando el puesto de L sin que nadie lo supiera, todo parecía estar tomando su rumbo sin la amenaza de las Death Note ron...