Uno| Promesa

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Park Jihoon llegó a la vida de Yoongi de la forma más inesperada. Fue su mejor amigo Kim Taehyung el culpable; Kim Seokjin, hermano mayor de Taehyung, también formaría parte de la súbita unión.

Durante una noche de tragos bastante lluviosa, los compañeros de clase de Taehyung insistieron en ir a un encuentro de bandas amateur cerca de la zona universitaria. El joven estudiante de literatura no pudo resistirse a una invitación tan tentadora y aceptó rápidamente.

Allí fue donde, como si de un evento predestinado se tratase, conoció al chico que sería el primer amor de su mejor amigo, Min Yoongi.

Alrededor de las dos de la mañana, Park Jihoon se estremecía de frío frente a la entrada de un bar, lloraba en silencio mientras las gotas de lluvia empapaban su fino suéter de lana y la estruendosa música de rock resonaba por toda la calle.

Su mirada se había perdido en los charcos bajo sus botas húmedas, los carnosos labios que le adornaban el rostro tiritaron incesablemente mientras un ebrio Kim Taehyung se acercaba con una amistosa sonrisa a él.

—¡Hey, amigo! —le llamó atolondrado, enardecido por el tequila de mala calidad que bebió en una promoción de la barra.

Los brazos de Taehyung rodearon los hombros de Jihoon antes de que éste pudiera escapar, su pequeño cuerpo quedó rápidamente aprisionado contra el de aquel chico tan borracho y feliz. No tuvo fuerzas para pedirle que le soltara, tampoco tuvo motivos para no permitir que le arrastrara a su departamento.

Jihoon estaba seguro de que Kim Taehyung buscaba un revolcón, una distracción para su estridente cabeza y un poco de consuelo para su hormonal vida de universitario. Lo dedujo cuando ya en el taxi, Taehyung le susurró que al llegar ambos tomarían una ducha caliente para no coger un resfriado.

No le importó, en realidad nada le importaba.

Grande fue su sorpresa cuando todo lo que Taehyung venía contándole en el trayecto resultó ser completamente verídico. Sus compañeros de casa eran reales, sus intenciones de ayudarle también lo eran.

No le tocó, no intentó besarlo, lo único que hizo fue advertirle que quizá su ducha tendría que ser rápida pues estaba a punto de terminarse el gas. 

Al abrirse la puerta del departamento, Jihoon notó que una luz se encendía desde el pasillo a un lado de la sala.

—¿Tae? 

La voz grave que viajó por el espacio hizo que Taehyung sonriera mientras se sacudía las gotas de lluvia. En el suelo había varios pares de zapatos, unos más grandes que otros pero todos igualmente juveniles.

—¡Yoongi-ah, trae ropa seca, por favor!

Jihoon observó el lugar, los sofás de la sala parecían viejos y de segundo uso, todo estaba bastante limpio aunque no muy ordenado, algo que supuso normal proviniendo de una casa universitaria. En los muebles había un toque bastante hogareño, incluso maternal. El aire olía a café, tabaco y aromatizante de lavanda.

—Ten cuidado en no dejar huellas de zapatos, mi hermano es un poco exagerado con las marcas de agua...

La inocente advertencia de Taehyung hizo que Jihoon se encogiera nervioso en su lugar hasta que el sonido de unos pies descalzos sobre las losas anunciaron que otro de los integrantes de la casa estaba próximo a aparecer.

—Me dio pereza abrir tu ropero así que te prestaré mi pla...

Yoongi se detuvo abruptamente en el pasillo, un chico rubio y empapado le miraba fijamente desde la puerta, refugiándose tras la espalda de Taehyung. Se veía como un chiquillo perdido, como un ser indefenso y frágil, parecía un querubín, una obra de arte, una pieza musical creada por el mejor de los artistas.

Healing Jimin [MY;PJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora