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—¿Estas bien? Podemos detenernos un momento —sugirió Gevanni, notando como Near se limpiaba el sudor de la frente. No era un día especialmente caluroso, en realidad, el invierno estaba llegando a Nueva York.

Aun así, Near asintió a la sugerencia del ojizarco, mientras hacia un gran esfuerzo por calmarse. Parecía como si hubiese estado corriendo durante un largo rato, incluso sus mejillas pálidas estaban algo rojas.

Pero nada más alejado de la realidad. De hecho, solo era un paseo calmado por el parque a un ritmo lento. El problema era que Near tiene una condición física tan deplorable que hacer algo como eso no era diferente de correr una maratón, y más aún llevando el peso extra de su bebé en su pecho metido en su fular. Near nunca había hecho tanto esfuerzo en su vida, solo cuando tuvo que disfrazarse y correr con el equipo S.W.A.T, pero eso había sido muy poco tiempo, y no se había movido el resto de la semana, pero con Lawliet sabía que eso ya no era una opción.

Cabe aclarar, Lawliet esta bien abrigadito, con un suéter tejido a mano de color lila, unos pantaloncitos de pijama violetas que también le cubrían los piecitos, y unos guantes celestes. Y lo más importante, un gran gorrito con estampado de estrellas, que además lograba cubrirle las orejas. Parecía un peluchito.

Near se sentó en una banca del parque, calmando un poco su respiración. Lawliet parecía muy entretenido con el pequeño juguete de robot que colgaba del cuello de Near, intentando tomarlo de alguna manera que no lograba encontrar. Era lo suficientemente grande como para que él no se lo pudiera meter a la boca, así que a Near no le preocupaba que se interesara tanto.

—¿Aun no quieres volver? —el albino negó con la cabeza, mirando sobre la cabeza de su pequeño—. Tampoco te fuerces tanto. No estás acostumbrado a esto y podrías cansarte más de lo que crees.

—Tengo que acostumbrarme a esto, Gevanni —Near cerro sus puños sobre sus rodillas, frustrado—. Yo… ¿Qué clase de padre sería si no pudiera ni siquiera llevar a mi hijo al parque?

El azabache se quedó callado, notando la determinación en la mirada grisácea normalmente sin emociones del albino. Near acarició la espalda de su hijo con suavidad, transmitiéndole todo su cariño. 2 veces por semana, solo tenía que salir y dar paseos con Lawliet 2 veces a la semana, ¿era tan difícil solo hacer eso?

—Lawliet no tiene que ser como yo, él… solo míralo —rio Near, acariciando una de las mejillas de su diminuto bebé, quien sonrió encantado ante esto, sacudiendo sus bracitos con animosidad—. Está tan lleno de vida, ¿Cómo podría negarle esa curiosidad? Él se merece poder ver el mundo por si mismo y no solo una oscura y fría habitación llena de pantallas como yo.

El silencio reinó entre ambos, Near aún jugando con las mejillas de su bebé y Gevanni observándolo con ternura. Era raro que Near se abriera tan de repente, pero él no iba a protestar ante eso.

—Eres… alguien verdaderamente increíble.

—Lo se —sonrió con suficiencia, levantándose de la banca—. Vamos, continuemos otra hora y después volvemos. Seguro que Lawliet tendrá hambre.

—Entendido. —Gevanni hizo pose militar, siguiendo al chico mientras seguían con su caminata.

La cual se terminó acortando porque al albino casi se desmaya, pero lo importante fue el intento.

***

Lamento haber tardado en actualizar, tuve algunos problemitas con mi celular y el internet, así que no pude corregir los capítulos 😅
Acepten estas tres actualizaciones como ofrenda de paz 🤗

After All  [MelloxNear]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora