Yoongi revisó la hora en su teléfono celular, los números blancos mostraron las 5:58 p.m. sobre el rostro sonriente de Jihoon en la pantalla. Faltaban dos minutos para ver a Jimin y sus piernas comenzaron a moverse una y otra vez en el material aterciopelado que recubría el sofá donde esperaba inquieto.
Miró de reojo su mochila, la carta de Jihoon, protegida al interior de un sobre plastificado se asomaba delicadamente entre un par de libros nuevos. Su corazón latía con pesadez, el papel viejo con esa linda caligrafía de su novio lo hizo temblar.
Tenía miedo de lo que pudiera ocurrir, le asustaba ilusionarse más de lo que debía con volver a ver a Park Jihoon. De sólo imaginar que toda la esperanza que viajaba en su cuerpo terminaría siendo reemplazada con la cruda realidad de una muerte sin retorno, su pecho se comprimió en dolorosos espasmos.
Como un intento para no perder la cordura, tomó una bocanada de aire y se acomodó el cabello hacia atrás; cuando los mechones rubios regresaron rebeldes a cubrir su frente blanca, unos nudillos tocaron a la puerta.
Se estremeció en el sillón, su espalda se irguió mientras lamía instintivamente sus labios resecos.
—¡A-Adelante! —exclamó, su voz estaba impregnada de nerviosismo. Miró rápidamente sus manos húmedas y las pasó sobre el pantalón para secarlas.
Fue hasta la puerta con el corazón desbocado, tomó todo el valor que tenía y abrió con un sólo movimiento; al instante se encontró con un rostro que no era el de Jimin y un sentimiento de decepción que rasgó su alma.
—¡Yoongi, buenas tardes! —le sonrió Yeonjun alegre— ¿Cómo estás hoy?
Yoongi observó la sonrisa reluciente del enfermero, sus labios curvados en un gesto afable le recordaron a Taehyung y su singular forma de saludar por las mañanas. Yeonjun esperó tranquilamente por su respuesta.
—E-Estoy bien, gracias...
"Se ha arrepentido..." pensó con amargura "Jimin ya no vendrá"
Lo suponía, no le era difícil pensar que Park Jimin sería capaz de retractarse súbitamente de lo que dijo la noche pasada en el comedor, después de todo él sabía que lo que dijo sólo fue para molestar a Jin; era obvio y aún así Yoongi se había ilusionado.
Y aquella huida le dolió más porque fue el mismo Jimin quien en la madrugada le había enviado un mensaje de texto confirmando su primera sesión de trabajo, pidiéndole además poder leer la carta de Jihoon. Fue Park Jimin quien le ofreció la posibilidad de volver a ver a su novio y luego se la arrebataba cruelmente.
Ahora Yoongi estaba frente a un chico que seguramente había sido enviado sin remordimiento por Jimin para cancelar la cita. Sintió el enojo burbujear humillantemente en su estómago, ¿y si todo fue un plan malévolo de Jimin para burlarse?, ¿y si nunca quiso ver la carta?, ¿y si nunca sintió a Jihoon y sólo pretendía para jugar con él?
—¿Yoongi?
La voz de Yeonjun lo despertó, Yoongi apretó los ojos y se disculpó con una mueca forzada porque el enfermero estaba esperando una réplica de algo que no pudo escuchar.
—Lo siento —musitó incómodo—, ¿podrías repetir lo que dijiste?
Yeonjun sonrió amable, su paciencia ejercitada día con día al trabajar con algunos ancianos cascarrabias lo convirtió en un chico cordial y bueno. Tras aclararse la garganta, asintió volviendo sus ojos dos líneas curvas, su cabello azulado bailó ligeramente tras la banda de cabello que llevaba puesta.
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Healing Jimin [MY;PJ]
Hayran KurguYoongi ha perdido a su primer amor y la vida le ofrece una extraña oportunidad: recuperar a su novio utilizando el cuerpo enfermizo de un arisco chico llamado Park Jimin. Park Jimin, por su parte, ha perdido la esperanza. La vida para él no es más...